Sindicales

17/2/2022

Una paritaria nacional docente vigilada por el FMI

Sonia Alesso y Roberto Baradel entregan los salarios, protocolos sanitarios y derechos docentes.  

La reunión de la paritaria nacional docente del 15 de febrero pasó a cuarto intermedio. En un escueto comunicado firmado por Sonia Alesso, secretaria general de la Ctera, y Roberto Baradel, secretario general adjunto, se insiste con el pedido de una “recomposición salarial” sin definir su monto y cláusulas de revisión para “monitorear la inflación” -en vez de una cláusula gatillo automática. Ya ni siquiera emplean la frase de rigor “ganarle a la inflación”, sino que solo piden lastimosamente que el salario “no pierda poder adquisitivo”.

El fracaso de esta segunda ronda paritaria, después de que todas las burocracias sindicales docentes celebraran la “convocatoria temprana” del ministro Jaime Perczyk, dice mucho de la crisis política abierta con el pedido de ratificación del acuerdo con el FMI. El salario está en el centro del ajuste y las metas de déficit cero que exige el Fondo. A pesar de estas presiones la Ctera y Suteba insisten en que no están previstas medidas de fuerza y que el ciclo lectivo comenzará “normalmente”.

Perzcyk no quiere las “clausulas de revisión” de Ctera, por más que sea sobre la base de salarios que no llegan a la mitad de la canasta básica. Es una vara muy distinta a la del gobierno nacional para con el Fondo, al cual le reconoce una revisión trimestral de las cuentas del país.

Para disfrazar la impasse de la paritaria la dirección de la Ctera, que viene de participar en el Consejo Federal de Educación (CFE) avalando la supresión de las burbujas y otros protocolos sanitarios, dice que el “cuarto intermedio” tiene como propósito discutir una “propuesta concreta” del gobierno. ¿A qué fueron entonces y con qué mandato de la docencia? La presencia de los dirigentes de la ceteristas en el CFE fue una ratificación de fe oficialista.

Como premio consuelo, el comunicado destacada la firma de un acta para impulsar el Programa Nacional de Formación Docente, y en particular las jornadas institucionales en servicio. Estas “jornadas” son programadas por las autoridades educativas como correas de transmisión de las reformas capitalistas, que la lucha docente viene poniendo el tela de juicio.

De hecho, el ministro bonaerense Sileoni y la Dirección General de Cultura y Educación excluyeron a los docentes precarizados del programa ATR, cuando miles de estudiantes fueron expulsados de las aulas por el ajuste a la educación y el crecimiento de la miseria social. Esta medida disciplinadora tiene como finalidad ratificar la condición precaria de estos trabajadores de la educación, que perciben menos salario y carecen de licencias y derechos consagrados en el Estatuto del Docente, ejerciendo una presión hacia abajo. Las jornadas bonaerenses “recomiendan” seguir con la intensificación y vinculación con los estudiantes, pero hasta el momento no hay una resolución de continuidad para los 32.000 ATR bonaerenses, cuyo cese está anunciado para el 31 de marzo.

En la provincia de Buenos Aires

El frenazo a la paritaria nacional tiene consecuencias directas en la paritaria de la provincia de Buenos Aires. Baradel postergó sin fecha el plenario de secretarios generales de Suteba, que es el mecanismo tramposo habitual para proceder a la “aprobación” en forma express de las ofertas del gobierno de Kicillof. Como la Ctera, la burocracia celeste del Suteba carece de mandato y pretenden hacer del acuerdo paritario un hecho consumado. Que se trata de una política oficial y no de un mero regateo lo confirma el parate de todas las paritarias de trabajadores del Estado en la provincia.

La parálisis de la Ctera es la de una burocracia que tiene importantes elecciones sindicales por venir y no sabe como disimular la entrega. El apoyo de Hugo Yasky al pacto colonial con el FMI golpea en la propia base celeste y sigue demorando, junto a la irresolución de la paritaria nacional y provincial, la convocatoria a la estratégica elección del Suteba en la provincia de Buenos Aires. Estas elecciones transcurrirán en el cuadro de una enorme crisis política del Frente de Todos, y cuando desde el gobierno intentan fijar un tope salarial del 40%.

Reforma laboral

En los comunicados de la Ctera se insiste con la continuidad de los “trabajos preparatorios” para un convenio colectivo de los docentes, tema que sigue siendo un secreto de Estado porque la docencia no lo discutió y la burocracia tiene mandato alguno. Mientras la celeste lo presenta como una conquista en proceso, para seguir apoyando al gobierno y justificar su integración al Estado, Baradel llama trabajo genuino a los programas de precarización laboral y contratos a término -incluso sin vacaciones. El apoyo de Suteba al presupuesto provincial de ajuste 2022, votado por el peronismo y la derecha en la Legislatura, desmiente el verso de un “convenio” cuyo piso serían los derechos contemplados en el Estatuto: la ley de leyes bonaerense sólo contempla cargos precarios para los trabajadores de la educación.

La precarización laboral es uno de los pilares de las reformas capitalistas en la educación, los sucesivos gobiernos avanzaron sobre la docencia liquidando los salarios básicos, achatando la pirámide salarial, golpeando las jubilaciones, y con la precarización del trabajo. La “reactivación” de la discusión sobre el convenio colectivo o convenio marco es parte de la negociación de la CGT con el ministro Perczyk para privilegiar a la UDA como la burocracia sindical docente oficial. Fue Romero, secretario general de la UDA cegetista, quien tomó la iniciativa y se reunió con el ministro de Educación como vocero del “convenio”.

Tratándose de la CGT, que pacta las modificaciones a la baja de los convenios y actúa como lobbista de las patronales y del acuerdo con el Fondo, el “convenio colectivo” es un caballo de Troya de la reforma laboral. La lucha por un salario que cubra el costo de la canasta familiar cuando la inflación mensual es del 4%, por la reinstauración de los protocolos sanitarios eliminados por el Consejo Federal de Educación, por un plan de obras e infraestructura para que se cumplan los 12 puntos de escuelas seguras y habitables de Ctera, por la creación de cargos y mayor aumento del presupuesto educativo para combatir la expulsión de estudiantes e hijos de la clase obrera de las aulas, y por la defensa de las conquistas contenidas en los estatutos docentes contra la precarización laboral, es inseparable de la lucha por la independencia política de la Ctera.

El congreso nacional de Tribuna Docente discutirá un plan de acción junto a una campaña de rechazo activo al pacto con el FMI.