Sociedad
27/10/2022
El 73% de la niñez de los hogares más pobres no desayuna
El presupuesto de ajuste 2023 prefigura un déficit alimentario mayor para la clase obrera.
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Foto: Gabriel Flores
El ajuste en curso está provocando un déficit alimentario en la población en general y en los menores de edad en particular. En ese sentido, un estudio del Departamento de Estadísticas y Tendencias del Centro de Almaceneros, y Comerciantes Minoristas de la provincia de Córdoba, reveló que los hogares más pobres gastan alrededor del 70 % de sus ingresos en comida, y que solo el 14 % de personas adultas cenan. Además, el 73 % de la niñez de hogares pobres no desayuna, brutal.
Los datos surgen de una investigación realizada sobre la base de 4.800 encuestas en todo el país. “Este informe analizó la alimentación por escala de ingresos a nivel nacional de familias tipo (de 4 integrantes) divididos por ingresos en seis grupos desde los 60 mil pesos mensuales hasta los 160 mil. Como siempre, quien lleva el golpe más duro son los hogares de menores ingresos”, declaró Vanesa Ruiz vocera del Centro de Almaceneros a Cadena 3.
“Entre los niños de hogares de menores ingresos, el 73% no desayuna, el 36 no almuerza, el 79 no merienda y un 58% no cena”, sintetizó la citada fuente. Los porcentajes marcan hasta qué punto los resultados del ajuste en curso tienen un alto costo para las infancias que caen en un déficit alimentario y deterioro nutricional.
Sin dudas, esto tiene un principio de explicación en la notable reducción del poder adquisitivo de la clase obrera. Por eso alanzar a cubrir el costo de la Canasta Básica Alimentaria se hace cada vez más imposible. Y el ajuste por la vía de la inflación, suba de servicios, hace estragos en la economía de las familias trabajadoras.
Según el Indec “para los 31 aglomerados urbanos más grandes del país, un hogar pobre promedio debería ganar 34.705 pesos más por mes para no serlo”, informa La Voz del Interior. “En el promedio del primer semestre de 2018, la CBT ascendía a 19.435 pesos y los ingresos promedio de los hogares pobres eran de 12.397 pesos: es decir, había una brecha del 36,2%. Cuatro años después, y luego de haber atravesado la pandemia, la CBT pasó a costar 93.177 pesos (primer semestre de este año) y los ingresos, a 58.472 pesos. Una diferencia del 37,2%”, completó la mencionada fuente.
El panorama económico de las familias trabajadoras tiende a agravarse puesto que la suba de precios en alimentos fue superior a la medición de la inflación. Además, el Programa Precios Justos no frenará la inflación, pero garantiza negocios con la brecha cambiaria. Sin embargo, la brecha entre los ingresos familiares y la Canasta Alimentaria seguirá su curso.
El tan mentado bono que anunció el gobierno deja afuera a la mayoría de los indigentes. Y para peor el presupuesto de ajuste 2023 prefigura un déficit alimentario mayor para la clase obrera. En este cuadro, salta a la vista la necesidad de apoyar las movilizaciones del movimiento piquetero en tanto es quien se encuentra batallando para que se garantice el derecho a la alimentación sobre la base de un programa en función de los intereses de la clase obrera. En ese sentido, el próximo congreso del Polo Obrero será todo un laboratorio de análisis y resoluciones para continuar la lucha. La lucha de trabajadores del Sutna, marcan un camino para la clase obrera, reforzando el camino del paro y plan de lucha por la derrota el ajuste al servicio del FMI.
Los datos vertidos en la investigación de Almaceneros dan cuenta del fracaso de quienes gobernaron en las últimas décadas y la necesidad de construir un nuevo movimiento popular con banderas socialistas. En función de esa perspectiva, el Partido Obrero está realizando una gran campaña en todo el país. Fuera los políticos capitalistas.
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