Sociedad
27/5/2025
La Justicia sí se mancha: escándalo en el juicio por la muerte de Maradona
La jueza Julieta Makintach promovía un documental privado a expensas de proceso.
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Tribunal Oral en lo Criminal N°3.
El juicio que aborda las eventuales responsabilidades penales por la muerte de Diego Maradona se encuentra en una etapa crítica, luego del escándalo desatado por la revelación de que la jueza Julieta Makintach, que integra el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro para este caso, se encontraba realizando un “proyecto audiovisual” para su eventual comercialización, con supuestos acuerdos con productoras internacionales. El juicio por la justicia para la familia Maradona es utilizado como un producto mercantil más por la Justicia y es presentado como un show por los medios de comunicación, poniendo de relieve la verdadera naturaleza de una Justicia de clase, con intereses ajenos a la búsqueda de la “verdad”.
El desenlace de este juicio, que comenzó el 11 de marzo de este 2025, resulta llamativo aunque no inesperado: el tratamiento que los medios de comunicación le dieron al tema orilla el de los proyectos de la jueza impugnada, destacándose los programas con largas horas de “informes” amarillistas, grotescos, sensacionalistas e intriguistas, para captar la atención de los televidentes y/o lectores.
El juicio que tiene a siete imputados –entre ellos profesionales médicos y de la prestadora de salud- amenaza con volver a fojas cero en caso de fallarse la nulidad de todo lo actuado, en vistas a que las decisiones de la jueza Makintach estarían viciadas por el eventual interés en la realización del supuesto proyecto documental y no en la búsqueda de justicia. Otra variante es el apartamiento de la jueza cuestionada, e incluso la posibilidad que todo siga como si nada.
En estos momentos circulan por los medios de comunicación y las redes sociales parte del material que la jueza habría filmado en las instalaciones de los Tribunales de San Isidro, dando cuenta de la “versatilidad” del Poder Judicial cuando de negocios se trata. Misma conducta que se siguió en las audiencias del tribunal, con un camarógrafo privado en sala. Si bien no hay registros de autorizaciones oficiales de los organismos públicos, está claro que la jueza Makintach se manejó con total discrecionalidad hasta que, por lo burdo de lo obrado, el escándalo salió a la luz con la denuncia de una de las partes del juicio.
La utilización del proceso que investiga la muerte del ídolo nacional y mundial del fútbol como un trampolín a la fama personal y como fuente de negocios para capitales privados diversos sigue los vericuetos del entorno dañino y mercantil que durante gran parte de su carrera ha rodeado a Maradona, y que su hija Dalma supo calificar como unos “chupasangres”.
La jueza Makintach no se encuentra imputada de ningún delito, aunque se prevé que lo sucedido pueda encuadrarse en alguna conducta tipificada, como “incumplimiento de los deberes de funcionario público”, “tráfico de influencias” o “negociaciones incompatibles con la función pública”.
Por otra parte, la jueza fue suspendida en su cargo como docente de la Universidad Austral, donde daba clases, debido a la exposición en el caso.
El tratamiento que la Justicia le da al caso de Maradona, tanto como el que le otorgan los medios de comunicación, replica las mismas conductas y artimañas que se utilizan habitualmente contra los trabajadores, con operaciones, falsedades e intereses privados en juego, donde lo que manda son los intereses privados y el poder. Nada del show alrededor de esta causa tiene que ver con la búsqueda de justicia para Maradona y su familia.
Esta utilización de Justicia es la misma que realiza el gobierno cuando se vale de los estrados judiciales para perseguir activistas y luchadores, montando causas truchas y adornando a periodistas para que ponga en marcha un “show mediático” que busca la condena social –e incluso penal- de quienes se oponen verdaderamente al gobierno y sus planes de ajuste, como ocurre actualmente contra el Polo Obrero.
La Justicia burguesa no está al servicio de la población sino de los capitalistas y sus operadores políticos y privados. Justicia para Maradona y su familia.
