Universidad

13/11/2025

Elecciones de centros y consejeros estudiantiles en la UNLP

Una preparación para la pelea que se viene

Se reeligieron 16 de 17 conducciones de los centros de estudiantes

Este 5, 6 y 7 se desarrollaron las elecciones estudiantiles en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). En ella se definieron las conducciones de los centros, y también los consejeros directivos que elegirán a los decanos a principio del año que viene, y posteriormente al presidente en la Asamblea Universitaria. 

Con una alta participación estudiantil, las elecciones no arrojaron grandes cambios, ya que se reeligieron 16 de 17 conducciones de los centros de estudiantes. En ese cuadro, hubo un relativo retroceso de la Franja Morada, que perdió la conducción de 1 de los 10 centros que controlaba, y retrocedió en su votación en prácticamente todas las facultades.

El peronismo, que dirige la FULP con un frente que aglomera a todas las agrupaciones, se presentó incluso más atomizado que en el pasado, atravesado por la crisis de su propia fuerza política. Con votaciones que igualmente crecieron relativamente respecto al año pasado, la agrupación más beneficiada fue la JUP, fuerza asociada al gobernador Axel Kicillof y al intendente Julio Alak, que además de retener Humanidades y Medicina logró ganar el centro y la mayoría de consejeros de Psicología a través de La Jauretche, desplazando a Franja Morada. A su vez, logró quedarse con la mayoría de los consejeros en Veterinaria a través de la agrupación La Pinto (Sean eternos) + Osmosis, aunque en este caso por poco la Franja logró retener el centro. En Arquitectura a través de Fuera de Escala, también de la misma corriente, se quedó con el consejero por la minoría, desplazando a Agite estudiantil, la organización autonomista que ostentaba esa representación durante los últimos años. A su vez también metió un consejero por la minoría en Trabajo Social, con la agrupación Ramón Carrillo.

Por su parte, La Mella (Patria Grande), la corriente de Juan Grabois, retuvo el Centro de Estudiantes de Artes creciendo en votos, y creció en votos en Económicas (Muece), aunque quedando a poco de ganarle el centro a Franja Morada, aunque retrocedió en Humanidades y Medicina. La Cámpora volvió a ganar Periodismo y sumó algunos votos más en Artes.

El Miles, agrupación alineada a la burocracia sindical de la CGT y a Kicillof y Alak, retuvo el centro de estudiantes de Trabajo Social, y cayó en su votación en el resto de las facultades. Por último, Liberación-Corriente Nuestra Patria, también del peronismo, retuvo el centro de estudiantes de Naturales.

Por ahora, el Rectorado domina los centros                                                                                                    

Los resultados de las elecciones muestran que un sector mayoritario de los estudiantes han sido ganados, al menos por ahora, a la orientación general del Rectorado. Radicales y peronistas comparten la gestión de la Universidad repartiéndose los cargos, y dominan en sus distintas variantes los 17 centros de estudiantes. 

Al mismo tiempo, podemos señalar que el peronismo logró capitalizar un rechazo de lxs estudiantes a la amenaza que representa Milei, aún con una campaña donde no cuestionó su gobierno y se limitó a promocionar propuestas para garantizar la permanencia estudiantil en la universidad en este cuadro crítico. Es por eso que su discurso estuvo centrado en las reformas en los planes de estudios, la flexibilización en los regímenes de aprobación, la incorporación de prácticas laborales para encontrar trabajo y los títulos intermedios para recibirse más rápido. A su vez, esto estuvo reforzado por la inversión millonaria por parte de las autoridades para la construcción de buffets y otros espacios estudiantiles, que fueron promocionados como logros propios de las conducciones de los centros, y que son la moneda de cambio de Fernando Tauber para recibir los votos de todas las fuerzas como futuro rector (el cual sería su 3er período). Esto instaló la idea de que los estudiantes “avanzamos” e inclusive vendió la idea de un progreso general de la Universidad desligado de la ofensiva general que está sufriendo.

