Todos los meses, nuevas noticias de aumentos salariales llenan las páginas de los diarios generando una mística alrededor del salario de una trabajadora de casas particulares.

Frente a la inflación acumulada ya perdimos un 20% de poder adquisitivo, considerando que partimos de un salario que roza la línea de indigencia. La discusión por la recomposición salarial debe partir por un aumento que lleve al salario al costo de la canasta familiar.

¿Cuál es la realidad de esos incrementos salariales?

En marzo del corriente año, una trabajadora, de la quinta categoría, la más masiva en el sector, estaba percibiendo una remuneración por hora de $278, que mensualizado llegaba a $34.148,5. Ese mes se discutió el primer aumento del año, un 30% en 3 cuotas, 6% en abril, 9% en mayo y 15% en junio.

Ese crecimiento llevó el mínimo a $44.517,5 en julio, mes en el que se discutió, según la cláusula de revisión, un nuevo porcentual del 36% en 4 cuotas de 9%, a cobrarse la última en noviembre, dejando el salario en $60.544.

Ahora bien, en el segundo acuerdo también se estipuló una cláusula de revisión que se debe discutir en la reunión de la comisión de trabajo de casas particulares del Ministerio de Trabajo que se reunirá en las próximas semanas.

Y ¿Cómo aumento el salario de una trabajadora de casas particulares en relación a la inflación?

Ambos cuadros ilustran el aumento del salario en relación al incremento de la inflación.

Lo más resonante del cuadro es el reflejo claro de que los aumentos salariales se encuentran por debajo del incremento del costo de vida de la ciudadanía en general y en particular de las trabajadoras.

En este gremio la inmensa mayoría trabajamos por hora, por lo cual no percibimos salarios mensuales sino diarios. La realidad, sin embargo, es la que vivimos cotidianamente. Nos organizamos en comedores o en copas de leche para poder alimentar a nuestras familias, para poder acceder a una vivienda propia, etc. Es decir que nuestra situación hoy pasa por la organización colectiva para solucionar problemáticas individuales. Y fue justamente esa una de las razones que nos llevó a construir nuestro sindicato de lucha, para luchar por nuestros derechos como trabajadoras.

¿Cómo continuamos la lucha por el salario?

El Sindicato de Trabajadoras de Casas Particulares, SiTraCP, se organiza de manera independiente del Estado y sus gobiernos, para garantizar siempre la defensa y ampliación de nuestros derechos, y por supuesto la lucha por el salario y mejores condiciones de vida.

Así las cosas, nuestro salario sigue perdiendo puntos frente a la inflación, aumentan los combustibles y por consiguiente todos los alimentos, los tarifazos en los servicios son insostenibles con los salarios que logramos armar para llegar a fin de mes.

En este marco cobra una mayor necesidad la lucha por nuestras condiciones de vida, y es en ese sentido que debemos tomar como ejemplo la lucha de los trabajadores del neumático que luego de 5 meses lograron quebrar una paritaria de hambre y conquistaron un aumento superior a la inflación.

Por eso, el día 14 de noviembre realizaremos diferentes acciones callejeras frente al Ministerio de Trabajo exigiendo un aumento que supere la inflación, la indexación del salario y un bono de fin de año. Llamamos a todas las trabajadoras a sumarse al SiTraCP bajo una perspectiva de lucha y organización.