Sociedad

17/3/2023

El negociado detrás de la venta de entradas para el partido entre Argentina y Panamá

Costaban hasta $49.000, y las ganancias se las llevan empresarios amigos de Massa.

Sergio Massa.

La venta de entradas para el partido de fútbol en el que se enfrentarán Argentina y Panamá el próximo jueves 23 de marzo estuvo signada por una polémica particular. DeporTick, el sitio web que comercializó los boletos, pertenece a un empresario que está ligado al ministro de Economía del Frente de Todos, Sergio Massa.

La AFA tercerizó la venta de entradas en DeporTick, que reemplazó a Autoentrada. El dominio de internet de esa empresa está en manos de Marcela Viviana Faroni, diputada de la Legislatura bonaerense por el Frente Renovador que lidera Massa. La ticketera es propiedad de Javier Faroni, empresario teatral y hermano de la congresista.

Javier Faroni es el típico empresario argentino. No solo goza de los beneficios del Estado, también tiene denuncias por evasión fiscal. Fue legislador provincial por el Frente Renovador entre 2015 y 2019. Además, ocupó un lugar en el directorio de Aerolíneas Argentinas entre diciembre de 2019 y febrero de 2022. Desde su lugar como titular de Aerolíneas, forjó una amistad con Claudio Tapia, el presidente de la AFA.

La venta de entradas para ver al combinado nacional que dirige Lionel Scaloni es un negoción. Según Clarín (16/3), solo por venta oficial, “se proyecta una recaudación de 1.300 millones de pesos, de los cuales DeporTick se quedaría con el 15% (unos 200 millones de pesos)”.

El proceso de compra de tickets se caracterizó por su lentitud, lo que motivó la bronca de los más de 1.400.000 hinchas que hicieron fila online para adquirirlos. Las entradas fueron cuestionadas por sus altos precios; una general partió de los $12.000 y la platea más cara costaba $49.000. Para una porción significativa de la población trabajadora argentina resulta imposible pagar semejantes montos.

A Faroni se le han abierto las puertas de otros negocios. Será el encargado de realizar una muestra sobre las selecciones argentinas campeonas del mundo en La Rural, en la cual se exhibirán camisetas, copas, objetos personales de los jugadores y varias cosas más.

DeporTick, además, es la compañía encargada de la venta de entradas y abonos en el club Tigre, institución relacionada fuertemente a la familia Massa. El ministro está vinculado al mundo del fútbol. Fue una pieza clave en la asignación de los derechos para la televisación de los partidos, un negocio que mueve millones de dólares.

Sergio Massa, que aterrizó en el ministerio de Economía en agosto del año pasado, está aplicando un ajuste brutal contra los trabajadores: tope salarial del 60%, rebajas en las jubilaciones, recortes de los planes sociales, tarifazos, entre otros. Y mientras realiza esto, le entrega negocios a empresarios amigos. Lo de Faroni es tan solo un ejemplo.

Los empresarios vinculados al ministro, José Luis Manzano, Daniel Vila y Mauricio Filiberti, compraron Edenor, y se benefician de las licitaciones de AySA, la empresa de agua presidida por Malena Galmarini (Filiberti es dueño de la firma Transclor S.A, principal proveedora de AySA). Este tipo de prácticas clientelares como las que realiza Massa son reproducidas por el grueso de los políticos del establishment. La vicepresidenta Cristina Fernández le ha otorgado el negocio de la obra pública en Santa Cruz a Lázaro Báez. El otrora presidente Mauricio Macri le entregó el mismo negocio a Nicolás Caputo.

La miseria de los políticos capitalistas se manifiesta hasta en la venta de entradas para el partido en el que muchos trabajadores argentinos se reencontrarán con los campeones del mundo.