Universidad
19/12/2024
Congreso de la Fuba: sin plan de lucha para 2025
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Congreso Fuba.
El movimiento universitario empezó a consolidarse como uno de los principales factores de resistencia a las políticas de ajuste y privatización del gobierno de Milei. El observatorio de la UCA recientemente publicó un uniforme que señala que a pesar de la baja de la inflación la pobreza aumentó 5 puntos en el tercer trimestre de 2024 en relación a 2023 (de 44,7% a 49,7%), la indigencia pasó del 11,9% al 12,9%. No solamente eso sino que se constituyó como un canal de bronca de todo un sector de jóvenes y trabajadores que tuvo su pico de concentración política el 23 de abril y el 3 de octubre.
La crisis social repercute directamente en estudiantes y trabajadores que estudian. Entre 2021 y 2022 en las universidades públicas solo se graduó el 23,7%, según índices del Ministerio de Educación. Ahora bien el problema de la deserción se intenta encuadrar en las “carreras largas” para justificar el recorte de las mismas y la preeminencia de los negociados con el sector privado, cuando el problema es el desfinanciamiento presupuestario, el cierre de comisiones como consecuencia de que haya menos horarios para cursar, la falta de becas, etc.
Esta política general del gobierno de Milei no la lleva adelante en soledad sino que lo hacen de la mano de las fuerzas políticas tradicionales que comparten la agenda, y esencialmente el papel de la burocracia sindical. No hace falta irse muy atrás para verlo retratado: hace días Aduba firmó un bono de $9.000 para las últimas categorías y $35.000 para la exclusiva. ‘
En todo este contexto se desarrolló el congreso de la FUBA.
Congreso
El congreso de la Fuba transcurrió sin mayores movimientos más que un recambio de autoridades con vastas irregularidades como es usual. Desde la poca difusión del congreso para promover la participación estudiantil, pasando por la acreditación de delegados truchos como en el caso del LAI en Agronomía, o los delegados de Somos Libres que acreditaron por Nuevo Espacio (AFV), como en el caso de Vete.
De los 130 delegados que votaron 68 votaron la lista “En defensa de la educación pública”, lista integrada por la Franja/Nuevo Espacio, la UES, el MLI, Somos libres. Encabezada por el EDI (agrupación de Nuevo Espacio en Psicología) y su vice de Exactas; 37 cartones por la lista “Universidad nacional y popular de Buenos Aires”, integrada por La Cámpora, encabezando el frente con la titularidad de la Secretaría General y con el frente Patria Grande, Movimiento Evita y otros grupos. 15 votos para la lista “La izquierda en la UBA”, que consagró la unidad de la izquierda, y se integró por el Partido Obrero, el PTS, Izquierda Socialista, el MST y el Nuevo más. Finalmente, la lista colectora de la Franja, el frente universitario “22 de noviembre”, integrado por la JUP y SUR, conquistó 10 cartones con el voto de variable independiente, que se encontraba integrado a un grupejo kirchnerista (Económicas) y el FEI (filo).
La incorporación de Somos libres (PRO Mileista) al frente del radicalismo con el peronismo retrata de cuerpo entero los entramados de la situación política hoy. Una federación en manos de un grupo que tiene una alianza con la agrupación estudiantil que reivindica un gobierno que celebra un superávit fiscal construido sobre la base de la caída estrepitosa del gasto por la política de la motosierra que, entre otras cosas, está generando la asfixia presupuestaria en educación.
El frente de los K no se diferenció del contenido de la convocatoria al congreso, mientras que desde la UJS presentamos una moción que buscaba trazar la perspectiva hacia el congreso. Esto no sorprende por la política de clausura que tuvieron durante los últimos meses, donde fueron parte del levantamiento de la emergencia presupuestaria, las tomas y cualquier medida que plantee la continuidad de la lucha. Expresa el problema de la contención y los bloqueos que tenemos que superar para darle un cauce del desarrollo al movimiento estudiantil.
Desde la UJS fuimos a plantear un debate sobre el contenido del congreso, con la perspectiva de que sea un punto de reagrupamiento con el activismo para votar un plan de lucha. Siguiendo la perspectiva de organización con independencia política que trazamos durante todo el proceso de lucha.
La unidad de la izquierda
Como dato de la elección, se logró constituir un frente que exprese la unidad de la izquierda. Un frente compuesto por el PO (10 delegados), PTS (3 delegados), IS (1 delegado) y la incorporación del más (1 delegado). El MST se incorporó con 0 delegados.
El frente “La izquierda en la UBA” se gestó al calor de comprender la necesidad de conformar un verdadero bloque de oposición en un cuadro donde la integración política del reformismo y del kirchnerismo es cada vez mayor. Con esta formulación, logramos defender las dos secretarías que ya teníamos y pelearemos por defender la orientación independiente de las gestiones y los gobiernos en la federación.
La lucha que se viene
Para defender la universidad hay que llevar una lucha a fondo por profundizar experiencias con el movimiento popular constituido por estudiantes y trabajadores que se puso de pie. Para eso es clave la pelea por las direcciones: centros de estudiantes, federaciones y gremios.
El 2025 iniciará con grandes movimientos a partir de lo que se puede esperar como un resquebrajamiento del plan económico del gobierno, con un derrumbe de la inversión del 16,8% y del consumo del 3,2%.
En un escenario donde aún ni siquiera se discute un presupuesto 2025 que, de por sí y en su primer aparición, representa una escalada lesiva para la vida y el funcionamiento de la universidad. Con esta asfixia presupuestaria, expresada en estos salarios y presupuesto general, no es posible hoy pensar en un inicio con normalidad. Las autoridades llevan adelante la política del gobierno y avanzan en un “autoajuste” que se expresa en el avance de los convenios privados, en el debate del recorte de carreras, falta de becas, el éxodo docente, y más profundamente en el debate por la orientación social de la universidad.
Frente a un gobierno cuya orientación es incompatible con la universidad, hay que volver a poner el movimiento estudiantil de pie, con el método de la Fuba piquetera de lucha y organización. Para defender la universidad se tiene que ir Milei.