Universidad

27/2/2023

Exactas UBA: nuevo decano, más privatización

Con el apoyo de Patria Grande, "Willy" Durán buscará avanzar en reformas privatistas.

Willy" Durán, Valeria Levi y Kicillof.

El 1 de agosto de 2022, la Facultad de Exactas y Naturales de la UBA oficializó la asunción de sus nuevas autoridades, con Guillermo “Willy” Durán como nuevo decano. Con la integración de Patria Grande a la gestión, y detrás de aparentes discursos progresistas en materia de género e integración regional de la Facultad, el discurso inaugural de Durán anticipó una política de recorte de carreras, reformas de planes de estudio en pos de las “necesidades del mercado” y enlaces directos con empresas privadas para la gestión de recursos propios. Una hoja de ruta digna de Yacobitti pero con banderas “nacionales y populares”.

Willy Durán, el catalizador del rectorado

La fractura del bloque de profesores y graduados, junto al resultado de las elecciones en la Facultad, reconfiguró parcialmente el escenario de la FCEN. En detrimento del sector de Reboreda y La Cámpora, asumió la gestión de la facultad Willy Durán, quien se autodefine en Twitter como “Alfonsinista en los 80, hoy con Axel”, en relación a su pasado reformista y su presente en el ala científica ligada a Kicillof.

Acérrimo defensor de los recursos propios, Durán se abrió paso al decanato desde el instituto de cálculo de la facultad, tejiendo relaciones con “el sector productivo”. Fue clave en los acuerdos de Exactas con Shell, pero su arribo también se dio de la mano de un acuerdo de integración a su gestión con Patria Grande – La Mella (el FEM, en la facultad), a cambio de los votos necesarios para el cargo. Así, Willy, el reformista, consiguió la venia del capital y de quienes se autodenominan opositores al rectorado reformista. Sonríe pícaramente el reformismo de Viamonte 430, que envió como muestra de apoyo al ex vicerrector, Juan Pablo Más Velez, a la sesión extraordinaria de Consejo Directivo que consagró a Durán.

A confesión de partes…

El discurso de Willy marcó los lineamientos fundamentales que buscará materializar durante su gestión. Uno de sus pilares será la reforma integral de las carreras de la Facultad, incluído el CBC. Lejos de reformas progresistas, y en línea con la declaración de principios realizada por Emiliano Yacobitti, con motivo de su asunción como vicerrector de la UBA, Durán planteó lisa y llanamente “carreras no tan extensas, títulos intermedios y vínculo desde los planes de estudio con el afuera, que es algo que nos falta”.

Lógicamente, carreras más cortas implican recorte de materias y contenido. Títulos intermedios implican, a su vez, degradación del conocimiento con una visión más generalista y menos específica de cada una de las áreas de estudio. En este sentido, Durán también buscará armar una nueva carrera general para la facultad, la “Licenciatura en Ciencias Exactas y Naturales”.

El punto inicial para su plan de reformas, según lo explayado en el discurso, será la carrera de Computación y Química, avanzando en una modalidad híbrida de cursada y con la creación de nuevos posgrados. De fondo, la política de Durán, en línea con el rectorado, es la acreditación de las carreras de la Facultad a la Coneau, algo que nunca pudo pasar por la resistencia de estudiantes y docentes.

Exactas se vende

Finalmente, el último punto de la exposición de la nueva gestión fue la cuestión del presupuesto. El flamante decano destacó que los recursos “hay que salir a buscarlos”, en alusión a sus amigos del “sector productivo”. El modelo es el de recursos propios: recursos por fuera del presupuesto asignado por la Universidad, garantizados por entidades privadas y cámaras del mismo sector a cambio de prestaciones de Exactas.

Durán entiende la modernización de la FCEN como la adaptación de la facultad a un esquema nacional que tiene a la Ciencia como último orejón del tarro, con un presupuesto que sólo representa el 0,31% del PBI. Es la adaptación al ajuste en Ciencia y Tecnología y al ajuste del rectorado sobre la Universidad. La salida sería, entonces, la entrega de los recursos humanos, del conocimiento y de espacios de la Universidad Pública a empresas contaminantes como Shell o quienes estén dispuestos a poner el dinero faltante. Y en una lógica de mercado, donde quien pone el dinero dirige el proyecto, no sería una locura pensar que serán estas mismas empresas quienes intervendrán en las reformas de las carreras en base a sus necesidades, así como en la proliferación de posgrados.

Patria Grande – FEM, el peón del rectorado

Para llevar a cabo todas estas políticas, Durán busca el mayor consenso posible dentro de la facultad. La fractura de la camarilla gobernante no debe confundir a nadie. Finalmente, Willy llamó a la unidad de todos los sectores, incluida La Cámpora y el sector de Reboreda.

Sin embargo, el dato saliente dentro de las fuerzas políticas de la facultad es el rol que cumplirá el FEM – Patria Grande. En una profundización en su política de integración, en el 2022 decidieron dar abiertamente su apoyo a Willy Durán a cambio de dos secretarías en la gestión. Quienes en las elecciones estudiantiles se autodenominaban “La única agrupación independiente” ahora forman parte del gobierno de la facultad, convirtiéndose en la agrupación oficialista. Una estafa política a los estudiantes que confiaron en ellos y en su discurso electoral.

Defendamos Exactas

Se plantea entonces un desafío para la izquierda y el conjunto del estudiantado: defender la facultad del curso privatista y ajustador que tomará la nueva gestión. Abrir la deliberación entre estudiantes y docentes sobre cómo enfrentar la declaración de guerra de Durán se hace urgente y es incompatible con los lazos del FEM e Identidad. Mucho menos podemos esperar algo de Nuevo Espacio – Espacio En Exactas, la agrupación de Yacobitti. Corresponde entonces erigir y fortalecer a la izquierda como alternativa para avanzar en un plan de lucha, en conjunto con docentes e investigadores, para defender la Universidad y la Ciencia. En definitiva, la pelea de fondo continúa siendo por la democratización del régimen universitario, por el acceso y permanencia del conjunto de la población, y por poner a la universidad y el conocimiento científico en pos de los intereses de la clase trabajadora.

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