Todos los 19 de noviembre se realizan acciones globales de prevención y lucha contra el abuso sexual en las infancias (ASI). En la ciudad de Córdoba, la movilización se llevó adelante durante la tarde del viernes 18, y partió de Tribunales de Familia hasta la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf). La convocatoria se realizó desde el espacio de sobrevivientes, madres y xadres protectorxs, junto a la Asamblea Ni Una Menos Córdoba y autoconvocades.

En la provincia existen sobrados ejemplos de revinculaciones forzadas de les niñes con sus abusadores, así como de persecución a las madres protectoras. La lucha de Gilda Morales por recuperar a su hijo grafica íntegramente esta terrible situación. En este sentido, la Justicia está lejos de las perspectivas de infancias, género y clase que se necesitan para actuar; desoye a les niñes víctimas y coloca la lupa en las mujeres que denuncian, utilizando el falso síndrome de alienación parental (SAP) como herramienta para esto.

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Del mismo modo, el Estado avanza en arrancarle lxs hijes a las madres pobres, mientras es el principal responsable de que las mujeres y les niñes sean los más afectados por la crisis. Peor aún, sus instituciones reproducen las mismas aberraciones que dicen combatir, lo demuestran las hartas denuncias por abusos sucedidos en el interior de la Senaf.

 

Y si de abusos dentro de las instituciones se trata, el mismo día en que se desenvolvía la movilización en el centro cordobés, madres protectoras cortaban la ruta, reclamando que la Justicia actúe frente a las más de 15 denuncias por abusos que existen en un jardín provincial de barrio Coronel Olmedo, que incluyen tocamientos, tomas de fotografías a niñes de 3 años y otra serie de comportamientos inapropiados. La investigación está a cargo de la fiscal Alicia Chirino, experta en el archivo de causas y el encubrimiento de los abusadores. Así lo demuestran los casos de los jardines de La casita del hornero, Juan Gaviota y Collegium.

Desde el Plenario de Trabajadoras estamos comprometidas a fondo en la lucha por justicia para las víctimas y por acabar con todos los mecanismos de encubrimiento e impunidad para los abusadores, algo que solo conseguiremos mediante la movilización popular. No obstante, está colocada la necesidad de superar este régimen social que opera mancomunadamente con las redes de pornografía infantil, orientado por los millones de dólares que estas mueven a nivel mundial. Necesitamos pararnos sobre nuevas bases, libres explotación, donde nuestras infancias sean verdaderamente libres y felices.