Universidad

30/4/2024

Sociales UBA

Después de un 23 de abril histórico ¿Cómo la seguimos?

Hay que organizar la continuidad de la lucha del movimiento estudiantil.

La UJS presente en la marcha educativa.

El pasado martes 23 de abril participamos de una de las movilizaciones más masivas de los últimos años. Más de un millón de personas marchamos en todo el país en defensa de la educación pública, de la universidad y de la ciencia. Se trató no solo de una movilización de estudiantes, docentes y no docentes de la comunidad universitaria, sino que contó con la participación del sector sindical, trabajadores, estudiantes y docentes de todos los niveles educativos. La masividad de la movilización fue una respuesta clara del conjunto del pueblo argentino para el gobierno de Milei: con la educación pública no.

La lucha viene desde hace rato

El movimiento estudiantil se está organizando en los lugares de estudio desde hace semanas. Asambleas masivas, clases públicas con corte de calle, cacerolazos, ruidazos y semaforazos son algunos de los ejemplos de acciones de lucha que se vienen llevando a cabo, en conjunto con la lucha docente y no docente. La magnitud de la problemática presupuestaria comienza también a renovar la importancia en el estudiantado por organizarse en defensa de la educación.

En este marco están surgiendo en varias universidades instancias de “estudiantes autoconvocadxs”, lo cual muestra, por un lado, el apetito estudiantil de organizar desde abajo el movimiento así como una exigencia de garantizar espacios de participación de todo el estudiantado en los lugares de estudio, frente al inmovilismo de los centros de estudiantes.

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En la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, desde el primer día de clases la UJS-PO puso de pie una orientación de lucha, opositora a la de la conducción del CECSo. A través de una gran campaña de firmas los estudiantes exigimos y logramos que la conducción del CECSo, la UES, convoque a una asamblea. Allí se deliberó y se votó de conjunto un primer plan de lucha así como la fecha para una segunda asamblea, que la conducción no ha garantizado hasta ahora.

La conducción del centro de estudiantes desarticula la lucha estudiantil e impide desarrollar la continuidad de un plan de lucha. A pesar de ello logramos desarrollar medidas votadas en la primera asamblea como un ruidazo en las puertas de la facultad, un gran cacerolazo en el cual logramos movilizar en los alrededores de la facultad, así como un semaforazo. Estas medidas contaron con la participación de docentes y no docentes y evidencian que todo el sector ansía luchar. Asimismo, la lucha del sindicato AGD viene siendo fundamental, como se vio expresado en la semana de clases públicas con corte de calle.

La 15 y UES: integración a las autoridades

La orientación de la conducción de nuestro centro es evidente: desarticular la lucha del movimiento estudiantil. Se trata de un centro de estudiantes integrado políticamente al rectorado, que impulsa desde hace mucho tiempo una agenda privatista y negociados con distintos sectores. La propia UES llegó a proponer convenios con el sector privado (Banco Galicia) en la facultad.

Este bloque venía de impulsar medidas tan limitadas como la de lanzar un petitorio “Cuidemos lo que funciona; cuidemos la UBA”. Como si fuese poco, impulsaron acciones marginales unilateralmente, a espaldas del estudiantado, sin votarlas ni en la CD (comisión directiva) ni en la asamblea, como fue el caso de la propia vigilia previa a la movilización del 23.

En este cuadro, los estudiantes ven con preocupación la parálisis de su centro y convocan a instancias paralelas. Esta saludable acción de los estudiantes muestra que quieren tomar la iniciativa para organizarse y luchar, pero no debemos perder de vista la necesidad por recuperar el CECSo, ya que es la herramienta de los estudiantes y tiene legitimidad masiva.

Por otro lado, la lista 15 (La Cámpora, La Mella) se encuentra integrada a la gestión de la facultad; gestión que frente a la avanzada de Milei en el ahogo presupuestario resolvió trasladar el ajuste al interior de la facultad recortando el acceso al kit escolar para los hijos de los trabajadores no docentes de la facultad y, en las últimas semanas, cortando la luz en los espacios comunes del edificio.

Esta orientación ya la conocemos. Es la versión Milei “Hay 2027” de “Hay 2019”. Lejos de querer llevar a fondo la lucha, incorporan a les estudiantes a esa perspectiva. No obstante sabemos que ya fracasó: quienes propusieron que la alternativa de la salida al macrismo en la rebelión del 2018 constaba en integrar tanto gestiones en las facultades como el gobierno de Alberto; son quienes administraron el ajuste del Frente de Todos. Así lo hace en la Facultad de Ciencias Sociales la 15, ahora con Arias, antes con Mera.

