Sindicales

11/2/2021

Telefónicos: para enfrentar a las empresas y al gobierno, pongamos de pie al gremio

Congresal Fatel; CD Foetra, cargo rotativo.

El 2021 será un año difícil para los trabajadores y nos plantea una serie de desafíos. La inflación del 2020 cerró en un 36,1%, con un pico en diciembre (4%) y si se miran los productos de primera necesidad llegó a un 39,4% anual. El INDEC acaba de anunciar que la inflación del primer mes del año fue del 3,9% y los pronósticos de la mayoría de las consultoras privadas y del propio Banco Central estiman una inflación cercana al 50% para este año.

Esta escalada inflacionaria da cuenta del fracaso de las medidas adoptadas por el gobierno, algo que ellos mismos reconocen al extender los precios máximos hasta marzo, pero excluyendo los frescos y prometiendo ir eliminando gradualmente el resto de los productos. Estos hechos demuestran que la meta inflacionaria planteada en el presupuesto 2021 es una fantasía (29%). En este contexto, el gobierno busca colocarle un techo a las paritarias que corren de atrás, por medio de un falso acuerdo de precios y salarios.

Las y los trabajadores telefónicos no necesitamos un economista (ni un contador) para entender que el aumento del primer semestre ha sido licuado por la inflación y los tarifazos, que sumado al impuesto al salario (ganancias), carcomen el sueldo de una gran parte del gremio. Llegando a mediados de febrero, se debería estar discutiendo el segundo tramo de la paritaria, así fue informado en los comunicados de la MUS (Mesa de Unidad Sindical). Pero habiéndose publicado las actas del acuerdo por parte de FATTEL (federación telefónica) nos enteramos que la paritaria fue firmada por todo el año y la discusión del 2do semestre, se convirtió en una “cláusula de revisión”.

Pandemia, Teletrabajo, precarización y desguace

Las empresas han avanzado en las peores condiciones, mientras transitamos la segunda ola (o rebrote) de contagios a un ritmo similar al de agosto-septiembre pasados y con un calendario de vacunación lento y escaso; quienes fuimos trabajadores esenciales desde un primer momento, no estamos en la lista de prioridades para la Sputnik V. Sin embargo, se busca garantizar la facturación poniendo nuestra salud en riesgo a pesar de que tanto la comercialización de equipos, el servicio y la conectividad se pueden sostener sin arriesgar nuestra salud. Simplemente, reinvirtiendo las superganancias que se han obtenido por el incremento del consumo de datos, llamadas y planes de internet.

Telefónica, Telecom y Claro han tomado nota y siguen al pie de la letra la política aperturista del gobierno. Con la venia de la conducción de Foetra y la MUS, han logrado imponer el ingreso de los técnicos al domicilio del abonado y la apertura de una cantidad de oficinas comerciales sin poner a discusión ni la decisión de ingresar, ni los protocolos para hacerlo con los propios trabajadores/as.

La reglamentación de la Ley de Teletrabajo a través del decreto presidencial (27/2021), ha terminado con todas las expectativas acerca de que el gobierno laudaría a favor de los trabajadores. Esto no solo porque mantiene todas las disposiciones pro-patronales de la ley, sino porque las precisiones que agrega en el articulado establecen zonas “grises” para dejar las situaciones conflictivas a criterio de la patronal o de los acuerdos que estas establezcan con las burocracias sindicales.

Con el pretexto de la “nueva normalidad” y aprovechándose de la pandemia y la masificación del teletrabajo, se ha habilitado un periodo de gracia para que las empresas aprovechen a fondo: en el caso de Telecom, avanza en una reestructuración que implica el cierre de la mayoría de los edificios corporativos del AMBA, concentrándolos en 3: Hornos, Golf y Optima (zona norte). La noticia de la venta del edificio Madero dejó al desnudo las verdaderas intenciones de la empresa. En la misma línea, Telefónica pisa el acelerador en su política de vaciamiento, desinversión y desguace: cierra definitivamente una cantidad de comerciales forzando al teletrabajo o al traslado compulsivo a los compañeros y compañeras de las móviles y acaba de vender antenas profundizando el vaciamiento de la empresa.

Enfrentemos este avance patronal

En medio de esta ofensiva patronal, desde la Naranja telefónica planteamos la necesidad de convocar asambleas por edificios, ya sea de forma presencial con protocolo y distanciamiento o virtuales. Las/os telefónicos tenemos que discutir cómo frenamos este permanente avance patronal. Pongamos sobre la mesa los reclamos de cada sector y preparemos la pelea paritaria que tiene que arrancar ya mismo con la votación de un mandato de base que le ponga número (y cláusula gatillo, no de revisión) a la recomposición salarial. Tenemos la fuerza, no solo para enfrentar estos ataques sino para recuperar lo perdido. Pongamos de pie al gremio para lograrlo.

1.    Recomposición salarial ya. Cláusula de actualización automática por inflación. Ningún acuerdo sin mandato de asamblea. Si podemos trabajar con protocolos, también nos podemos organizar.

2.    Abajo el impuesto a las ganancias. El salario no es ganancia. Que las empresas reintegren el descuento.

3.    Por la defensa del convenio colectivo para el teletrabajo. Que se garanticen las herramientas, la reversibilidad y el lugar de asiento.

4.    No al cierre de las oficinas comerciales de Movistar. Encuadramiento en el convenio de la fija de todos los trabajadores de las móviles. Pase a convenio de todos los trabajadores tercerizados.

5.    Asambleas de edificio, presenciales con protocolo y distanciamiento o virtuales, para discutir la situación del gremio y como enfrentar a las empresas.