Universidad
5/8/2024
Sociología UBA: entre la crisis y el ataque a las ciencias sociales
En un contexto de ataques del gobierno contra la universidad pública, ¿cuál es la situación en sociología?
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Sociales UBA.
El gobierno de Javier Milei, desde su campaña electoral, ha puesto en su agenda política el ataque a las ciencias sociales y humanas, a la educación pública y a la juventud estudiantil. Este ataque se ha expresado a nivel discursivo en acusaciones de adoctrinamiento, que no son más que ataques contra la libertad de cátedra y la presencia de agrupaciones estudiantiles de diversas tendencias en el ámbito de la vida universitaria.
En un nivel material, este ataque trajo consigo la pulverización del salario docente y de las becas estudiantiles, además de recortes sensibles en las partidas de infraestructura para las universidades. Es en este contexto que está planteado en nuestra carrera un debate sobre qué perspectiva queremos para la sociología en tiempos de Milei.
¿Qué pasa en Sociología?
Bajo el argumento de buscar solucionar la caída de las inscripciones a la carrera, las autoridades de Sociología propusieron una reforma que entendemos difícilmente resolverá esta problemática.
A principios del mes de junio la Dirección de la Carrera convocó a una reunión abierta para poder debatir sobre la reforma del plan de estudios, a la cual asistieron alrededor de doscientos docentes, estudiantes y graduados.
Los debates que transitaron esta comisión, limitados por la cantidad de oradores y el reducido tiempo disponible, tuvieron como ejes centrales el problema del momento político que eligió la gestión para encarar esta reforma, las razones por las que se busca llevarla a cabo, el problema del título intermedio, qué sucedería con las materias optativas, entre otros.
Desde la UJS Sociales, minoría estudiantil en la Junta de Carrera, junto con la lista Naranja de docentes universitarios, participamos de esta instancia habiendo elaborado una crítica a la propuesta de la gestión (que puede leerse aquí). Entendemos, antes que nada, que el contexto para avanzar en una reforma es el más reaccionario de los últimos 40 años, y que en el marco de la ofensiva a las ciencias sociales, las presiones que surgen desde un mercado laboral ultraprecarizador para (contra)reformar el plan de estudios y adaptarlo a sus necesidades son mayores que nunca.
Señalamos, también, la pérdida de riqueza a nivel formativo que implicaría esta reforma en el tramo optativo, pilar fundamental del carácter generalista de nuestra carrera. Este se vería degradado por la diferenciación entre áreas de electivas fijas, con contenidos mínimos prefijados en el plan de estudios y materias optativas que irían rotando, configurando una oferta inamovible y con perspectivas más reducidas que la actual.
A su vez, resulta alarmante que en esta propuesta de reforma se aumente la carga horaria y se incremente el número de materias obligatorias, todos estos factores que, combinados con la falta de oferta horaria, dudosamente llevarán a un aumento de las inscripciones y baja de las deserciones en la carrera.
Entendemos, finalmente, que la introducción de un título intermedio (de alcance aún no determinado) en “análisis de datos sociales” traerá aparejada una degradación del título de la licenciatura, precarizando aún más la salida laboral de les sociologues.
Entendemos que hay múltiples modificaciones que deben realizarse en nuestra carrera, pero siempre en beneficio de la trayectoria y la formación de les estudiantes, así como de las condiciones de trabajo de les docentes. La oferta horaria insuficiente, la incorporación de nuevos campos temáticos en la oferta optativas, la clarificación desde momentos iniciales de la carrera sobre las posibles salidas laborales, entre otros ejes, son problemáticas que nos aquejan hoy a les estudiantes y que pueden (y deben) ser resueltas por la Dirección y la Junta de Carrera sin necesidad de una reforma del plan de estudios.
Nuestra intervención en la Junta de Carrera
A lo largo de los últimos dos años, desde la minoría estudiantil en la Junta de Carrera, hemos intervenido en coordinación con el Bloque de Izquierda e Imaginación Sociológica (minoría en graduados y docentes), en defensa de los intereses de les estudiantes.
