Sociedad

29/5/2023

¿Qué trajo la explotación del litio en Catamarca?

Perjuicios para la población, impuestos irrisorios y grandes ganancias para la multinacional Livent.

Proyecto Fénix en el Salar del Hombre Muerto.

Catamarca, particularmente el departamento de Antofagasta de la Sierra, es un claro ejemplo de que, con el modelo minero actual, la extracción de litio solo beneficia a las multinacionales que explotan el recurso mientras agrava el sufrimiento de los pueblos, acaparando y contaminando el agua potable.

Allí se encuentra funcionando el proyecto Fénix, ubicado en el Salar del Hombre Muerto, que está a cargo de la empresa estadounidense Livent, la cual acaba de fusionarse con la australiana Allkem (principal accionista de Sales de Jujuy), constituyendo la firma NewCo, cuya proyección hacia 2027 es llegar a producir 248 toneladas de litio, convirtiéndose en la tercera minera de litio a nivel mundial.

Desde su desembarco en Catamarca, solo ha producido daños ambientales y desfalcos al fisco. Sin ir más lejos, el 4 de febrero de este año, un camión cisterna contratado por la empresa derramó 1.032 litros de ácido clorhídrico en las inmediaciones del salar, poniendo en riesgo todo el ecosistema. Recordemos que el líquido vertido es uno de los más peligrosos que se utilizan para la disolución de metales.

A su vez, ya se secaron 11 km de vega del río Trapiche a causa del emprendimiento, desabasteciendo de agua dulce a las comunidades de la zona, que no solo la necesitan para consumo personal sino también para diversas actividades productivas como la nogalera, apícola, membrillera, olivícola, textil, vitivinícola, etc. Sucede que para para producir una tonelada de litio se necesitan 2 millones de litros de agua y Livent llega al punto de utilizar 650 mil litros por hora. Incluso, la minera construyó un acueducto para llevar agua del río Los Patos al salar, afectando su caudal. Esto es especialmente grave en una región donde el balance hídrico natural es negativo.

No solo que la producción de hidróxido de litio insume gran parte del agua dulce que yace en los acuíferos de la Puna, con el objetivo de obtener la máxima pureza del mineral, sino que además, la perforación de los salares para extraer la salmuera que luego se convertirá en litio tiene como consecuencia la salinización de esos acuíferos. Así las cosas, el agua que antes era apta para consumo humano dejó de serlo. Por otro lado, al finalizar el proceso, quedan residuos tóxicos que no reciben ningún tipo de tratamiento; solo son depositados en piletas que ya no se utilizan, y, de ese modo, se infiltran en las aguas subterráneas, contaminándolas.

La extracción de litio tampoco trajo prosperidad a la provincia. La pobreza en Catamarca alcanza 44,3% de los habitantes, uno de los índices más altos del país. A su vez, “cualquier persona que conozca Antofagasta de la Sierra sabe que, en los últimos 20 años, en lo que respecta a servicios básicos esenciales y a las necesidades de la gente, las cosas están igual que siempre. No hay electricidad las 24 horas del día, no hay buenos accesos, no hay acceso a la salud y a la educación” (Agencia Tierra Viva, 25/5). Lo cierto es que en el rubro prima el empleo tercerizado, con salarios por debajo de la línea de pobreza.

Como vemos, los pulpos mineros nos dejan el pasivo ambiental y se llevan las riquezas. Tal es así que las regalías mineras representan apenas el 1,68% de los ingresos fiscales de Catamarca. Por un lado, porque las compañías tributan por ese concepto solo el 3% del valor en boca de mina, y, al mismo tiempo, proliferan las prácticas de evasión impositiva. La propia Livent subfacturó exportaciones de litio por U$S 800 millones entre 2018 y 2019.

La explotación del litio en la Puna no tuvo como correlato una mayor industrialización del país, puesto que las empresas exportan la materia prima extraída en suelo local pero la tecnología se produce en el exterior. Livent, por ejemplo, exporta el litio con el que automotrices foráneas como BMW y Tesla fabrican autos eléctricos. Con lo cual, tampoco contribuye aminorar el uso de combustibles fósiles en el país.

Sin embargo, tanto el gobierno nacional, incluida Cristina Kirchner, como los gobernadores del norte de los distintos colores políticos (Quintela, Jalil, Sáenz y Morales) proponen profundizar este esquema de saqueo, con el único objetivo de recabar los dólares necesarios para seguir rescatando la deuda externa, a costa de la salud del pueblo trabajador y de su territorio. Son los políticos responsables de haber bloqueado la Ley de Humedales en el Congreso en defensa del lobby minero y del agronegocio.

Es necesario romper con esta subordinación colonial, nacionalizando bajo control obrero el comercio exterior. Esto permitiría circunscribir la exportación de recursos naturales solo a aquellos países que, a cambio, nos den tecnología; terminando así con la matriz primarizante y el atraso nacional. A su vez, es preciso desarrollar una minería de litio que sea amigable con el ambiente, para lo cual se debe nacionalizar ese recurso estratégico y ponerlo bajo la supervisión de un comité compuesto por los propios trabajadores, la comunidad científica, los vecinos y las organizaciones socioambientales del lugar. Dicho programa solo lo puede impulsar una alternativa de la izquierda y los trabajadores que lucha contra los políticos capitalistas garantes de esta entrega.