Universidad

20/10/2024

Luchemos por la dirección del movimiento estudiantil: un debate con la Juventud del PTS

Tomemos las facultades e impulsemos planes de lucha en todo el país.

En recientes artículos publicados en Armas de la Crítica, la Juventud del PTS desarrolla su perspectiva sobre el movimiento estudiantil.

En su artículo “El movimiento estudiantil contra Milei” publicado el 13/10, es decir posterior a las tomas, Eduardo Castilla afirma: “Lo imprevisto emergió con fuerza: en miles de brazos alzados al cielo votando tomas de facultades o vigilias en las mismas. Milei pagó caro su triunfo parlamentario. Despertó la rebeldía estudiantil; fuerza espontánea que burocracias de todos los colores políticos se empeñan en ahogar”. Esto, junto a todo el artículo de Segundo Asse publicado dos semanas antes, “De nuevo Milei contra la universidad: construyamos un movimiento estudiantil a la altura”, confirman de manera escrita lo que experimentamos en asambleas y pasillos quienes militamos en las facultades: la juventud del PTS no promovió la toma de facultades en ningún lugar de estudio, se opuso a la campaña que veníamos impulsando desde la UJS junto con enormes sectores del activismo planteando la necesidad de impulsar la toma de facultades como un aspecto central del plan de lucha de cara a la defensa de la universidad.

La distancia de semanas entre artículos le ahorra a cualquier polemista la necesidad de aclarar los hechos: mientras que el PTS elabora un extenso articulo el 29/9 donde no se menciona la palabra toma en ningún momento, el 13/10 lo presenta como resultado de un elemento espontáneo.

Mientras Asse plantea como perspectiva para el movimiento estudiantil hacer jornadas de formación teórica y formulaciones abstractas de democracia estudiantil, Castilla destaca la oportunidad de crecimiento de las agrupaciones de la juventud del PTS, algo similar a lo presentado como balance de las elecciones UBA. En ambos artículos brillan por su ausencia propuestas de acción concretas, desde las propias tomas de facultades a cacerolazos o cortes de calle, que fueron llevados adelante por estudiantes muchas veces desbordando a sus conducciones. Demuestra hasta qué punto la Juventud del PTS está a la rastra del movimiento de lucha en las universidades.

Propagandismo electoralista o dirección del movimiento

Luego de señalar correctamente que las autoridades universitarias y las fuerzas del régimen (PJ-UCR) que intervienen en la universidad acordaron de manera unilateral con Milei, y que el movimiento estudiantil debe superar estas direcciones, quien lea el artículo de Asse obtendrá como respuesta datos de encuestas que arrojan una caída en la imagen de referentes como Máximo Kirchner, y como elemento positivo… un alza en la imagen de Myriam Bregman. A su vez, presentan como salida el encuentro por el futuro de la juventud comunista. Es decir, omite las tareas centrales del movimiento en la etapa, acciones concretas y estrategias elementales.

Nadie discute la importancia de los espacios de formación teórica, pero parece ser que la Juventud del PTS vuelve a renunciar a disputar la dirección del movimiento. Se esconde en un propagandismo conservador y electoralista al servicio de Myriam Bregman, en lugar de impulsar al movimiento mediante consignas transicionales que permitan a les estudiantes intervenir y dar un salto en su conciencia. La propaganda así presentada no es más que una abstracción escindida de la lucha concreta contra el Estado e incapaz de ser un factor de movilización.

Castilla, por su parte, hace un raconto de un supuesto crecimiento de las agrupaciones del PTS, algo ya visto en sus balances tendenciosos de la UBA. Sin entrar en poroteos, es evidente que en términos de su papel político en la lucha del movimiento estudiantil son una fuerza política muy menor.

Llaman a superar el “corporativismo” de les estudiantes para unir sus luchas con el movimiento obrero. Lo que parece una posición correcta de solidaridad obrera entre luchadores esconde la falta de política de esta corriente hacia el movimiento estudiantil. Sin proponer tareas concretas, esta corriente no interviene en las universidad para poner en pie procesos de lucha sino que busca ganar estudiantes de izquierda. De esta manera, la “unión de las luchas” de la que habla esta corriente no es más que una forma de esconder su conservadurismo en el movimiento estudiantil.

La mejor manera de potenciar las luchas obreras en las universidades no es solo dándole difusión y acercando la solidaridad en universidades, como nuestra corriente hace permanentemente con las luchas del movimiento obrero y el movimiento piquetero, sino haciendo que la juventud luche masivamente contra Milei en defensa de la universidad y sus condiciones de cursada, de sus condiciones de trabajo, libertades democráticas, y cualquier forma de lucha contra la opresión y el Estado capitalista.

Mientras desde el PO impulsamos la consigna “Fuera Milei”, llamando a una acción común de todes les trabajadores para echar a un gobierno que lanza una ofensiva brutal, el PTS vacila y construye una juventud conservadora alrededor de la figura de Myriam Bregman. La propaganda electoralista no puede sustituir la experiencia de lucha y la puesta en pie de organizaciones de combate.

¿Levantamiento espontáneo?

