Semanas atrás fuimos testigos de una expresión completamente violenta de la peor política universitaria: patotas, vallas y una asamblea que sesionó a espaldas del estudiantado. Como anticipamos, la asamblea del Centro de Estudiantes de nuestra facultad (UCR-PS) tomó un carácter completamente antidemocrático.

En el día de ayer, apareció una resolución de la Inspección General de Justicia (IGJ) que desconoce la asamblea y da un plazo de 60 días para convocar una nueva. Las razones de este fallo surgen de una crisis política severa: quedó expuesto un accionar vergonzoso de ataque a la democracia estudiantil.

Que La Cámpora busque usufructuar esta situación en su beneficio, más allá de que sea mediante una autoproclamación de bajo vuelo, resulta una clara impostura. No solamente porque decidió retroceder al momento de ingresar a la asamblea (que ya se encontraba sesionando), por una orden de sus direcciones, sino porque intenta apropiarse de un reclamo genuino de lxs estudiantes para revalidarse y tomar como propia una victoria. Además, la agrupación kirchnerista tienen relaciones y un armado propio en la IGJ. La Cámpora nunca llamó a movilizar, y disminuyó mucho su militancia en la facultad en la etapa posterior al hecho. Está preocupada por no hacer olas y por poder negociar con los radicales que no haya elecciones en las facultades.

Desde La Causa abrimos un curso de acción antagónico. No solo enfrentamos las patotas, sino que delimitamos un plan de trabajo a partir de reuniones abiertas, pasadas por cursos, intercambio con estudiantes y docentes, con el objetivo de desconocer la asamblea y que se convoque a una nueva en la cual haya participación estudiantil. También planteamos que se vote una agenda de lucha que contemple las problemáticas que nos golpean cotidianamente producto de la crisis, y una estrategia común para que haya elecciones en toda la UBA, para que nuestros docentes no se queden sin obra social si son jubilados o ad honorem, contra el deterioro salarial, los tarifazos, y el ajuste en general que está aplicando el gobierno nacional.

Con esta nueva perspectiva tenemos que reforzar la movilización en la facultad, colocando la agenda de estudiantes y docentes contra el ajuste en la universidad. De la mano de una izquierda que se planta, que no transa con el gobierno nacional ni las autoridades, tenemos que derrotar la maniobra y defender que haya elecciones en las 13 facultades de la UBA, para que las conducciones estén al servicio de las luchas en curso y no de la mercantilización de la UBA.