La denuncia fue realizada el miércoles 12 de mayo a las 22 hs por la madre de tres menores de 16, 14 y 2 años, manifestando que sus hijas salieron de Vichigasta hacia la ciudad de Chilecito aproximadamente a las 18 hs y no regresaron. Intervino la unidad regional II de Policía, a través de la Comisaría Vichigasta, solicitando la averiguación de paradero de las tres menores.

Finalmente, el viernes 14 la policía de la provincia informó que lograron comunicarse con el padre de las menores en Bolivia, quien les manifestó que se encontraban en Potosí.

La noticia causó aún más repudio, cuando desde la policía de Chilecito indicaron que el padre habría contratado un chofer para buscar en una camioneta a las menores y llevarlas a Bolivia sin autorización, usando rutas “alternativas”, lo que conformaría un delito.

Está claro que el gobierno provincial y la policía tratan de eludir las responsabilidades políticas y dejan en evidencia como en veinticuatro horas se puede salir de la provincia y del país, pasando incluso las fronteras, sin tener ningún tipo de control.

Ante la desaparición de personas las primeras horas son fundamentales, y se debe iniciar la búsqueda en forma inmediata, como lo indica el Alerta Sofía que se activa en casos de niños, niñas y adolescentes desaparecidos que puedan encontrarse en extremo peligro. En este caso, la policía de Chilecito activó el alerta 12 horas después.

A pesar de que no existe ninguna norma que exija un plazo de 12, 24 ni 48 hs de una persona desaparecida, en las fuerzas de seguridad y en la justicia está instalada la práctica de esperar veinticuatro horas con la presunción de que se fue por su voluntad. Pero esta “espera” es un crimen frente a las estadísticas alarmantes que indican que en nuestro país una mujer muere cada veinticuatro horas y cientos son captadas por las redes de trata, situación que se ha profundizado en el contexto de pandemia con las políticas de ajuste de los gobiernos que hunde aún más en la miseria a las familias trabajadoras exponiendo a mujeres, niños y jóvenes a una situación de violencia y extrema vulnerabilidad.

Desde el Plenario de Trabajadoras estamos impulsando la formación de comisiones de mujeres y de la diversidad en los barrios para poder debatir y organizarnos contra las diferentes violencias que vivimos diariamente, ante un gobierno ajustador que no actúa cuando se trata de niñas y mujeres pobres y migrantes, y muestra su desprecio al condenarnos a vivir en la miseria. Con ese espíritu nos preparamos, asambleas mediante, para participar del II Encuentro Nacional del Plenario de Trabajadoras a realizarse este 26, 27 y 29 de mayo.