No hay que olvidar que esta es la misma gestión que en 2022 quiso impulsar un acuerdo con Tolosa Paz para auditar planes sociales y ajustar a los más pobres ¿Esa es la orientación a la que queremos volcar nuestros conocimientos? Necesitamos superar esa experiencia y recuperar el carácter independiente y combativo del CECSo, para poder discutir la orientación social de la universidad y que esté al servicio de las necesidades populares.

Luego de años de desmovilizar, cooperación de los centros mediante, las autoridades de ambos bloques organizadores de la movilización del 23 sin lugar a dudas se vieron obligados a movilizar por la intransigencia del gobierno y por la presión de estudiantes, docentes y no docentes.
Lo que estas orientaciones aparentemente opositoras muestran y comparten es su inapetencia por organizar un plan de lucha de fondo y su disposición a negociar con el gobierno nacional.

Ocurre que ambos sectores de las autoridades vienen de impulsar agendas de privatización y arancelamiento a lo largo de los últimos años. Algunas muestras de esto son la reforma de los planes de estudio impulsados por el rectorado en distintas facultades, en las que quitan contenidos de las carreras de grado y lo trasladan a posgrados arancelados, o el aumento del 300% de la cuota de los posgrados impulsado por la gestión de Arias en 2023.

El gobierno de Milei viene con una ofensiva sin precedentes a fines de mercantilizar nuestros conocimientos; representa un interés necesariamente opuesto al de quienes estudiamos y trabajamos en la universidad, por lo que negociar con este gobierno es sino iluso e incoherente, riesgoso para la garantía de nuestros derechos.

Las autoridades, a diferencia de les estudiantes docentes y no docentes, no se juegan a fondo la defensa de la educación pública, solo les interesa garantizar su propio lugar en el esquema de privatizaciones y arancelamiento, para lo cual necesitan contar con las cajas del Estado y los recursos de las universidades.

Defendamos la independencia política frente a las autoridades

Los intereses de las autoridades de la facultad son claros: cogobernar y defender sus cajas. El rectorado, integrado por Franja Morada y sectores del peronismo, tiene en el propio Congreso a representantes del radicalismo el que no da quórum para el tratamiento del presupuesto universitario después de participar de la marcha educativa, y que acaba de votar la Ley Bases.

En este cuadro de brutal ataque a la educación pública, la salida que tenemos que organizar los estudiantes tiene que ser llevar a fondo la disputa. No se trata de una radicalidad discursiva, sino una comprensión política de qué intereses defendemos: los derechos de quienes habitamos la facultad. La lucha por el aumento de presupuesto es también la lucha por el aumento del salario docente y no docente; la lucha por la defensa de la calidad de los contenidos de nuestra cursada y de la orientación social del contenido de nuestras carreras, que estén al servicio de las necesidades sociales.

Para ello debemos valernos de una herramienta fundamental: la independencia política del Estado, tanto del gobierno nacional como de las autoridades universitarias de todos los colores políticos. Tenemos la responsabilidad política de recuperar nuestras herramientas gremiales para que los centros de estudiantes vuelvan a estar a disposición de las necesidades del estudiantado.

¿Cómo la seguimos?

El canto fue claro: con una marcha no va a alcanzar, necesitamos plan de lucha nacional. La masividad de la movilización mostró la disposición a luchar en defensa de la educación; ahora es momento de potenciar ese ánimo, organizarlo y traducirlo en un plan de lucha.

Para hacerle frente a la ofensiva del gobierno de Milei, necesitamos la organización y continuidad de un plan de lucha en nuestros lugares de estudio. El CECSo tiene que convocar a asamblea para que podamos seguir definiendo de conjunto medidas de presión y visibilización, sean sentadas en el rectorado, cacerolazos, movilizaciones y otras medidas de fuerza, así como la confluencia con las luchas docentes y no docentes, y de todos los sectores que están siendo atacados por este gobierno.

No hay proceso histórico que se repita de la misma forma dos veces, pero sí tenemos como movimiento estudiantil la tarea de estar una vez más a la vanguardia de la lucha, por nuestro derecho a la educación y para todas las generaciones a futuro.

“Tenemos que hacerle morder el polvo al gobierno y derrotarlo”
Gabriel Solano fue el orador en un acto del Partido Obrero, realizado este 1 de mayo. –
prensaobrera.com