Además de demostrar el papel marginal que tuvo la Juventud del PTS para con las tomas, la definición del carácter “espontáneo” de las tomas esconde no solo una agitación y preparación política hacia las tomas sino además una experiencia histórica del movimiento estudiantil.

Tomando lo planteado por Rosa Luxemburgo en Huelga de masas, partido y sindicatos la acción de masas que supera a sus direcciones burocráticas no se debe a un emerger espontáneo de la conciencia, sino que es el resultado de una experiencia histórica que las masas recuperan de los métodos históricos de su clase.

En el caso del movimiento estudiantil, recupera el método histórico de las tomas de los lugares de estudio, proceso que tuvo grandes picos en el período de la FUBA piquetera entre 2001 y 2019, en el que la toma fue una herramienta fundamental para luchar contra la privatización de los planes de estudio o la democratización. Esta experiencia, de la cual el PTS se automarginó con una política sectaria, sigue presente en la conciencia de les estudiantes permitiendo que los mismos sectores que semanas atrás votaron a agrupaciones ligadas a las autoridades, las desborden una y otra vez en cada asamblea y facultad.

Desde la UJS no sólo nos dimos una tarea sistemática de agitación y lucha política contra otras corrientes, sino que a partir de los centros de estudiantes que dirigimos como Veterinaria en la UBA, Visuales y Movimiento en la UNA o Ciencia y Técnica en la Unsam, fuimos los primeros en llevar adelante la acción con asambleas y derrotando todo tipo de maniobras de las autoridades.

El PTS y la centralidad del planteo de “diputados los estamos mirando” en contraposición a planteos de acción directa sería la versión siglo XXI de la estrategia socialdemócrata de limitar las acciones de las masas a tareas parlamentarias, esperando quizás que la conclusión de les estudiantes sea votar a Myriam Bregman en 2025. Versión izquierdista del “no patalear de Máximo Kirchner”.

Este desprecio a la puesta en pie del movimiento estudiantil por sus propias tareas, le costó al PTS un papel marginal en la rebelión educativa del principio del cuatrimestre, en la que su agitación por asambleas y plan de lucha en los lugares de estudio fue casi nula en un momento donde esta corriente caracterizaba a las asambleas barriales como los nuevos soviets, y donde había decidido volcar las energías de su juventud. 

La paralelización de los centros, y no la apuesta por su dirección, llegaron al ridículo de impulsar acciones paralelas a centros en los que esta corriente forma parte también de su dirección (junto con la UJS y otras agrupaciones de izquierda ya que seguimos sin conocer un solo centro de estudiantes en todo el país que dirija la Juventud del PTS en soledad). Así lo hizo en numerosas ocasiones en el Joaquín V González, o en Visuales (UNA), llegando en este último caso a presentar una lista aparte en un cuadro de ascenso de la gestión. 

La impotencia y el sectarismo del PTS lo llevaron a autoexcluirse de las listas comunes de la izquierda en la UNA, y en Exactas y Medicina de la UBA, y amenazar para presentar una lista en FFyB, en el cuadro de una lucha feroz del activismo independiente contra el rectorado, poniendo en peligro una y otra vez la unidad de las listas en el resto de las facultades.

Planteando que sus agrupaciones representaban formas distintas de construcción de centros de estudiantes, de bases y de expresiones de lucha de las facultades, lo cierto es que esto llevó a que deban presentarse como “la lista de Myriam Bregman” obteniendo magros resultados y dividiendo a la izquierda.

Aunque el PTS los desprecie, los centros de estudiantes independientes son muy valiosos herramientas de les estudiantes en su lucha en defensa de la universidad y contra Milei: así lo demuestra la experiencia de las numerosas asambleas y acciones convocadas por el CEV, el Ceavi, el Cedam o el Cecyt (Unsam), que fueron los primeros centros en anunciar las tomas de sus facultades y sirvieron como herramientas de presión hacia las conducciones kirchneristas y radicales. Es indudable que el proceso de tomas de todo el país tiene mucho que ver con el primer impulso dado por las facultades de la UBA, la UNA y La Plata, y no porque bajo una coincidencia emerja de manera automática en todo el país la necesidad de tomar facultades.

La izquierda debe disputar la dirección del movimiento

Es evidente que la ofensiva de Milei a la universidad pone a la misma y al movimiento estudiantil en el foco de la situación política. Un triunfo de la lucha en defensa de la universidad y el salario docente y no docente sería un gran impulso en la lucha del pueblo trabajador contra Milei.

Es por eso que hacemos un llamado a les compañeres del PTS a que abandonen su política histórica de autoconstrucción a espaldas al movimiento, y podamos dar una lucha común por una dirección independiente y combativa del movimiento estudiantil.

Bajo ninguna circunstancia esto debe significar la renuncia a puesta en pie y estructuración de juventudes que luchen por el socialismo en todo país: la historia demuestra que la experiencia concreta de lucha contra el Estado es la mejor forma de construir y forjar a las juventudes revolucionarias.

Tomemos las facultades e impulsemos planes de lucha en todo el país. Fuera Milei.

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