Universidad

11/7/2021

¿Por qué Berni se reunió con el rector de la Universidad de La Matanza?

El ministro de seguridad bonaerense Sergio Berni se reunió en la semana con Daniel Martínez, rector de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLAM) desde hace 25 años. En redes, ambos mencionan que el objetivo fue coordinar “acciones conjuntas” entre la policía y la universidad. No es la primera vez que la policía y la UNLaM se relacionan: entonces, ¿qué significa este encuentro para la juventud?

Lo que Berni y Martínez ofrecen a la juventud

A casi dos años de su gestión, el ministro Berni se reveló como el más ferviente defensor de la mano dura en el gobierno del Frente de Todos, trazando una línea de continuidad con su par “del otro lado de la grieta” Patricia Bullrich. Autodenominado “soldado de Cristina”, Berni fue convocado por el gobernador Axel Kicillof para ocupar el cargo de ministro de seguridad. Su gestión se caracterizó por desalojar familias sin techo con niños en Guernica y en toda la provincia y por dar rienda suelta e impunidad para que la Bonaerense aplique gatillo fácil sobre la juventud de los barrios, especialmente a partir del aislamiento por la pandemia. La desaparición seguida de muerte de Facundo Astudillo Castro cerca de Bahía Blanca, los asesinatos de Lucas Verón en La Matanza o de Lito Costilla en La Plata resonaron tanto que levantamos la consigna “Fuera Berni” con el movimiento antirrepresivo y de lucha por los Derechos Humanos de todo el país. Según el informe anual 2020 de Correpi, desde el inicio del gobierno Frente de Todos a fines de noviembre se cometieron 411 casos de gatillo fácil, la mayoría sobre jóvenes de entre 15 y 25 años, siendo más del 50% de los casos en la Provincia de Buenos Aires. Sergio Berni –el promotor del liceo policial- es sencillamente un enemigo de la juventud. Esta reunión con el rector de UNLaM, universidad que reúne decenas de miles de jóvenes estudiantes del oeste del conurbano, es parte de su campaña denominada “Fuerza Buenos Aires” con la cual busca promocionar su imagen política en las últimas semanas antes del cierre de alianzas y candidaturas electorales.

Por parte de Daniel Martínez, experimentado referente del corazón del peronismo matancero, no es novedosa su inclinación por involucrar a la UNLaM para colaborar con las fuerzas policiales. En esta casa de estudios funcionaron escuelas de formación para la Policía Local y también para la Bonaerense, con actos de colaboración y entrega de equipamiento, a pesar de que la presencia policial en las universidades nacionales está vedada expresamente por la autonomía universitaria. El entendimiento actual con Berni indica que, en la agenda de Martínez, reforzar el aparato represivo está en el tope de sus intereses. A la hora de establecer alianzas políticas, el rector pivotea entre el peronismo derechista y el macrismo: su colega de la casa, Alejandro Finnocchiaro (exministro de Educación nacional entre 2017 y 2019) aceitó el vínculo con la gestión de Cambiemos, pero más que la ideología, a Martínez lo guía la defensa de su lugar privilegiado de poder para los negociados con la educación. Por eso avala presupuestos de ajuste para las universidades: porque le sirven de excusa para hacer negociados alrededor de la educación superior. Otros aliados recurrentes son las iglesias católica y evangélica, quienes disponen del predio universitario cuando se les viene en gana.

Enfrentemos un régimen contra la juventud

La plata que no apareció para que los estudiantes de todos los niveles hagan frente a los problemas que llevaron a la deserción escolar durante la pandemia (compus, becas, wifi) sí estuvo para el reforzamiento de una policía corrupta que hostiga a la juventud. Comparando Presupuestos 2021 de la UNLaM (Nacional) y del Ministerio de Seguridad de PBA (Provincial), mientras la universidad tiene asignados algo más de 3 mil millones de pesos, la seguridad provincial recibirá 33 mil millones, un presupuesto diez veces mayor. Prioridades de peronistas y macristas que votan los presupuestos. Aquí no hay grieta, comparten la política de un régimen contra la juventud. La reunión entre Berni y Martínez, para acordar un trabajo entre la policía y la universidad, refleja un reforzamiento de esta orientación.

Quienes defendemos las libertades democráticas y las luchas por el acceso a la tierra y vivienda, quienes luchamos por la educación pública, tenemos que concentrar nuestras energías en enfrentar a estas variantes del ajuste y la represión. La política que la UJS-PO lleva adelante en la juventud va en este sentido. Un congreso del Frente de Izquierda Unidad que sume a la juventud y el movimiento antirrepresivo a la campaña del Frente, y la conformación de listas únicas del FIT-U de cara a las próximas elecciones, son herramientas para llevar con fuerza esta perspectiva ante la población. La juventud trabajadora necesita una alternativa política, un programa que tome nuestras reivindicaciones e impulse un gobierno de la clase obrera.