Sociedad
7/5/2024
Milei con Infantino de la Fifa: el fútbol para pocos
El presidente se reunión con el mandamás de la Fifa en su lobby en defensa de los negocios privados.
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Milei busca apoyo en la Fifa.
El presidente Javier Milei se reunión con el presidente de la Fifa, Gianni Infantino, en su viaje a los Estados Unidos, en el marco de las fuertes presiones gubernamentales y capitalistas por el ingreso directo de capitales privados en el fútbol argentino y la privatización de los clubes de fútbol. El esquema de Milei pretende imponer un fútbol de unos pocos para otros pocos, entregado a las corporaciones mercantiles.
Las presiones en el mundo del fútbol para modificar la normativa que habilitaría a los clubes –luego de votaciones amañadas y condicionadas- a convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) se extienden día a día, con Milei y sus funcionarios (como el caso del ex Frente de Todos Daniel Scioli) a la cabeza, y un séquito de directivos de clubes argentinos que van mostrando la hilacha, como el caso de Andrés Fassi (Talleres de Córdoba), Juan Sebastián Verón (Estudiantes de La Plata) y más “disimuladamente” Jorge Brito (River Plate).
Según informó el vocero presidencial devenido en secretario, Manuel Adorni, la intención del encuentro de Milei con Infantino fue “dialogar sobre algunos modelos de negocio y acerca del esquema de financiación que hoy tienen los clubes de fútbol en la República Argentina”.
Para Milei y compañía el fútbol argentino es un terreno de negocios formidables, calculados en inversiones por más de mil millones de dólares para una primera etapa. La disputa con la actual dirección de la AFA, a cargo del Claudio “Chiqui” Tapia, es sobre el control de dicho negocio, hoy en mano de directivos y “gestores” con un modelo de cuasi gerenciamiento privado.
El agravante de la propuesta de Milei y compañía es la exclusión definitiva de los socios en la gestión y organización de sus clubes, hoy apartados, en gran medida, por el copamiento de las directivas vaciadoras y los negocios privados que se cuelan en el fútbol: el origen de la crisis actual del fútbol argentino es, justamente, producto de la penetración de capitales privados y negocios, no de su ausencia.
Fútbol para unos pocos
Tal es la orientación privatista de Javier Milei y La Libertad Avanza que el gobierno no adquirió los derechos de televisación para la próxima Copa América, lo que implica un escándalo nacional, incluso a sabiendas de que se trata de un negocio redondo.
Los derechos de televisación quedaron en manos de Telefé y Torneos y Competencias, en un campeonato cuyos ingresos por publicidad se estiman en 80 millones de dólares. La señal de estas televisadoras solo llega a 9 provincias del país, dejando sin acceso a más de la mitad de las jurisdicciones provinciales y sus habitantes.
El gobierno no solo no quiere que el Estado argentino haga “buenos negocios”, sino que en su afán de garantizar los negocios privados deja a gran parte de la población sin fútbol.
Lo mismo ocurre con los proyectos privatistas en el fútbol nacional, donde las remodelaciones de los estadios y los esquemas de acceso a los mismos son organizados en función el acceso de personas con un alto poder adquisitivo, ya sea por el encarecimiento de las entradas, la incorporación mayoritaria de plateas y palcos preferenciales y/o experiencias gastronómicas, sistemas de puntaje, etc.
Estas son las tendencias que se imponen internacionalmente donde el fútbol se encuentra total o parcialmente privatizado, donde incluso se escinde la propiedad del club de la propiedad de los estadios, y se rodea a estos últimos de diversos negocios inmobiliarios y del espactáculo.
El caso testigo de este modelo es el del Tottenham de Inglaterra, de propiedad del Enic Group de Joe Lewis, que luego de diversas inversiones pasó de un gasto promedio de sus hinchas dentro del predio de menos de 2 libras a 16 libras. Esto va directamente asociado a la exclusión de los hinchas con menores ingresos.
La mentira de Milei
El gancho “popular” de Milei para introducir las SAD y los capitales privados (principalmente extranjeros) es el supuesto florecimiento deportivo resultante del ingreso de estas inversiones. Sin embargo, se trata de un gran engaño ya que la lógica de los negocios no va atada necesariamente a la prosperidad deportiva de un club, además de significar la eliminación de toda la actividad social y deportiva que no resulte económicamente redituable.
🇨🇵 Descendió Troyes a 3ra division:
— 🥊𝕳 BARRAS DEL MUNDO ⚽🍺 (@Barras_LATAM) May 4, 2024
El equipo del City Group empato 1-1 ante Valenciennes y los Ultras del equipo empezaron a arrojar bengalas y a entonar canticos pidiendo que se vayan los dueños del club.
Troyes descendió 2 veces en 2 años, en 2022 estaba en primera división. pic.twitter.com/dowTuMDDXk
Como ejemplo de esto tenemos que el Troyes, equipo que compite en las ligas francesas perteneciente al City Group (dueños del Manchester City), acaba de descender por segunda vez consecutiva, pasando de la Ligue 1 a tercera división.
Milei no se cansa de citar al Manchester City como su ejemplo a seguir, pero los equipos de nuestro país bien podrían tener la suerte del Troyes. Es que el fútbol argentino se ha convertido en un deporte donde el negocio principal radica en la exportación de jugadores juveniles (y no tanto), y no en el desempeño local de los mismo. Esto queda de manifiesto en cada mercado de pases donde equipos enteros son desmantelados y luego rearmados con mayores deficiencias.
Quienes se pliegan a la campaña de Milei, posando en fotografías junto al presidente, lo hacen bajo la preferencia de que un fútbol “regulado” por el mercado sería mejor que el estado actual de las cosas: una impostura que busca liquida el último resquicio popular de este deporte, la participación de sus socios e hinchas.
Hay que superar la falsa oposición entre los privatizadores y los gerenciadores del fútbol con la recuperación de los clubes en manos de los socios, para ponerlos al servicio de la comunidad y sus aficionados y no de los intereses de los grandes grupos capitalistas.