Franja Morada fue impulsora de esta misma política, y posiblemente por eso mantuvieron su predominio en 9 centros de estudiantes. Pero a pesar de ello, es evidente que sufrió el golpe del radicalismo a nivel más general por su política de colaboración más decidida con el gobierno libertario. Así se explica la derrota en Psicología y su retroceso en casi todas las votaciones, a excepción de Arquitectura y Medicina. Su colaboración con Milei tampoco le permitió evitar perder votos con la corriente libertaria ULLA, tanto en Económicas como en Derecho, sufriendo así un desgaste por ambos frentes.

Este predominio de las fuerzas del Rectorado ha constituido en el movimiento estudiantil verdaderas burocracias sindicales, que contienen las luchas por cuenta y orden de las autoridades. Se suman así a la contención de la lucha por el salario por parte de la burocracia sindical peronista de ADULP y ATULP, que limitaron la intervención docentes a paros aislados, en función exclusivamente de presionar al Congreso para que sancione de la Ley de Financiamiento Universitario.  Esta “parlamentarización” del reclamo imposibilitó no solo la intervención docente, sino también un accionar estudiantil que históricamente se encendió a partir de estas peleas. Fue así que pudo predominar un cuadro de pasividad, que imposibilita sacar las conclusiones de qué lado se coloca cada corriente política a la hora de defender la universidad contra el ataque brutal de Milei.

Nuestra campaña

Nuestra campaña estuvo orientada a denunciar el carácter irreconciliable del gobierno de Milei con la universidad pública, poniendo de relieve el peso de su ataque que ha dado paso a una renuncia masiva de docentes, deserción estudiantil creciente y fuga de cerebros del sistema científico. De la mano de esto, denunciamos la colaboración de las agrupaciones radicales y peronistas que en vez de utilizar los centros para organizar e impulsar la lucha estudiantil, los utilizan para promocionar junto a las autoridades la adecuación de la universidad a esta política ajustadora y privatista. Esto se verifica en su negativa a convocar a las asambleas y su boicot constante a las iniciativas de lucha como las movilizaciones y las tomas. Abiertamente planteamos la necesidad de centros de lucha para enfrentar a Milei y el ajuste de las autoridades, retomando los métodos históricos del movimiento estudiantil, con los cuales hemos defendido la gratuidad y conquistado derechos fundamentales como el comedor y el boleto. De la mano de esto, colocamos la necesidad de defender las carreras de los recortes que se preparan y el carácter reaccionario del sistema de créditos que quieren implementar. Esta orientación la promovimos desde las listas unitarias de la izquierda y el activismo, que lograron defender un lugar en la elección, siendo lo más destacable lo sucedido en la Facultad de Artes, donde a pesar del cuadro adverso general, logramos un 8,3%, con picos de 15% en Plástica, 12% en Música y 10% en Cine.

Más allá de los resultados, nuestro posicionamiento buscó desarrollar la conciencia de los estudiantes y prepararse para una intervención que más temprano que tarde se volverá necesaria para defender la universidad pública y gratuita, teniendo a los centros como herramientas indispensables para una lucha en defensa de lo propio.

Esta intervención fue diferencial de nuestra corriente en relación al resto de la izquierda. En el caso del PTS, su campaña nuevamente estuvo apoyada en el electoralismo de presentarse como las listas “de Myriam Bregman y Nico Del Caño”, absteniéndose de una pelea concreta en la elección estudiantil. Otras fuerzas como La Revuelta-OST (ruptura del Nuevo Mas) optaron por una campaña de propaganda abstracta (Por las rebeliones del mundo) sin conectarla con la elección de centro, a su vez que evitaba polemizar con el peronismo, su papel en los centros de estudiantes y su colaboracionismo con el gobierno de Milei.

Párrafo aparte merece Agite estudiantil que evitó denunciar a Milei, y rechazó una vez más una lista con la izquierda en nombre de “conservar” su lugar como segunda fuerza, que de todas formas fue arrebatado por el peronismo.

