Por la madrugada del sábado 20 se realizó el 40° congreso ordinario de la Federación Universitaria de La Plata (FULP), donde se eligió la conducción sin abrir ninguna instancia de discusión ni organización de un plan de lucha contra el ajuste de Milei, ni siquiera hacia la masiva movilización del próximo 23/4.

La conducción de la FULP quedó en manos de un frente entre La Mella – Patria Grande y la Juventud Universitaria Peronista (JUP). Pero lo más destacado es que fue un congreso de espaldas al movimiento estudiantil y la comunidad educativa que se encuentra conmocionada y en pie de lucha contra el ataque histórico a la universidad pública. Es algo que desde la Unión de Juventudes por el Socialismo pusimos en discusión en las asambleas que se hicieron en las facultades hacia la marcha federal educativa del 23 a Plaza de Mayo, para darnos una deliberación colectiva sobre el rumbo del gremio que agrupa a todos los centros de estudiantes de la UNLP.

En oposición a la lista “La educación es Soberanía”, de La Mella y la JUP, las agrupaciones independientes presentamos el “Frente de Estudiantes de Izquierda y en Lucha”, conformado por Agite de Arquitectura, PTS, UJS-PO e IS. La Franja Morada – UCR  (que conduce 10 de los 17 centros de estudiantes) no participó.

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Los peronistas y radicales

El desarrollo del congreso dejó en evidencia la orientación del peronismo frente al ajuste de Milei. En medio de un ascenso de la lucha en defensa de la educación pública, las agrupaciones kirchneristas redujeron esta instancia a un “conversatorio”, sin votación de mociones y resoluciones. Para colmo, en lugar de invitar a los sectores que están luchando trajeron a la burocracia de UPCN que está entregando sin pelea a las decenas de miles de trabajadores contratados despedidos por el gobierno y se pronuncia a favor de la reforma laboral. Para les estudiantes y la comunidad universitaria la política del peronismo, de esperar pasivamente a 2027 para ver si surje un recambio político, implica un camino de derrota.

La actitud de la Franja Morada empalma con su política en los centros de estudiantes, donde se opone a organizar acciones de lucha. Esto muestra que todas las quejas de los decanos, rectores y diputados radicales, como Martín Lopez Armengol (rector UNLP) y Emiliano Yacobitti (vicerrector UBA) no pasan de ser una pose.

Buscando desactivar la masiva movilización que se prepara para el 23, Milei anunció que había llegado a un acuerdo con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) con un aumento del 140% en la partida para “gastos de funcionamiento” (que representan sólo un 8% del presupuesto total de las universidades), frente a una inflación interanual del 287%. Con la intención de desactivar al movimiento de lucha que se viene gestando, pretende llegar a un acuerdo con los rectores sabiendo que finalmente han aceptado el ajuste durante los últimos gobiernos y aplicado la política privatista de la LES menemista, con filtros expulsivos en las carreras, contenidos arancelados y convenios con grandes empresas.

Podemos derrotar a Milei

Sin embargo, la comunidad universitaria puede derrotar al gobierno, como defendió tantas veces la universidad pública. Desde la Unión de Juventudes por el Socialismo – Partido Obrero planteamos que la movilización del 23 de abril es un punto de partida para desenvolver la rebelión universitaria en curso, que se expresó estos días con clases públicas, ruidazos, cortes, asambleas en las facultades. Retomemos nuestra histórica tradición de lucha, con la que conquistamos la gratuidad, el ingreso irrestricto, el boleto educativo (que al día de hoy Kicillof sigue sin acreditar), el comedor universitario, bandas horarias y becas. Solo organizando una pelea colectiva podemos conseguir nuestros reclamos.

Otra de las claves es la unidad con todos los sectores en lucha, en el camino de construir una huelga general que termine enterrando la motosierra de Milei. El encuentro nacional de trabajadores ocupados y desocupados impulsado por sindicatos combativos, organizaciones piqueteras, asambleas de la cultura y centros de estudiantes para el 27 de abril en Plaza de Mayo, jugará un papel en ese sentido. Es una pelea estratégica de la que les estudiantes debemos ser parte.

En nombre de esta política impulsamos en el congreso la conformación de una lista de las agrupaciones de izquierda e independientes, planteando la necesidad de una federación que esté a la altura del momento histórico. Pero para que esta perspectiva progrese debe impulsarse con la acción común en las facultades y en el día a día, masificando el movimiento y la organización. Llamamos para eso a las agrupaciones con las que conformamos el frente a dejar de priorizar la autoconstrucción y el divisionismo: en el caso de Agite, que se niega a confluir en acciones de lucha en Arquitectura y en un frente único para recuperar el CEAU; mientras el PTS ignora los reclamos estudiantiles y se desinteresa por organizar las acciones de lucha. Peor fue la actitud sectaria del Ya Basta! Nuevo MAS, que aún sin contar con congresales se negó a integrar la lista de izquierda que fue la única oposición a la conducción peronista de la FULP.

El 23 inundemos las calles. Derrotemos a Milei. Por una universidad al servicio del pueblo trabajador.

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