Después de estar 21 años en el aire, y 7 en el Canal 7, el programa Desayuno, que dirige Víctor Hugo Morales, fue sacado del aire. Rosario Lufrano, cara visible de la purga en el canal —el mes pasado echó a Marcela Pacheco— se abstuvo también en esta oportunidad de dar explicaciones. Como Morales —un periodista respetado, que denunció sistemáticamente los negocios del fútbol codificado y de la AFA— estaba cubriendo el Mundial en Alemania, el Canal le avisó al productor Eduardo Metzger que el levantamiento del programa era “una decisión tomada”.

Metzger dijo que desde hacía tiempo estaban siendo hostilizados por la dirección del canal: “Nos retacearon apoyo desde el área de noticias (de la señal), nos quitan el material y tenemos que ir a pedirlo a otros canales” y agregó que “nunca fuimos alcahuetes de ningún gobierno y le dimos cabida a todo aquel que se necesite expresar” (www.terra.com.ar ).

Víctor Hugo Morales y Marcela Pacheco, según fuentes del canal, eran “los dos objetivos concretos que la nueva gestión tenía en la mira. Se trata de dos respetados profesionales que nunca se sumaron al oficialismo imperante en Canal 7” (www.lapoliticaonline.com). Pacheco denunció su despido como un caso de censura, provocado porque criticó el acto oficialista del 25 de mayo y pidió explicaciones sobre los fondos de Santa Cruz que Kirchner mandó al exterior.

El gobierno del hijo de las Madres no soporta ni la más tibia disidencia. Marcela Pacheco y Víctor Hugo deben volver al aire inmediatamente. Basta de purgas en el Canal estatal.