Universidad

27/8/2024

El Consejo Superior de la UNGS vota un ancla para el aumento de las becas académicas

Otra vez la gestión descarga el peso del ajuste sobre la comunidad educativa, con el apoyo del Centro de Estudiantes.

Universidad Nacional de General Sarmiento.

Durante la tarde del pasado miércoles se trató en el Consejo Superior la actualización de los montos para las becas académicas y de estudio.

Para las becas de estudio, se votó a favor un aumento del 150%. Si bien parece una buena noticia, y desde la banca de nuestra compañera Daiana Cabrera, votamos a favor en este punto, las becas de ayuda económica siguen significando un monto muy disminuído en relación a las necesidades de cualquier estudiante: hoy contemplan para los estudiantes cursantes $51.347 en dos cuotas (una en cada semestre), un poco más de $25.000 cada vez. El libro de PSEC (materia que cursamos todxs lxs estudiantes de la UNGS) para poner un ejemplo, está un poco más de $12.000. Casi la mitad de la beca. A esto hay que sumarle el transporte, el menú que está cada vez más caro y pequeño, y las fotocopias (60 pesos el simple faz). Con la actualización, para 2025 alcanzaría un monto anual que ronda los $128.000 pesos, o, $64000 semestral. 

El punto más destacado es la modificación sobre las becas académicas. En primer lugar, que en lugar de 3 actualizaciones al año, los becarios van a recibir 4 (trimestralmente). Pero lo más importante fue la votación de una reforma que implica un ajuste tremendo sobre los bolsillos de los estudiantes. ¿Qué se incorporó? Que estas becas no pueden significar más del 16% del presupuesto de gastos de funcionamiento. Por primera vez, la gestión de la universidad logró imponer un techo a este aumento, lo que implica que hoy los becarios tienen una cláusula ancla en el monto que cobran. Esto fue gracias a los votos de la mayoría de los consejeros, excepto contadas excepciones, como las de los compañerxs de Graduadxs al Frente UNGS (que integra nuestra compañera Daiana) y otra compañera docente. 

Mención aparte merece el Centro de Estudiantes, cuyos representantes no solo votaron a favor de esta medida de ajuste y control sobre los montos de las becas, sino que salieron a festejarlo, adjudicándose ser parte de la negociación que “logró este aumento”. 

¿Qué hay detrás de este techo?

Las becas académicas representan para muchos estudiantes una oportunidad de formarse dentro de la misma universidad en docencia y/o investigación a la vez que continúan con sus estudios. En el caso de les graduades suele ser una de las primeras experiencias de acercamiento laboral en estas áreas. Aún así, aunque se cumplen tareas fundamentales de investigación y docencia, las becas no incluyen obra social o aportes, es decir, los derechos básicos de cualquier trabajador de la universidad. 

Estas se encuentran sujetas a los aumentos de las paritarias docentes. Si pensamos en un contexto como el actual, donde las paritarias tuvieron un aumento de un 70% desde diciembre, la cláusula ancla votada por El Puente y el FUNYP estaría representando un ajuste aún más brutal que el que está sufriendo la docencia, ya que por más que se aumente el salario docente, las becas estarían congeladas por el techo votado en el consejo superior por los mismos que dicen velar por nuestros derechos.

El Puente y el FUNYP justifican este aumento alegando que en promedio, año a año, las becas solo han significado alrededor del 14% del total del presupuesto. En el proyecto original, presentado en la comisión de Presupuesto, la gestión había planteado un techo del 14,5%, que la presidencia del CEUNGS “heroícamente” habría aumentado a 16%, cuando la realidad es que, años anteriores, los porcentajes han superado hasta este número: Las becas de investigación y docencia en el 2022 alcanzaron el 19-18% y en 2023 el 20-17%. 

Otra vez pagamos los platos rotos

Sin dudas, los que siguen pagando la motosierra de Milei son los estudiantes y trabajadores de la universidad. En lugar de funcionar como organizadores de la defensa de la universidad pública, la gestión universitaria avanza administrando pasivamente el ajuste del gobierno criminal de Milei. Bajo esta estrategia, la comunidad educativa solo puede salir perdiendo. 

Necesitamos una segunda marcha educativa, que ponga de pie las universidades nuevamente por un mayor presupuesto, donde se integre todo lo que quedó por fuera del 270% de aumento de mayo: becas bien pagas, que contemplen aportes y obra social, becas de apuntes, de comedor y de ayuda económica que permitan a un estudiante sostenerse en la cursada, la terminación de las obras de infraestructura y su mantenimiento, insumos como computadoras nuevas, y para los laboratorios,y sin dudas, un salario docente y no docente que recomponga el poder adquisitivo de los profesionales de la universidad. Vamos por la triplicación del presupuesto y por derrotar todo el plan de Milei en educación. 

Esto sólo será posible si estudiantes, docentes, nodocentes y graduadxs activamos de manera independiente. La gestión de la universidad y los sindicatos, dirigidos por el peronismo, ya eligieron su estrategia: esperar y negociar, priorizando su recomposición hacia el 2025. Si seguimos su camino, ponemos en riesgo el derecho de lxs trabajadorxs y el de sus hijxs a acceder a la educación superior. Frenarle la mano a Milei es una tarea urgente, que debemos retomar cuanto antes. 

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prensaobrera.com