Sociedad
13/6/2024
FÚTBOL
¿Vuelve Villa al fútbol argentino?: cuando los negocios valen más que las condenas
El presidente de Independiente de Rivadavia, Daniel Vila, quiere traer al controvertido futbolista condenado por violencia de género y denunciado por abuso sexual.
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Sebastian Villa.
El posible retorno del futbolista Sebastián Villa, condenado por violencia de género y denunciado por abuso sexual, ha desatado una fuerte polémica en el fútbol argentino, protagonizada por la cuestionable decisión y los argumentos flojos del empresario y presidente de Independiente de Rivadavia Daniel Vila, y por un negocio que no tiene miramientos ni consideraciones sociales, culturales y de género, de ningún tipo.
El jugador colombiano, quien fue separado del plantel del club Boca Junior a mediados del 2023 –solo cuando existió condena firme en su contra, sin tomarse medidas preventivas por parte de la directiva xeneize-, fue eyectado del fútbol argentino como consecuencia de sus acciones, llegando a fines del 2023 a ingresar al PFK Beroe que milita en la liga de Bulgaria, muy lejos de los principales centros de atención futbolísticos.
Ahora, el presidente del club Independiente de Rivadavia (equipo recientemente ascendido desde la segunda división) anunció un acuerdo verbal con Sebastián Villa para su incorporación al plantel en el próximo mercado de pases, que tiene lugar las próximas semanas.
Daniel Vila intentó fundamentar sus gestiones afirmando en declaraciones públicas que “cualquier persona tiene derecho a una segunda oportunidad si cometió un error”. Pero lejos de tratarse de un “error” estamos ante la comisión probada de un delito por violencia de género, con una condena a prisión (excarcelable) de dos años y un mes, y la denuncia de otro delito por abuso sexual, con un acuerdo económico extrajudicial que, al tratarse de delitos de acción privada, bloquea el avance de cualquier proceso judicial.
Lejos de lo que intenta presentar Vila, el jugador Sebastián Villa no ha pasado ni por asomo por un proceso de “reinserción social” y/o replanteo de sus conductas, sino que se ha mantenido relativamente impune debido a su capacidad económica, siendo la afectación de su carrera futbolística la única consecuencia directa de sus acciones.
Vale hacer hincapié en esto debido a que el fútbol argentino (y mundial) está plagado de futbolistas y dirigentes que reproducen estas mismas conductas violentas al exterior y al interior de las instituciones deportivas que integran. El regreso de Villa bajo estas condiciones es una señal de impunidad que favorecerá la continuidad de estas prácticas violentas y criminales. El caso más reciente es el de los cuatro jugadores de Vélez Sarsfield acusados por abuso sexual, que dio lugar a su separación del plantel.
Esto también fue expuesto por el colectivo Ni Una Menos de Mendoza desde donde rechazaron la eventual incorporación de Villa a Independiente de Rivadavia (equipo mendocino), señalando que “la rehabilitación (…) debe incluir una verdadera reflexión y reparación del daño causado, aspectos que no se ven en este caso” y que “la incorporación de Villa envía un mensaje erróneo a la comunidad, especialmente a las víctimas de violencia de género”.
Lo de Vila es de una mezquindad sobresaliente. El dirigente mendocino busca empatizar con el victimario sin mención alguna respecto a las víctimas. La “resocialización” que este menciona no se asienta sobre ninguna base ni política real. La gestión de Vila, incluso, disolvió el departamento de la mujer y el de diversidad de género creados por la gestión precedente. Mientras que en la comisión directiva del club no hay ni una sola mujer.
Vila no es ningún apóstol de las buenas intenciones. Se trata de un empresario que heredó el negocio de su padre con vínculos con Onganía y Videla. Es parte de la operatoria de Edemsa, la distribuidora eléctrica de Mendoza, la central hidroeléctrica Ameghino y el holding de medios América. Junto a José Luis Manzano y Mauricio Filiberti controla la mayoría accionaria de Edenor. Además de haber aparecido en el escándalo de los Pandora Papers.
El presidente de la Lepra Mendocina solo ve una oportunidad de negocios, utilizando la condición de Villa no para desenvolver una política inclusiva y de género sino para hacerse de una incorporación a bajos costos de un jugador que la institución no podría costear de no mediar una situación penal y condena social de por medio.
Debido a su desempeño futbolístico en Bulgaria, Villa había atraído la atención del principal club de dicho país, el Ludogorets, donde casi tenía contrato firmado y la puerta para competir en la Champions League. Sin embargo, la incorporación se detuvo intempestivamente y a última hora por decisión del club, probablemente por las circunstancias que rodean al jugador.
Un eventual regreso de Sebastián Villa al fútbol argentino refuerza la impunidad de los violentadores y abusadores en el fútbol y en el deporte más en general. Más allá de las cuestiones legales y punitivistas, esta situación deja planteada la necesidad de conformar comisiones de género independientes en todos los clubes, como parte de la organización de los y las socias y aficionados y aficionadas para intervenir sobre esta situaciones y erradicar la violencia de género y los abusos del fútbol.