El martes pasado, mientras continuaban los festejos por el triunfo de la Copa del Mundo, el fiscal Rubén Caro preparaba un súper operativo para desbaratar una banda dedicada al robo de vehículos. Cientos de efectivos fueron convocados para más de 50 allanamientos que se realizaron en varios puntos de la capital cordobesa y del interior. El resultado fueron 15 detenidos, varios prófugos y otros imputados que continúan en libertad.

En los allanamientos se encontraron autos desarmados, accesorios de vehículos, documentación, varios celulares y armas de fuego, entre otros elementos. Los 15 detenidos están acusados por robo de autos, autopartes y neumáticos. Mientras que los otros imputados están acusados de robo, asociación ilícita y estafa.

Pero eso no fue todo, según trascendió en Cadena 3, hay varios efectivos policiales involucrados. Entre ellos, un policía que se encontraba en situación pasiva hace un año y quedó detenido acusado de asociación ilícita. Otra efectiva en actividad quedó imputada por falsa denuncia y defraudación. La mujer, según declaró el fiscal, entregó su auto a la banda para luego cobrar el seguro. Además, otros 3 efectivos estarían siendo investigados y bastantes comprometidos. Tras el escándalo, el fiscal dio aviso al tribunal de conducta policial.

Sin embargo, este no es el primer caso de delito organizado en el que la policía se ve involucrada. Ya que, a principio de año, varios miembros de las fuerzas policiales, entre ellos sargentos, subcomisarios, un policía federal, un abogado y una contadora expolicía, quedaron imputados en la investigación por el caso de las estafas piramidales “Zoe Azul”.

Desde Prensa Obrera denunciamos que el crimen organizado solamente puede existir porque cuenta con la complicidad de las fuerzas de (in)seguridad y del propio Estado. La Policía desde siempre ha estado involucrada en delitos de narcotráfico, de trata de personas, de corrupción. Por eso, exigimos el desmantelamiento de un aparato descompuesto que lejos está de brindar seguridad.