Universidad

23/11/2024

Económicas – UBA: la complicidad de La Cámpora en el recorte de los planes de estudio

Facultad de Económicas

En la última sesión del Consejo Superior (miércoles 13/11) de la UBA, se aprobaron las reformas regresivas de los planes de estudio de Economía y Administración. Actualmente están avanzando reformas similares en Sistemas de Inf. de las Organizaciones y en las dos carreras de Actuario (que se fusionarán en una sola, perdiendo formación específica); el año que viene se reformará Contador Público.

Desde el Movimiento por Económicas ya habíamos alertado que son reformas regresivas, porque están orientadas a suprimir contenido. Las autoridades de la Facultad (Nuevo Espacio-Franja Morada) buscan producir profesionales con menor formación y más baratos, bajo el eufemismo de “adaptarse al mercado laboral”. Pero también aprovechan la volteada para eliminar los pocos elementos con abordajes sociales y críticos, característicos especialmente de la carrera de Economía. En este último caso, la tanda de supresiones y sustituciones es amplia, e incluye la destrucción de la cátedra de “Derechos Humanos y Poder Económico” fundada por Norita Cortiñas. Se trata de una reforma aún más ambiciosa, en cuanto a la reestructuración del programa, que la de 1995.

Sin embargo, el dato que se destaca de este proceso ha sido la negativa de La Cámpora (“Proyecto Económicas”) a rechazar la reforma de los naranjas. Veamos los detalles de este pacto.

Un prontuario delincuencial

La Cámpora sacó pecho del desarrollo político que mostró en las últimas elecciones de la UBA (hubo foto con CFK y todo). Pero en el momento más álgido de la lucha universitaria, la situación los pintó entero de naranja. Intentaron boicotear las asambleas, tomas y cualquier plan de lucha en cada facultad. También colaboraron en participar en actividades organizadas por el Rectorado que, adrede, fueron realizadas al mismo tiempo que acciones de lucha convocadas por estudiantes (es decir, que buscaban desagotarlas e invisibilizarlas). Siempre aludiendo a que el veto es una herramienta constitucional y que hay que bancársela hasta 2025 ó 2027. 

Máximo Kirchner confesó públicamente que esta estrategia desmovilizadora se debe a que están orientados a las elecciones, con la expectativa de un eventual retorno del peronismo al gobierno. Pero esta política de “desensillar hasta que aclare” le está costando muy cara al movimiento universitario. Por ejemplo, lo llevó a no poder arrancarle ninguna conquista importante al gobierno después de la enorme movilización del primer cuatrimestre. 

Proyecto de Franja Morada

A pesar de que entre los pasillos se estaba desarrollando un debate y un interés en el tema, el kirchnerismo sólo había convocado a una reunión abierta para “hablar” (sin resoluciones) sobre estas reformas. Ahora, decidieron no movilizar al Consejo Superior ni presionar contra su aprobación. Desde el Movimiento por Económicas nos hicimos presentes junto con docentes afectados y la AGD, pero La Cámpora sólo se acercó con un grupo aproximado de cuatro militantes que se retiraron cuando su consejero ingresó a la sesión. La Mella, haciendo calco y copia, brilló por su literal ausencia.

El punto más grave de la jornada se dio una vez en sesión. Para decepción de la docencia crítica que se había acercado, el camporismo se limitó a votar abstención por las reformas. Las mismas fueron aprobadas sin que quede registrada ninguna oposición en la votación.

            Los consejeros K eran conscientes de que necesitaban acompañar este ataque de la gestión radical para contar con su aval cuando se inviertan los papeles. Como fuerza política, el kirchnerismo intenta avanzar con reformas similares en las facultades donde ocupan la silla de decano (Sociales, Filo, Exactas). Este favor, entonces, muestra que La Cámpora forma parte plena del régimen de camarillas, negociados y vaciamiento de la Universidad de Buenos Aires. Mientras la universidad pública corre riesgo de desaparecer, los distintos sectores de las autoridades buscan ser ellos el vector del ajuste al interior de la facultad.

Perspectivas

Estas reformas no sólo están orientadas a acortar las carreras, sino que preparan el terreno para el desembarco de los famosos títulos intermedios. Gradual o bruscamente, cada vez habrá que pagar más por cursos arancelados y maestrías que nos enseñen lo que hasta hoy formaba parte de nuestra formación gratuita. Igual que en el pasado, Económicas es la punta de lanza del recortado en materia de avances privatistas.

Existe una demanda genuina de un sector del estudiantado de aprovechar las nuevas herramientas existentes y actualizar contenidos que a todas luces han quedado obsoletos. No es lo que se hace con esta reforma, que de manera inconsulta recorta la carga horaria, limita los contenidos, y sigue sin brindar estas herramientas. Estudiantes y trabajadores docentes debemos ser los protagonistas del proceso de discusión; las reformas de nuestros planes deben ser procesadas mediante instancias interclaustro de carácter democrático. Pero no como formalidad, ni ritual, ni capricho; sino que es el método para que un cambio de plan se guíe por nuestras necesidades (y no por la línea de mercantilización del conocimiento que defienden las autoridades). El problema de la reforma no se agota en sus formas, en que sea inconsulta, antidemocrática, sino en su orientación de vaciamiento y recorte. Las formas anti-democráticas son necesarias para imponer este contenido particular.

Más a fondo, desde la UJS entendemos que la situación crítica de la universidad plantea una tarea al activismo que pretende defenderla. Contra el rol que están jugando estas autoridades vaciadoras y la subordinación que imponen en los centros de estudiantes dirigidos por sus patas estudiantiles, necesitamos apostar por la organización estudiantil con independencia política tanto frente al rectorado como frente a estas “Franjas Moradas camiseta suplente”. Necesitamos consolidar un movimiento independiente de los gobiernos y de las autoridades porque es el único método que nos permite dar la pelea por lo nuestro.

Encarada de este modo, la lucha universitaria tampoco es una isla. La pulseada por la educación pública en general, y por una formación crítica en particular, se inscribe en la batalla política más general que enfrenta al pueblo trabajador contra un gobierno que no para de propinarle golpes. Las agrupaciones estudiantiles debemos encarar esta discusión: la continuidad de este gobierno es incompatible con la defensa de nuestras condiciones de estudio y de vida.

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