Sociedad

19/10/2021

70.500 pesos necesitó una familia para no ser pobre, y 30.000 para no ser indigente en septiembre

El Indec publicó su informe sobre la valorización mensual de la canasta básica alimentaria y de la canasta básica total en el Gran Buenos Aires.

El Indec publicó su informe de septiembre sobre la valorización mensual de la canasta básica alimentaria y de la canasta básica total en el Gran Buenos Aires. 70.532 pesos necesita una familia tipo para costear una canasta de pobreza, mientras que la línea de indigencia se ubicó en 30.014 pesos. Estas cifras dejan en evidencia la depreciación de los salarios, jubilaciones y programas sociales, con la consecuencia de que capas crecientes de trabajadores -incluso aquellos con empleo registrado- caen en la pobreza.

La variación mensual fue del 3,2% en el caso de la canasta básica total que fija la línea de pobreza, y del 2,7% en la canasta básica alimentaria que demarca el umbral de indigencia. Si bien esas subas se ubicaron debajo del 3,5% de inflación de septiembre, en ambos casos representan una aceleración de 2 puntos respecto de los índices de agosto, es decir que muestran una fuerte dinámica ascendente.

A su vez, la variación interanual de la canasta alimentaria fue del 54,5%, por lo cual creció más que el nivel general de inflación que según el propio organismo fue del 52,5% en el acumulado de los últimos doce meses.

Los registros del Indec vuelven a dejar en off side la pantomima de Alberto Fernández acerca de que “escuchó el mensaje” de los votantes, tras el histórico bajón de las Paso. Es que con el último incremento de septiembre, el salario mínimo vital y móvil quedó anclado en 31.104 pesos, apenas equivalente a una canasta de indigencia, por lo que los 33.000 a cobrar en febrero simbolizan una política hambreadora.

Otro retrato lapidario del ajuste del gobierno expresa una comparación con el haber mínimo que perciben unos cuatro millones de jubilados, de 25.922 pesos hasta diciembre. Esto, gracias al (nuevo) robo de la movilidad, que desindexó las actualizaciones de la inflación.

Es la hoja de ruta del FMI. Finalmente, mientras estas cifras indican una creciente pauperización social, el gobierno logra reducir el déficit fiscal, y ello a pesar de que los subsidios a los capitalistas crecieron por encima de la inflación.