Universidad

18/4/2022

La importancia del frente único: un debate con el Ya Basta- Nuevo Más

Movilización por la liberación de Seba y Juan. Imagen: Juan Diez Ojo Obrero

Habiendo concluido las elecciones universitarias en la UBA, La Plata y Rosario, es evidente que el activismo debe procesar una serie de debates. Cómo señalamos en nuestra nota de balance, las elecciones han demostrado un reforzamiento de la ligazón entre las autoridades universitarias y los centros de estudiantes, consolidando un claro avance de las agrupaciones ligadas a la Franja Morada. Esta tendencia se expresa también en el kirchnerismo (La Cámpora- La Mella), que se presentan como oposición pero nos quieren mostrar que la salida frente al copamiento de nuestros centros por parte de las autoridades es con… las autoridades, reforzando sus vínculos con distintos espacios de gestión como es el caso de Ana Arias en Sociales o Cristófalo en Filosofía y Letras.

Desde la izquierda logramos impulsar listas unitarias en todo el país, incorporando no solo a los distintos partidos del FIT-U, sino a distintas expresiones estudiantiles que comparten nuestra perspectiva de independencia política frente a los gobiernos y las autoridades. A su vez, esto es el resultado de experiencias de lucha concretas en distintos terrenos, cómo lo puede ser la lucha contra el FMI nucleada en el Plenario del Parque Lezama.

Sin embargo, a nadie se le escapa el papel sectario y divisionista que llevó adelante el Nuevo Más en todas las elecciones del país. Este partido, replicó la política que a nivel nacional que lo ha automarginado de la escena política nacional, impidiéndole pasar las PASO en todos estos años, cómo así también retroceder considerablemente en sus representaciones sindicales, estudiantiles y organizativas.

Frente único o sectarismo

Este análisis no puede dejar de hacer mención a los materiales de cuya corriente busca delimitarse. En ese sentido, tomando el artículo de Roberto Sáenz de balance de las elecciones del 2021 y el balance de las últimas elecciones de la UBA, podemos sacar conclusiones que nos van a permitir entender el razonamiento sectario que está llevando a esta corriente a su propia liquidación.

En primer lugar, Sáenz señala abiertamente que considera a las corrientes del Frente de Izquierda sus “enemigos acérrimos”, mientras que posteriormente afirma que su corriente “aún no ha podido procesar del todo la experiencia del frente único”, justificándose por su corto tiempo de existencia.

No es la intención de esta polémica ahondar en la historia de más de 25 años en la que el MAS ha seguido está política que lo ha llevado a automarginarse de una gran cantidad de procesos progresivos del movimiento obrero, cómo ha sido por ejemplo su política en el SUTNA, cuya lista divisionista puso en peligro la recuperación del sindicato por parte de un frente único antiburocrático y clasista en 2016, o su automarginación del Frente de Izquierda en 2011 a partir de qué no fuera aceptada su propuesta de encabezar el Frente el mismo año que acababan de perder su legalidad en la provincia de Buenos Aires.

Sin embargo, entendemos que su ensayo de respuesta es, por lo menos, cuestionable. Es evidente, que la dirección del Nuevo MAS ha advertido el peligro de disolución de su corriente, aunque pareciera ser que el remedio que han encontrado, es peor que la enfermedad.

La lista divisionista que presentaron en Filosofía y Letras fue saludada por el kirchnerismo y la gestión, habiéndole permitido a este espacio retener el CEFyL por una diferencia de tan solo 85 votos. El resultado de la elección, en la que la Izquierda al Frente llegó a casi cuadriplicar los votos del Ya BASTA, terminan de demostrar hasta que punto el planteo de esta corriente de buscar encabezar el frente no solo era desmedido, sino que también termina de demostrar que la verdadera intención de esta corriente fue desde el principio presentarse por fuera para poder avanzar en la autoconstrucción de su aparato.

El nivel de hostilidad y ataques de esta corriente por sobre la militancia y los espacios de las corrientes del Frente de Izquierda, contrasta con su absoluta pasividad de los espacios ligados a la gestión. Cabe sospechar, que quienes consideran a las corrientes del Frente de Izquierda “sus enemigos acérrimos” priorizan agredir a su militancia que luchar por la libertad de los presos políticos, ausentándose de las distintas instancias convocadas por su liberación como hemos señalado desde las distintas corrientes del FIT-U.

