El acuerdo alcanzado por UTA, las cámaras empresarias del sector y los ministerios de transporte de Nación y Provincia de Buenos Aires, definió un aumento en 3 cuotas por el cual el salario básico conformado inicial del conductor pasará de los actuales $150 mil a $165 mil en octubre, $180 mil en noviembre, hasta llegar a los $200 mil -en bruto- en el mes de diciembre, sumados los viáticos que subieron en igual proporción, a partir de los $20.616 en septiembre. A ello se le agrega una suma fija no remunerativa de $40 mil, también en 3 cuotas, cuyo efecto es adelantar a cuenta de futuros aumentos con lo cual no inciden respecto a los porcentajes.

Para los trabajadores de técnica el salario acordado lógicamente varía de acuerdo a la categoría. Para los medio oficiales el básico inicial conformado (básico + asistencia) arranca en $122 mil en septiembre y llega a diciembre a $162 mil -en bruto-. Para los oficiales la escala en septiembre parte de $131 mil y para diciembre, con las 3 cuotas mediante, alcanzará los $175 mil. Los trabajadores de técnica se encuentran un 13% por debajo de los conductores, en el caso de los oficiales, y un 19% abajo los medio oficiales.

Con este acuerdo, la paritaria se coloca en línea con la evolución de la inflación a lo largo del año 2022 -100%-, luego de, cómo mínimo, la firma por UTA de cinco acuerdos paritarios a la baja en los años anteriores, con salarios que perdieron un 25% del poder adquisitivo, que ni aún con una paritaria que “salve la ropa” se recuperan. Sigue el pedaleo de las cuotas que siempre colocan el salario corriendo atrás de la inflación y con la enorme desigualdad de ingresos entre choferes y técnica. Por ejemplo, tomando el básico inicial de bolsillo a percibir en octubre, los choferes cobrarán aproximadamente $160 mil, Técnica, oficiales y medio oficiales, $140 mil y $129 mil respectivamente, contra una canasta de pobreza de $120 mil y $190 mil de una canasta mínima familiar.

El gobierno sostiene a la burocracia de Fernández

El desarrollo de la presente paritaria no puede leerse al margen del proceso electoral en el gremio. Las elecciones para la conducción de la UTA están convocadas para el 1 y 2 de diciembre. “Llamativamente” la paritaria cerró en la misma fecha que la presentación de listas, que están siendo auditadas por la junta electoral, manejada íntegramente por la burocracia oficialista de la Azul y Blanca, con lo cual el resultado de la elección está sellado desde el inicio. Presentaron lista, la Azul que encabeza Miguel Bustinduy, un burócrata representante de la patronal de DOTA, y la Roja Federal que representa una burocracia “menor”, encabezada por Ríos, otro viejo aliado de Fernández.

El cierre de la paritaria en este marco demuestra un abierto aval al oficialismo del gremio, un claro aliado en el ajuste y la entrega de los derechos de los choferes a las patronales y de los gobiernos, desde Macri hasta el peronismo y, por supuesto, una pieza fundamental en la política de ajuste del actual gobierno y en la orientación de total subordinación por parte de la CGT.

Por eso, en las empresas, y mas allá de las paritarias, se desarrolla una dura ofensiva contra los trabajadores, con despidos, ataques de fondo al convenio colectivo de trabajo, desconocimiento de las licencias médicas, sanciones, persecución antisindical contra el activismoy un largo etcétera.

Crisis del transporte

El acuerdo paritario debe interpretarse también en el marco de la política de ajuste en el transporte que lleva adelante el gobierno de Alberto, Cristina y su ministro Massa. En esta ocasión, los representantes del gobierno asumieron el compromiso por los mayores costos de las empresas, lo que es directamente contradictorio con el ajuste que el mismo gobierno propone en el presupuesto 2023 respecto al transporte -un recorte de $40 mil millones-. Pero además resta cerrar el acuerdo en el interior del país, en el cual los subsidios no llegan con la misma fluidez que en la zona AMBA. En definitiva, la actual discusión paritaria en AMBA y en el interior del país, en el marco de la crisis del transporte, será un nuevo elemento que aporte al desarrollo de la misma y que el gobierno querrá abordar con mayores ajustes en las tarifas contra los trabajadores y sectores populares

Con estas conclusiones de la paritaria, desde el clasismo nos preparamos para abordar la discusión electoral en el gremio, defendiendo una posición independiente de las burocracias aliadas a las patronales y del gobierno ajustador.

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