En la capital bonaerense se desarrollaron acciones callejeras en el marco del día mundial para la prevención de los abusos sexuales en las infancias, como sucedió en decenas de ciudades a lo largo y ancho del país.

El Arzobispado de La Plata, ubicado a metros de la Catedral, fue el punto de encuentro acordado para llevar adelante la acción. Junto a compañeras de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico y organizaciones contra el abuso sexual infantil (ASI) realizamos intervenciones ante las autoridades de la diócesis, encabezadas por “Tucho Fernández”, quien ha atacado en varias oportunidades los reclamos de las mujeres y para que se investiguen los abusos cometidos por curas de la región.

Posteriormente a la intervención sobre las rejas de la Catedral con afiches y pañuelos, se acercó un operativo de Control Urbano municipal a presionar para que reiremos los carteles, incluyendo violencia verbal por parte de uno de los agentes que nos llamó “minitas de mierda”. Repudiamos este accionar de las patrullas que responden al intendente Julio Garro, que actúan como parte del aparato de encubrimiento que protege a la curia.

Las graves denuncias que durante los últimos años se conocieron en La Plata hacia la Iglesia Católica, por encubrir a curas abusadores como Eduardo Lorenzo y Raúl Sidders, abrieron camino a la organización de todo un movimiento que lucha por justicia para les sobrevivientes de abuso sexual eclesiástico, que tiene entre sus reivindicaciones la separación de la Iglesia y el Estado, empezando por su injerencia en la educación.

También repudiamos la resolución del Tribunal de Casación Penal bonaerense que declaró como prescripta la causa del Instituto Próvolo de La Plata, los delitos de abuso sexual a menores no prescriben.

En ese marco, y reforzando la visibilización del 19 de noviembre, el centro de la ciudad se vio copado por la consigna “Rocio yo sí te creo”, exigiendo juicio y castigo para el cura pedófilo Raúl Anatoly Sidders por los delitos cometidos en el colegio San Vicente de Paúl. Forma parte de la pelea que se libra en el ámbito judicial a partir del testimonio de “Rocío”.

Desde el Plenario de Trabajadoras seguiremos acompañando la lucha de sobrevivientes de abusos sexuales eclesiásticos, por la separación de las iglesias del Estado y por el fin de las violencias hacia les niñes.

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