Sociedad
4/6/2024
La corrupta Pettovello le encomienda al corrupto Albino la entrega de alimentos
El mercader de la pobreza y del hambre de los Wichi.
Seguir
Pettovello y Albino.
El gobierno vuelve a delegar la escasa asistencia social en manos de verdaderos “gerentes de la pobreza”. En medio del escándalo por la retención de seis mil toneladas de alimentos y contrataciones fraudulentas en el Ministerio de Capital Humano, Sandra Pettovello acaba de firmar un convenio con la Fundación Conin, liderada por el pediatra oscurantista Abel Albino, integrante del Opus Dei, para que distribuya parte de esa mercadería a través de sus comedores y merenderos.
Según trascendidos, luego de que el Ejército lleve los alimentos acopiados desde los depósitos de Villa Martelli y Tafí del Valle a los 64 centros de distribución que hay en el país, Conin comenzaría repartiendo, en principio, los 460 mil kilos de leche en polvo (equivalente a 4 millones de litros). Dentro de esa cantidad, cerca de 40 mil kilos vencen el 7 de junio, con lo que difícilmente lleguen a ser entregados a tiempo.
La leche desperdiciada se suma a los 40 kilos de arroz con hortalizas que expiraron dentro de esos depósitos por culpa del gobierno que tomó la decisión política de dejar pudrir la comida antes que dársela a los comedores populares, perjudicando así a miles de familias que dependían de esa asistencia para poder comer todos los días. Un accionar lisa y llanamente criminal cuando una de cada cuatro personas padece inseguridad alimentaria en el país, según los datos de la UCA.
Ahora, tras haber incumplido el plazo estipulado en la orden judicial para presentar un plan de entrega de los alimentos retenidos y luego de los allanamientos producidos en ambos depósitos, Pettovello improvisa este nuevo convenio con Conin mediante el cual la ONG recibe subsidios millonarios por parte del Estado a cambio de realizar esta tarea. El gobierno que pretende justificar el desabastecimiento a los comedores acusando a las organizaciones sociales de “lucrar” con los pobres, es el mismo que dirige fondos públicos a las iglesias para que estas oficien de “intermediarias” de la asistencia social. El corazón de esta política es el rechazo a la universalización de la asistencia social.
De hecho, las pocas partidas de alimentos que entregó el gobierno desde que asumió fueron destinadas a organizaciones del clero. Se trata de apenas 1.132.491 kilos de comida (la sexta parte de lo retenido en los depósitos) repartidos entre el Obispado de Lomas de Zamora, el de Lanús-Avellaneda, Conín, Cáritas y diferentes parroquias y comedores ligados a instituciones religiosas. En cambio, ni un paquete de arroz recibieron los comedores comunitarios que sostienen a pulmón las compañeras y compañeros del movimiento piquetero, que encima deben soportar calumnias y allanamientos por parte de un gobierno que está envuelto en hechos gravísimos de corrupción.
El gobierno que siembra sospechas en la población sobre la transparencia de las organizaciones sociales firma este convenio con una ONG que fue investigada en el año 2020 por haber estado a cargo de nueve centros de Prevención de la Desnutrición Infantil en la provincia de Salta entre 2014 y 2019, bajo el mandato de Juan Manuel Urtubey, recibiendo por ello cuantiosos subsidios a través del ex Ministerio de Primera Infancia (posteriormente disuelto), sin producir ningún avance en el combate contra este flagelo. Por el contrario, durante ese período, las muertes de niños por desnutrición y deshidratación en el norte salteño no hicieron más que aumentar.
Albino y su gente vieron en las carencias que sufren las comunidades Wichi la oportunidad de hacer un negociado a costa del erario público, con el apoyo de Urtubey y del Obispado de Orán. Ellos son los verdaderos “gerentes de la pobreza”, no los luchadores y luchadoras de los barrios que tejen lazos comunitarios para parar la olla y salen a las calles conscientemente a reclamar por sus derechos más elementales. El oficialismo presenta a las organizaciones piqueteras como asociaciones ilícitas, mientras deposita la entrega de comida en manos de los verdaderos malversadores de fondos públicos.
Salta a la vista que la intención del gobierno es destruir a los comedores barriales que funcionan como un espacio de organización colectiva de los sectores más explotados para salir a luchar contra el ajuste. Prefiere que la población que es hambreada por sus políticas acuda en ayuda del Opus Dei y reciba su predicamento basado en la resignación frente a las injusticias y en preceptos retrógradas que están al servicio de dividir a las mayorías populares.
Sin ir más lejos, el propio Abel Albino es recordado por sus dichos misóginos y homoodiantes. Es recordado por haberse presentado en el Congreso en 2018, en el debate sobre el aborto legal, a decirle a las mujeres que no tengan relaciones sexuales para no abortar, planteando que “deben esforzarse por ofrecer al hombre su virginidad tanto física como moral”. También sostuvo que el preservativo “no funciona” para prevenir los embarazos ni las infecciones de trasmisión sexual, lanzando el disparate de que el VIH podía “atravesar la porcelana”. Anteriormente había afirmado en una entrevista que “la homosexualidad es un problema”.
Hasta llegó al punto de responsabilizar a las familias de la desnutrición infantil planteando que “es una enfermedad cultural propia de sitios en los que al acto sexual (…) se lo suele llevar a cabo compulsivamente, bajo los efectos de una vehemencia descontrolada e irracional que pretende la mera satisfacción de un placer instintivo por parte del varón”. Con este agente de la reacción se asocia Pettovello, ampliando su llegada para que siga impartiendo pautas de sometimiento sobre las mujeres más empobrecidas.
Nos gobiernan unos hipócritas movidos por el único interés de que los sectores más postergados no levanten cabeza frente a sus políticas de empobrecimiento sistemático. A estos inmorales que tienen secuestrada hace cinco meses la comida de los comedores mientras el pueblo pasa hambre hay que echarlos con la fuerza de la movilización callejera.
