Políticas

17/10/2024

editorial

Las tomas: una nueva etapa en la lucha contra el gobierno

El Partido Obrero asume la tarea de plantear ¡Fuera Milei!

Foto: Fede Imas @ojoobrerofotografia

La proliferación de tomas de Facultades y colegios universitarios a lo largo y a lo ancho del país contra el veto de Milei marca un salto cualitativo en la lucha contra el gobierno. Se combinaron con paros y clases públicas que largó inmediatamente la docencia combativa, de AGD UBA, y también con la participación de los nodocentes. Y en todo el país la lucha estudiantil condicionó a los sindicatos universitarios, aún a los más ligados a los rectorados. Las tomas son una reacción frente al fracaso de la política de negociación parlamentaria de los rectores, que junto al peronismo y el radicalismo, buscaron restringir la lucha por el presupuesto al terreno parlamentario pero no pudieron asegurar que sus propios bloques sostuvieran el rechazo del veto. Los estudiantes reaccionaron a la intransigencia oficial redoblando la apuesta y recurriendo a los métodos históricos de acción directa y de lucha del movimiento estudiantil. Por primera vez en lo que va de su presidencia, Milei debe enfrentarse a una lucha masiva que supera claramente el corsé de movilizaciones aisladas para negociar, que colocan tanto la oposición patronal como la burocracia sindical.

Por eso, la movilización estudiantil que está en desarrollo marca un punto de inflexión en la lucha contra el gobierno. La defensa de la universidad pública se ha transformado en el punto central del debate nacional. Los estudiantes y docentes les responden a las declaraciones de Milei apuntando a que los pobres no ingresan a las universidades, que su gobierno es responsable de haber acentuado la masiva deserción entre los estudiantes más empobrecidos. Contra lo que sostiene Milei, la universidad que el gobierno le quiere arrebatar a la juventud es vista como un mecanismo de ascenso social por amplias capas de trabajadores, en un país donde el 70% de la población juvenil está bajo la canasta de pobreza.

Esto explica la enorme popularidad de la lucha universitaria, que cosecha un apoyo masivo frente a un gobierno que viene fracasando en aislarla del conjunto de los trabajadores. Es que el otro punto central de este estudiantazo es la lucha salarial, contra un gobierno que está condenando a salarios bajo la línea de pobreza a millones de trabajadores en todo el país. Por esta vía, la lucha universitaria se conecta con la de toda la clase trabajadora que viene siendo despojada por la política del gobierno, en un país donde el consumo se derrumbó un 15% interanual. Sin ir más lejos, los trabajadores del Hospital Garrahan vienen de jornadas de huelgas y movilizaciones masivas y preparan una nueva gran movilización en unidad con las universidades para el próximo martes 22. A ellos se les unieron los residentes de distintos hospitales, como en su momento el Hospital Bonaparte contra el cierre. En Río Tercero, cuatro mil personas se movilizaron con el sindicato y los trabajadores químicos contra el cierre de una gran planta. Como ayer con los jubilados, la simpatía popular se va expresando a pesar del colaboracionismo de la burocracia sindical.

La  hipocresía de Milei no tiene límites, porque los impuestos “que pagan los pobres” se han reforzado por sus medidas de gobierno mientras los que pagan los ricos se reducen (como ocurre con Bienes Personales) y porque toda la intención de su presupuesto es que estos impuestos no vayan a las universidades sino a financiar a los ultramillonarios acreedores internacionales, beneficiarios de una cláusula que autoriza que se ajuste todo el presupuesto a garantizar el pago de intereses de la deuda.

El otro argumento, el de las auditorías, se cae por su propio peso cuando el 92% del presupuesto se gasta en salarios cuyos montos deposita el gobierno nacional y cuya nómina está en blanco a disposición de todos los organismos del Estado, salvo los miles de ad honorem, que desde luego trabajan gratis, así que sus fondos no podrían ser malversados. Las camarillas radical-peronistas manejan el régimen de concursos y contrataciones, pero eso es arena de otro costal, tal vez los fachos libertarios quisieran tener ese control como en la Formosa de Insfrán.

Los estudiantes, así, le ponen el cuerpo a la mayoría silenciosa que venía abandonando a Milei en las encuestas y que fue la que protagonizó los apagones de rating de la última cadena nacional. El clima de lucha que va tomando la crisis nacional va a poner en tela de juicio todas las estrategias políticas, tanto del gobierno como de la oposición.

Universidad de los trabajadores, no de las camarillas

Las tomas también pusieron de manifiesto una divergencia de métodos y objetivos entre el movimiento estudiantil y las camarillas universitarias que venían siendo la expresión visible del reclamo. Mientras se desarrolla el conflicto universitario, el radicalismo de Yacobitti y Lousteau, que gobierna Santa Fe con Maximiliano Pullaro viene de aplicar una brutal reforma jubilatoria contra los docentes y empleados provinciales. La oposición a esta reforma dio origen a una gran movilización popular. El gobierno de los que se presentan como progresistas en la universidad mandó a armar causas y a detener a cinco dirigentes docentes y estatales de la provincia. El radicalismo aplica sus propios golpes a la educación pública y los salarios, así como también a las libertades democráticas.

