El pasado martes 5, estudiantes de la Universidad Nacional de General Sarmiento (Ungs) y vecinos de Malvinas Argentinas realizamos un “merendazo” popular dentro de la universidad contra las políticas de hambre y miseria del gobierno de Javier Milei, que decidió sacarle la comida a 45 mil comedores populares, a la vez que el Rodrigazo que impulsa con el ministro Luis Caputo a la cabeza elevó la pobreza al orden del 60% (27 millones de pobres). Un gobierno criminal que busca salir de la crisis empujando a la población trabajadora a la barbarie.

El “merendazo” se pudo hacer gracias a la solidaridad de estudiantes, docentes y trabajadores que acercaron donaciones, y al Polo Obrero de Malvinas, que puso a disposición no solo alimentos, sino también ollas y fuerza militante para hacer la chocolatada y las masitas para la merienda.

La actividad unió a les estudiantes con el barrio. Durante varios días, con la agrupación El Yunque (PO+independientes) y compañeras del barrio que están a cargo de comedores populares pasamos por los cursos comentando la situación dramática que sufren los barrios y promoviendo la solidaridad de estudiantes y docentes a partir de juntar donaciones e invitando a que se sumen al merendazo.

Al mismo tiempo, varios grupos de compañerxs recorrieron el barrio de la Ungs para charlar con las familias trabajadoras e invitarlas a la actividad como un primer paso en la organización de lxs vecinxs. Volanteamos varias manzanas y también la escuela que se encuentra a menos de un kilómetro de distancia de la universidad. En las recorridas por el barrio, conocimos a mujeres que organizan comedores populares y nos hicieron saber su angustia por el ajuste de Milei que golpea sobre todo a los chicos y las chicas cuya única comida del día la obtienen en los comedores que Milei pretende vaciar. “Los chicos no son la casta” repetían las mujeres con lágrimas en los ojos.

Esta segunda jornada de solidaridad, organización y lucha contra el hambre dentro de la Ungs dejó un saldo realmente positivo. La solidaridad de estudiantes y docentes se sintió fuertemente, no solo en materia de donaciones sino también por la atención y apoyo que suscitó la movida en las pasadas por los cursos y en los pasillos de la universidad. Pese al discurso violento que hoy levantan Milei y sus lacayos (y que antes esgrimieron Tolosa Paz, Larreta, etc), que buscan demonizar y deslegitimar la organización y lucha del movimiento piquetero, la respuesta de la juventud y los trabajadores es de solidaridad.

Al discurso archi individualista y a la lógica del “sálvese quien pueda”, la juventud revolucionaria le debe oponer la solidaridad y la organización colectiva de los sectores populares para derrotar el plan de guerra de Milei. Unir los reclamos y aspiraciones de lxs estudiantes junto con lxs trabajadorxs ocupadxs y desocupadxs será clave en el objetivo de defender la universidad pública del ataque en toda la línea de parte de Milei.

Impulsemos ollas populares en las universidades de toda la provincia de Buenos Aires para organizarnos y enfrentar el ajuste de Milei y sus cómplices.