Nos opusimos al proyecto de la gestión, acompañado por la mayoría estudiantil de la lista 15, que pretendía recortar la cantidad y las posibilidades de acceso a las horas de investigación externas. Esta herramienta, utilizada por les estudiantes para agilizar su paso por la carrera y articular su inserción en grupos de investigación, iba a ser reducida a su mínima expresión perjudicando las posibilidades de cursada y el avance en las trayectorias de les estudiantes. Frente a esto, logramos revertir las limitaciones más estrictas sobre la posibilidad de realizar estas horas; además de proponer la estandarización de los formularios de solicitud para la realización de estas, clarificando así las formas de acceso a las mismas.
Respecto a la reforma en las correlatividades de la carrera, impulsamos modificaciones en el proyecto original que redundaron en un nuevo mapa de correlatividades que habilita mejores trayectorias para les estudiantes. Así, conseguimos que el tramo metodológico no tenga correlatividades de materias del tramo de las teorías, permitiendo una cursada continuada de las Métodos I, II y III, facilitando así el acercamiento de les estudiantes a experiencias de investigación, así como a la cursada de las optativas.
También presentamos en la Junta diversos proyectos de declaración sobre el contexto nacional, buscando una sociología y una carrera comprometidas con el país en el que se inscriben. Durante el gobierno de Alberto Fernández, así como durante el de Javier Milei, hemos presentado declaraciones en repudio a los ajustes en el presupuesto educativo, en solidaridad con la lucha de la docencia universitaria, en contra de los recortes en ciencia y técnica, en apoyo a la lucha del movimiento piquetero contra la persecución política y contra el hambre, y en apoyo a distintos conflicto obreros y populares que se fueron desarrollando. Muchos de estos proyectos contaron con la oposición de la Dirección de la Carrera y de la Lista 15, embarcadas en el apoyo a la gestión del anterior gobierno peronista, y que rechazaban por ello cualquier mención al ajuste que este desenvolvió siguiendo las directivas del FMI.
Qué sociología queremos
En este contexto de crisis que se profundiza día a día, donde crecen los salarios de indigencia y la desocupación, entendemos que es fundamental que nuestra carrera se encargue de formar profesionales críticos, que estén al servicio de las necesidades del pueblo trabajador.
Quienes nos formamos en esta carrera debemos poder transitarla y salir de ella habiendo adquirido conocimientos teóricos y técnicos-profesionales que nos permitan corrernos del cómodo lugar de la reivindicación y reproducción simplona de un status quo heredado y marchito en las oficinas de un Estado que hoy se presenta en su carácter más atroz.
También debemos ser capaces de no caer en los falsos espejos de colores de un mercado que promete reflejos de salarios en dólares para luego golpear con la cruda realidad de jornadas laborales interminables y con salarios de miseria.
Les sociologues tenemos otra posibilidad: la de articular nuestra formación con los reclamos de un pueblo que hoy más que nunca es atacado y agraviado. Es la posibilidad de hacer converger nuestra formación con la lucha del movimiento piquetero contra el hambre y por la urbanización de los barrios populares, de los obreros por mejor salario y mejores condiciones de trabajo, de los estatales contra los despidos y el uso del estado como oficina privada de los grandes grupos empresariales, de las comunidades en lucha contra el sacrificio de sus territorios para el avance de la megaminería y la explotación petrolífera. En fin, con todos aquellos que hoy salen a luchar y construir una alternativa a este gobierno del hambre.
En este sentido es clave el carácter generalista de la formación que brinda nuestra carrera, que permite esquivar parcialmente tanto la hiperespecialización que prima hoy en el ambiente académico así como los cambiantes e inestables requerimiento laborales del mercado. Es la defensa de ese carácter amplio y generalista, que se expresa tanto en la oferta de materias obligatorias como en la amplitud de la oferta de optativas, el que debe ser profundizado y articulado con los diversos movimientos que atraviesan hoy a nuestra sociedad.
Con esta perspectiva, para poder seguir defendiendo nuestra carrera y nuestras condiciones de cursada, es fundamental sostener y ampliar la representación en la Junta de Carrera de voces independientes de todo el régimen político y de las autoridades universitarias, que estén al servicio de todas las luchas de les trabajadores y de los intereses de les estudiantes.