Sociedad
2/1/2025
FÚTBOL
“Plata dulce”: cruce entre Verón y la “AFA” por los millones de Foster Gillett
El presidente de Estudiantes de La Plata avanza hacia la privatización del club, inyectando dinero externo.
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Sebastián Verón y Foster Gillet.
La disputa entre los promotores de una privatización directa de los clubes del fútbol argentino y la dirigencia de la Asociación del Fútbol Argentino sumó un nuevo capítulo con el cruce en las redes sociales entre el presidente de Estudiantes de la Plata, Sebastián Verón, y autoridades y allegados al presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, por el arribo de “inversiones” privadas a la entidad platense y declaraciones de Verón que lo refrendan como un abierto promotor del avance privado en los clubes a costa de los socios.
La polémica se desató esta vez por las declaraciones realizadas por Sebastián Verón en las que reivindica el camino emprendido por su gestión, en el marco de las tratativas aceleradas con el empresario estadounidense Foster Gillett para obtener una inyección de 150 millones de dólares a cambio de un porcentaje significativo de los ingresos (entradas, venta de jugadores, etc.) de la institución y distintas facultades que alejarían al club de sus socios.
El acuerdo en cuestión aún requiere de la aprobación de la asamblea de socios, en un escenario que parece encontrar algunas resistencias de sectores cercanos a la propia gestión de Verón –debido a las condiciones leoninas que se estarían pactando-, para lo cual Verón y su socio capitalista se valen de un mercado de pases millonario como “vidriera” del supuesto potencial de sellar un acuerdo que entregue el club a cambio de la promesa de un “equipo competitivo” y reformas edilicias.
Aquí se inscribe la reciente adquisición de Cristian Medina, sustrayéndole una figura a Boca Juniors (en medio de un conflicto contractual) a fuerza de cancelar la millonaria cláusula de rescisión fijada en 15 millones de dólares, con dinero proveniente del propio Gillett: algo que el club estaría lejos de realizar por su cuenta. Cabe agregar que el presidente de Boca, Juan Román Riquelme, es además vicepresidente de la AFA y cercano a Tapia.
La respuesta no tardó en llegar desde el entorno directo del presidente de la AFA, en boca de su Tesorero Pablo Toviggino –reconocido polemista oficialista en las redes-, quien señaló que el empresario se estaría convirtiendo en un mero acreedor de Estudiantes de La Plata debido a la incompatibilidad entre los deseos privatistas de Verón y sus socios con la legislación argentina en la materia.
Toviggino también señaló que el club está “contrayendo una deuda monstruosa, que solo podes garantizar con el patrimonio de Estudiantes Asociación Civil”, advirtiendo que lo que Verón está haciendo podría poner en riesgo la estabilidad económica de Estudiantes, a pesar de la buena fachada que intenta mostrar con la llegada de Gillett.
Mientras que por otra parte, Daniel Ferreiro, exdirigente de Nueva Chicago y hombre de Tapia en el Ascenso, dejó trascender la idea de que de concretarse el acuerdo Verón-Gillett Estudiantes de La Plata quedaría excluido de las competencias de la AFA debido a la incompatibilidad con los estatutos de la asociación.
Más allá de las idas y vueltas en las redes sociales, no existe ninguna claridad si desde la AFA tomarán alguna postura activa contra este tipo de privatización encubierta, siendo que este fenómeno se replica a menor escala en muchos clubes, con la injerencia de capitales externos, financistas y negocios de todo tipo. O si, por el contrario, se limitará a bajarle el precio a la apuesta de Verón y Gillett torciendo las condiciones de juego en contra de Estudiantes para esta experiencia se convierta en lo contrario de lo que intenta ser, lapidando el proyecto de Sociedades Anónimas Deportivas.
A pesar de la demagogia de la conducción de Tapia está claro que los negocios y capitales privados ya han penetrado profundamente en el fútbol argentino. La discrepancia solo radica en si este proceso debe ser tutelado por los gerenciadores del fútbol y si corresponde abrir el juego a los capitales internacionales y sus dólares frescos: los socios e hinchas son excluidos de una u otra variante, y relegados al papel de meros espectadores… y consumidores.
Tal es así la cosa que el propio Tapia viene de sacarse la foto con el vocero presidencial Manuel Adorni y la secretaria presidencial Karina Milei, ambos agentes de las SAD en el fútbol, aunque en el marco de varios fallos en favor de la AFA y de una desaceleración de Milei con el proyecto de las SAD del cual es promotor su “aliado” Mauricio Macri.
De una u otra forma es probable que la experiencia de Verón en Estudiantes de La Plata no conduzca a buen puerto, cuando los resultados no sean los esperados y las deudas se acumulen, habiendo hipotecado el club por una suma impagable: algo que ya se ha visto en el fútbol argentino y que ha terminado con el vaciamiento de las instituciones deportivas afectadas.