Los trabajadores de aduanas de todo el país se encuentran en paro desde las 10 horas de este martes hasta las 17 horas, en reclamo por el cumplimiento del compromiso del gobierno nacional de incorporarlos al plan de vacunación contra el Covid-19.

Desde el gremio señalan que han tenido varios trabajadores fallecidos y que contabilizan unos 800 contagios en la actividad, dentro de un total de unos 5.600 trabajadores en todo el país. Estiman que con 3.000 vacunas podrían cubrir los casos más urgentes.

La sábana corta

Se trata de un sector que ya había amenazado con medidas de lucha el pasado 17 de mayo, lo que originó una reunión con las autoridades de la Aduana y más tarde con el Ministerio de Salud, desde donde se comprometieron a incorporarlos en el cronograma de vacunación.

Estos compromisos fueron desconocidos, al punto que hasta la fecha se contabilizan solo una decena de vacunados, particularmente en la provincia de Mendoza.

Resulta que el gobierno va prometiendo vacunas en función del nivel de conflictividad de cada sector gremial, y como la oferta escasea sucede lo de la sábana corta, teniendo que desconocer viejos acuerdos para desarmar nuevas crisis en otro frente. El problema de fondo es la falta de vacunas para garantizar la inmunización de los trabajadores esenciales en actividad.

El reclamo de los trabajadores aduaneros se asemeja al de los choferes y trabajadores del transporte público, marítimos, portuarios, docentes, camioneros, empleados de comercio y un largo etcétera, que son obligados a concurrir a sus lugares de trabajo sin ninguna protección contra el virus.

En este punto, volvemos a afirmar la necesidad de sostener solo la actividad estrictamente esencial, garantizando la vacunación de la totalidad del personal expuesto, tomando medidas –como la incautación de las vacunas producidas en el país- para garantizar las vacunas urgentemente.