Sociedad

11/11/2020|1609

TRAS EL DESALOJO

La lucha de Guernica continúa

Luego de la represión se intensifica la organización y acciones de las familias sin tierra.

Andrés Ojo @ojoobrerofotografia.

Si el gobierno de la provincia de Buenos Aires, con Axel Kicillof a la cabeza y su ministro Andrés Larroque, pensaba que la lucha de la recuperación de tierras de Guernica se iba a terminar con el megaoperativo represivo ejecutado a fines de octubre, no pudieron estar más equivocados.

La iniciativa de las familias de Guernica y las organizaciones solidarias se multiplicó desde las primeras horas posteriores al desalojo, con un corte en la Ruta 210 y una movilización hacia el municipio de Presidente Perón. Los vecinos y las organizaciones tuvieron que resolver, por sus medios, cómo alojar a decenas de familias que no contaban con ningún allegado que les brindara un techo tras el desalojo.

Otra reacción inmediata produjo una fuerte movilización en el microcentro porteño y en decenas de provincias y ciudades del país, al día siguiente, en repudio a la represión del gobierno provincial y a la política de desalojos violentos del presidente Alberto Fernández y los gobernadores. Ya señalábamos que el propio desalojo de Guernica se inscribía en la antesala de la misión el FMI, como una garantía más para el capital financiero.

Rápidamente comenzó la campaña del gobierno de difamaciones contra las familias de Guernica y la izquierda, para intentar controlar el daño provocado, inclusos en las propias filas, con la respuesta represiva.

A los pocos días se impulsaba una numerosa movilización a la Municipalidad de Presidente Perón para reclamar contra la intendenta de los negociados inmobiliarios, Blanca Cantero. Otra jornada importante se reproducía el 4 de noviembre, esta vez por las calles de ciudad de La Plata, hacia Desarrollo de la Comunidad y la Gobernación.

Una conferencia de prensa de familiares y de la izquierda tuvo que salir a desmentir las provocaciones y mentiras del gobierno, que pretendía instalar una campaña macartista, al tiempo que seguía negándole las tierras a las familias.

El pasado sábado 7 volvió a convocarse una asamblea general de la recuperación de tierras de Guernica, donde resolvieron continuar un plan de lucha, esta vez con un corte en Ruta 210 (Guernica) y una nueva movilización al municipio de Presidente Perón.

Mientras los vecinos despliegan todas estas iniciativas por sus reclamos, los funcionarios de Kicillof continúan con el juego de las cifras truchas, hablando de que se habría solucionado la situación habitacional de más de 700 familias. Esto se choca de lleno con la realidad de los vecinos y vecinas, quienes no solo manifiestan que no han tenido ninguna propuesta concreta del Estado ni se les ha notificado nada acerca de las supuestas 11,5 hectáreas que el gobierno habría dicho que estaban a su disposición, sino que justamente han sido estos mismos quienes tuvieron que albergar a las familias que no contaban con ningún techo transitorio tras el desalojo.

No solo esto, sino que las familias no cuentan con ninguna asistencia alimentaria por parte del Estado, otra razón para que los vecinos y vecinas se sigan organizando. El pasado lunes 9, el Polo Obrero y algunos familiares inauguraron el comedor “Por el derecho a la tierra” en el barrio peronense de San Martín, a unos pocos metros de las tierras de las cuales fueron desalojadas las familias de Guernica.

Este 11 de noviembre tuvo lugar otra jornada de lucha, con corte en Ruta 210 y movilización a la intendencia de Presidente Perón. Está más que claro que las familias no han desistido en su lucha por el acceso a la tierra y que la represión del gobierno es solo un capítulo de una historia con final abierto.

En el medio, las familias de Guernica se han convertido en un polo de reagrupamiento de los distintos procesos de recuperación de tierras de todos el país, con un precongreso por la vivienda y otras instancias que sirven para organizar y darle una salida al déficit habitacional que padecen millones de personas en el país.

Viva la lucha de Guernica. Tierra ya para las familias, basta de negocios inmobiliarios. Guernica puede ganar.