Por eso, el choque entre Milei y las camarillas universitarias debe ser caracterizado como una disputa circunstancial por la magnitud del recorte presupuestario y por la velocidad a la que debe someterse a la universidad a un proceso privatista. De ninguna manera es una oposición de principios. Los radicales y peronistas que cogobiernan las universidades colaboran designando funcionarios para el gobierno de Milei en el Pami. Vienen llevando adelante una política privatista en la universidad desde hace décadas y nunca les quitó el sueño que una dedicación exclusiva no llegara a la canasta familiar mucho antes de que Milei aplicara el actual recorte. Solamente una presión extraordinaria del gobierno de Milei que los puso contra las cuerdas los llevó a plantear dos movilizaciones callejeras. Por eso ahora van a apuntar toda su intervención a desactivar las tomas. Inevitablemente, la intervención independiente del movimiento estudiantil y la docencia combativa va a ir sacando las conclusiones sobre quién es quién en la universidad.

El golpe es de Milei y contra el pueblo

La otra reacción del gobierno frente a la movilización fue denunciar que tras los estudiantes se esconde la izquierda con la intención de desestabilizar al gobierno. Es el recurso clásico del macartismo para atacar al movimiento estudiantil, porque lo que reclaman los estudiantes es el  elemental presupuesto para que la universidad funcione. Es Milei el que las coloca en un terreno “destituyente” porque entiende que su gobierno se tambalea si no es capaz de alinear al país a sangre y fuego con lo que le reclama el capital financiero internacional para exprimir hasta el último peso para el pago de la deuda.

Como siempre, el recurso de apelar al macartismo busca evitar dar respuesta a los reclamos más elementales. Gabriel Solano le respondió marcando que es el propio gobierno el que, al pronunciarse por vetar cada reclamo popular, coloca el problema de que es incompatible con la salud, la educación y salarios. Esta incompatibilidad plantea, a los ojos de la población que ve cómo les son confiscados sus derechos elementales, la cuestión de la lucha por la caída del gobierno. Un  gobierno que cierra hospitales, que pretende matar de hambre a los jubilados, que destruye las fuentes de trabajo en las fábricas, cierra y desabastece los comedores populares y liquida derechos laborales y que plantea alinear a la Argentina sin fisuras con el imperialismo y el genocidio sionista y ponerla enteramente de rodillas frente a los acreedores internacionales volcando cada centavo al pago de la deuda.

El peronismo debate sus listas 2025, el Partido Obrero cómo derrotar a Milei

A la luz de esta situación, reviste enorme significación para el movimiento popular que Máximo Kirchner volviera con su argumento de que el veto es una facultad presidencial, mientras llamaba a formar listas para ir a las urnas en 2025, y que Juan Grabois, en la misma sintonía, proclamara su candidatura a diputado. Mientras tanto, La Cámpora en todas las facultades maniobraba para evitar las tomas o plegarse a ellas cuando fueran un hecho consumado. El PJ de La Matanza inclusive mandó una patota contra los estudiantes que ocuparon la Universidad local. El llamado a llenar el Congreso de representantes del peronismo “contra el veto” se produce justo después que los diputados electos por esta fuerza de Catamarca y Tucumán le dieran los votos al veto de Milei contra la universidad pública.

Contra esta orientación, el Partido Obrero asume el desafío planteado por el conjunto de la situación política, impulsando ¡Fuera Milei! Esta consigna deberá desarrollarse con una intervención del conjunto de los trabajadores en la situación política. Por eso la asociamos al apoyo a todas las luchas y la preparación de la huelga general. Y a debatir una alternativa política y un programa para superar la catástrofe a la que el conjunto de las fuerzas políticas capitalistas han llevado al país. En función de este objetivo, convocamos a unir fuerzas a todos los sectores en lucha en todo el país, y desarrollaremos una campaña y un gran acto central en el Parque Lezama, el 9 de noviembre, al mismo tiempo que actos y charlas en el resto del país. 

Lo hacemos desde el lugar que hemos conquistado en la vida política nacional en décadas de lucha consecuente en las fábricas, los barrios, las universidades defendiendo cada uno de los reclamos populares contra los gobiernos del capital que vienen hundiendo al país. Un lugar que nos hace blanco de una enorme persecución, que esta semana tuvo su expresión en la citación a indagatoria de Vanina Biasi bajo la acusación infame de antisemitismo, en una causa armada por la Daia y el sionismo para acallar su denuncia del genocidio en Palestina, mientras sigue la megacausa  contra el Polo y el Partido Obrero. Con esta militancia, vamos a una gran campaña para terminar con el gobierno antiobrero de Milei, para llevar las luchas a la victoria, para derrotar todas las causas de persecución y para reforzar la lucha por un gobierno de los trabajadores.

Universidad: tras el veto creció la lucha
Tomas, cortes, clases públicas y paro. –
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Estudiantazo junto a los docentes contra Milei
Dos estrategias para enfrentar al gobierno. Editorial de Gabriel Solano en el episodio #28 de 14 Toneladas. –
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