El jueves 12 de mayo ocurrieron de forma simultánea dos movilizaciones por parte de los hinchas del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, ambas con una sola consigna: “¡Que se vayan todos, elecciones ya!”. La primera de ellas se realizó frente a las puertas cerradas de la sede de Av. La Plata 1.700, ya que al mismo tiempo debía realizarse la reunión de Comisión Directiva en la que se buscaría aprobar el presupuesto y el balance del club, y que debía tratar también la renuncia (informal) a la presidencia del club presentada días atrás por Marcelo Tinelli. La segunda fue frente a la vinería de Matías Lammens, uno de los dirigentes de la institución y ministro de Turismo y Deportes de la Nación. “Lammens el ladrón del siglo”, o “poné la fecha”, refiriéndose al llamado a elecciones que el ministro realizó de forma no oficial en su cuenta de Twitter, eran algunos de los carteles que tapizaban el local comercial.

Para evitar el contacto con los manifestantes, la dirigencia decidió virtualizar la reunión de Comisión Directiva, lo que aumentó la bronca de los hinchas. Obviamente los más apuntados por la movilización son Horacio Arreceygor (el actual presidente del club y burócrata sindicalista del gremio de la televisión), Lammens y Tinelli. Pero también podría mencionarse a Carlos Rosales, ex tesorero del club y responsable de la quiebra de Garbarino -un hombre a quien conocemos de sobra por la importante lucha que dieron los trabajadores de la empresa por sus salarios.

Esta no fue la primera movilización de los hinchas azulgranas; de hecho existe un contexto constante de pedido de los hinchas de renuncia a la Comisión Directiva y elecciones extraordinarias lo antes posible. Esto se debe a los desmanejos del club, que han coincidido en los últimos meses con malos resultados deportivos.

Los cánticos de “que se vayan todos, que no quede ni uno solo” y contra la dirigencia se han escuchado en cada uno de los últimos partidos y especialmente en las dos marchas multitudinarias del último 23 de marzo y 7 de abril de este año que surgieron de forma independiente vía redes sociales. La primera se realizó frente al predio de Av La Plata y se alzó con la consigna “Marchemos para que se marchen” en donde se reclamó por elecciones en un lapso de 120 días y se inició una colecta de firmas masiva en pos de la renuncia de la dirigencia actual. Posteriormente, el 7 de abril, movilizaron más de 4 mil hinchas al Ministerio de Deportes de la Nación, donde se encontraron con más de 600 efectivos policiales en busca de contener la movilización.

Hay que recordar que esta hinchada se ha caracterizado históricamente por su rechazo a la dictadura militar, que devino en la pérdida de la cancha (en cuyo terreno hay actualmente una megasucursal de una firma francesa de supermercados) y el descenso del club; y que en los últimos años protagonizó múltiples movilización por la vuelta (desde el estadio de Bajo Flores) a Boedo, proyecto que apoyó el FIT-U en la Legislatura con el voto de Gabriel Solano que afirmó: “fue una verdadera lucha popular, con marchas a Plaza de Mayo, a la embajada francesa y hasta piquetes en la puerta de Carrefour”.

Ante el fuerte rechazo a su gestión, el conocido conductor televisivo y empresario Marcelo Tinelli renunció a fines de abril a su cargo de presidente del Club Atlético San Lorenzo de Almagro de forma no oficial vía un comunicado en su Instagram personal. Comunicado que él mismo borró y que ahora no se sabe en qué quedará. A su vez, Lammens el miércoles 4/5 anunció las elecciones anticipadas en una carta no oficial, junto a un “llamado a la unidad”. Esta ambigüedad muestra dos cosas: por un lado, sienten la presión de los hinchas movilizados y buscan calmar las aguas; por otro, maniobran para quedarse en el club y evitar perder sus negociados y un espacio que los ayuda en sus carreras sindicales y políticas.

Ante la crisis económica, dirigencial y futbolística que atraviesa el club, y con los antecedentes de la hinchada cuerva, podemos tener en claro que las movilizaciones van a continuar. Denunciamos las maniobras de Tinelli y Lammens para mantenerse en sus cargos y evitar la convocatoria a elecciones. Al mismo tiempo, advertimos contra cualquier tentativa de usar una elección anticipada como terreno para reemplazar una camarilla empresaria (Tinelli-Lammens) por otra.

Tenemos que hacer realidad la consigna coreada en las movilizaciones: “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”. Fuera las camarillas empresarias y las barras bravas que se apropian de los clubes. Recuperemos los clubes para sus hinchas y socios.