Para la UJS, la elección es preparatoria de cara a lo que se viene, donde la izquierda debe trabajar en organizar al movimiento estudiantil de cada facultad en torno a la defensa de la Universidad, de cada uno de los reclamos, y contra los ataques que provienen del gobierno de Milei y de las autoridades peronistas y radicales que son cómplices. Es fundamental la pelea para que crezca una perspectiva de independencia política en cada facultad que pueda disputar la dirección del movimiento estudiantil, y no solo hacer propaganda o electoralismo.

Lo que se viene 

Los resultados electorales en principio ratifican que Tauber será votado como próximo rector de la universidad, en su tercer mandato. De igual manera, es probable que los cambios que se produzcan puedan generar algunas crisis dentro del pacto de co-gobierno peronista-radical, que reacomoden la repartija de cargos y recursos.

Tauber será electo para llevar adelante una política en la que coinciden todos: avanzar decididamente en la aplicación del Sistema de Créditos Universitarios (SACAU), acordado con el gobierno de Milei y su antecesor Alberto Fernández. En términos generales, las medidas que fueron promocionadas por radicales y peronistas como “herramientas para avanzar” responden a esta contra-reforma universitaria.  Este sistema implica el recorte de todas las carreras de grado a 4 años con la obtención de un título desvalorizado, pasando los contenidos específicos a”materias”, que sean factibles de arancelar. A su vez, todos los contenidos serán medidos en referencia a “créditos” equivalentes a cantidad de horas, estableciendo un valor de cambio para poder trazarlos en un mercado común con las universidades e institutos privados. Esto ya ha tenido avances importantes con la reforma del plan de estudios en Económicas y Humanidades, y el recorte del último año de Matemática en Exactas.

Con esta reforma las autoridades pretenden llevar a fondo los planteos establecidos por la Ley de Educación Superior Menemista que rige desde el ‘95, la cual impulsó el “autofinanciamiento” de las universidades con la venta de contenidos como salida al recorte del presupuesto estatal, y su adecuación a los intereses de los grupos capitalistas, degradando la formación integral para llevarla a los conocimientos rudimentarios que piden las empresas.

Si bien esto tuvo un límite con la rebelión popular del año 2001, que evitó el arancelamiento completo, esta orientación siguió filtrando en la UNLP con los siguientes gobiernos. Bajo la excusa de una “modernización” que mejore la salida laboral y la fluidez de los estudiantes entre las instituciones, ya han recortado las incumbencias de títulos y reformado planes de estudios sacando materias para vender en el posgrado, comprimiendo contenidos con las cuatrimestralizaciones, recortando horas de clases, y financiando la investigación con los “servicios a terceros”.

Sin embargo, esta orientación ajustadora y privatista, no va a imponerse sin sobresaltos y reacciones de lxs estudiantes, que puedan cambiar la situación. En principio, porque la victoria de Milei, llevará a un ajuste más agudo, que acelerará la necesidad de las autoridades en avanzar a fondo y rápidamente sin gradualismos. Allí donde avance un recorte de materias o del plan de estudios será una oportunidad para impulsar la intervención estudiantil y denunciar esta orientación en lo concreto. A su vez, es probable que se agudice la lucha por su aumento el año entrante, producto de la profundización del ajuste y el desinfle de la ilusión de una derrota electoral del gobierno que no fue. Esto de la mano de la lucha contra las reformas laboral y jubilatoria que pretende barrer con derechos históricos de la clase obrera. Ahora mismo, los sindicatos han tenido que convocar a un paro de tres días por la no aplicación de la Ley de Financiamiento Universitario por parte de Milei.  El recrudecimiento del conflicto salarial, también abre un escenario más auspicioso para la participación estudiantil y un cambio en la subjetividad de los estudiantes.

Desde la UJS, tendremos que empeñarnos en ayudar a que se desenvuelva un movimiento de lucha en la universidad que conquiste todos los reclamos, cuestione la orientación de las autoridades y pelee junto al pueblo por echar a Milei y su gobierno, que es incompatible con la universidad pública. ¡Manos a la obra!

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