En este sentido, cabe recordar el desprecio que esta corriente tiene sobre el movimiento de desocupados al que Sanz denomina “la retaguardia”. Es a partir de esto que podemos entender cómo su militancia consideraba que había estado presente en la virtualidad por hacer seminarios de Althusser, mientras no participaba del principal proceso de lucha de la juventud en pandemia que fue la toma del Ministerio de Educación por parte de las juventudes piqueteras que encabezamos desde la Juventud del Polo Obrero y la UJS.

El Frente de Izquierda, a pesar de los límites que hemos desarrollado más de una vez, se ha convertido en una referencia política nacional para todes les trabajadores. Habiéndose convertido en un polo de independencia política fundamental frente a los bloques patronales, la caracterización del Nuevo MAS de considerar al FIT-U sus “enemigos acérrimos” está llevando a esta corriente a una política sectaria, descompuesta y autodisolutoria que llamamos a revertir, totalmente ajena a la tradición del trotskismo.

El rol en la UBA

Es a partir de este razonamiento sectario que se comprende el balance que hace el nuevo más en estas elecciones universitarias. En su página web expresan: “Los datos de la elección fueron principalmente tres. En primer lugar, crecimiento del bloque de Franja Morada que en general aumentó sus porcentajes y ganó el centro de Agronomía; por otra parte deterioro aunque sin derrumbe del bloque K-Frente de Todos, que sostuvo 2 de los 3 centros que dirigía; y en tercer lugar, una nueva distribución en el espacio de la izquierda: mientras el FIT-U se derrumbó en varias facultades, emergió con muchísima fuerza el ¡Ya Basta!”.

Es interesante como este balance elimina completamente la defensa de los dos centros que conduce la UJS, Vete y Farmacia (este último frente a un fraude enorme de la Franja Morada). Un falseamiento tal de la realidad digno de una corriente stalinista, no de una que se reclama trotskista. Tampoco menciona las grandes votaciones en Agronomía o Exactas de la UJS y la izquierda respectivamente o que en Sociales, único lugar donde tenían una secretaría, la perdieron por la votación marginal que sacaron.

Mención aparte merece el caso de Filo donde nada dicen de dos elementos. El primero que quedaron cuartos frente a una agrupación exclusiva de la carrera de Edición y el segundo que la diferencia entre la Izquierda y el Colectivo fue tan pequeña (tan solo 85 votos) que está planteada sin dudas la recuperación del CEFYL en un año sin la necesidad del Ya Basta.

Quienes hablan de “militancia si, aparatos no” ven todo en cuestión de sumatoria de aparatos y no del desarrollo de la lucha política. Recuperar el CEFYL será posible si enfrentamos los planes del gobierno y mostramos quienes son sus cómplices al interior de la facultad. La sumatoria de sellos pasa a ser algo secundario (aunque de todas formas bregamos por la mayor unidad de la izquierda).

Queremos mencionar también el balance que hace el PTS con quienes hemos ido en un frente unitario en toda la UBA. Mientras en su nota resalta la conquista de secretarías, apenas menciona al pasar la defensa de los centros de Vete y Farmacia. No solo eso sino que su principal crítica hacia nuestra corriente es haber priorizado la defensa de los mismos ¿acaso el PTS es indiferente a que un centro sea dirigido por la UJS o por el radicalismo o el peronismo? Si el PTS dirigiese algún centro en soledad, la UJS sería la primera en saludarlos. Nada dicen tampoco de los resultados en Agro y Exactas donde la izquierda cosechó sus mejores guarismos; la explicación es sencilla: donde no existen o tienen un rol secundario no importa.

El papel del Ya basta, negativo en todos los ámbitos, debe ser superado en los distintos procesos de lucha que llevamos adelante estudiantes, trabajadores, y aunque al MAS le resulte hostil, el movimiento piquetero. Llamamos al conjunto del activismo a participar de este proceso de recuperación de nuestras herramientas gremiales sobre la base de la unidad de acción, dejando de lado los sectarismos infantiles y autoproclamatorios de sectas cada vez más disociadas de la realidad.

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