Universidad

30/3/2022|1641

UBA: cursadas ajustadas y urnas a la vista

Los comicios servirán para poner arriba de la mesa cómo defender la universidad

La primera semana de abril son las elecciones de centros y consejeros.

Esta última semana se abrieron las puertas de las últimas facultades que volvieron, en 2022, a las clases presenciales. La primera semana de abril, con algunas cursadas y materias todavía sin funcionar, tendrán lugar las elecciones de Centros de Estudiantes y de consejeros estudiantiles en las trece facultades de la UBA. Estos comicios se realizarán sin el tiempo de debate necesario con el conjunto del estudiantado (mucha gente pisa por primera vez la facultad luego de tres años) y se hacen a las apuradas, en un acto fraudulento que no busca más que restringir la discusión política en la universidad. Junto a esto, las elecciones se realizarán en un contexto que tiene problemas políticos concretos sobre los que vale la pena poner la lupa.

¿Cómo volvimos?

La expectativa del retorno a las aulas se mostró bastante a contramano de la realidad. Los problemas de cursada y de infraestructura estuvieron en el orden del día. En Psicología, el colapso de las aulas, la falta de agua, la falta de asignaciones, los cupos y demás problemas fueron noticia en la primera semana. El concepto de “Psicolapso”, del EPA (Estudiantes de Psicología en Acción), se adecuó como nunca a las circunstancias. Medicina estuvo sin abrir dos días hábiles por falta de luz y de condiciones. Más drástico es lo de Filosofía y Letras, en donde no solamente no hubo luz, no andaban los ascensores, colapsaron los pasillos y hubo gente que no pudo entrar a aulas el primer día del CBC porque estaban cerradas, sino que además dicha situación contrasta con un edificio nuevo (conquistado con la lucha) que sigue vacío y solamente fue usado para un acto de campaña entre el gobierno nacional y la gestión de Filo, junto con su agrupación estudiantil El Colectivo.

Esta situación no es casual. Lejos de prepararse para el inicio de clases, el gobierno nacional y las autoridades estudiantiles avalaron y enviaron un presupuesto cuya partida educativa solo se aumentaba en un 21%, mientras que la mayoría de las previsiones inflacionarias ubica el promedio de aumento de precios por encima del 50%. Más allá de las frases y las maniobras pedagógicas, acá queda claro que es la Educación (entre otras) la que le paga al FMI.

Peronismo “franjizado”

No sorprende, entonces, que el peronismo universitario se rehúse a hablar de política en las elecciones. En Medicina y en Veterinaria, La Cámpora utilizó, para eso, una frase histórica del radicalismo UBA: “estudiantes como vos”. Sinapsis (PJ porteño), de Farmacia, los imitó en su plataforma. En Filo sostienen una frase abstracta que habla de “Avanzar para transformar Filo”.

El peronismo busca discutir centros de estudiantes de servicios sin tener, además, mucha efectividad en su virtud: el Centro de Estudiantes de Exactas de La Cámpora admitió por motus propio haber quebrado el Cecen por 2 millones de pesos.

Nuevo Espacio, por su parte, buscará sacar provecho de la imagen negativa del gobierno pero sin levantar mucho la perdiz: el debate político puede ubicarlos con facilidad del lado del macrismo, que viene de quebrar el país y que, si bien salió ganador en los últimos comicios nacionales, perdió un millón de votos de 2019 a 2021.

Sacar al gobierno y a las autoridades de los centros

La izquierda, por su parte, está poniendo en el centro del debate de las elecciones universitarias lo que pasa dentro y fuera de las aulas.

Desde la UJS, como afirmamos desde las conducciones Vete y Farmacia, la principal fuerza de oposición en Filo y una de las principales en Exactas y en las trece facultades de la UBA en las que nos presentamos, planteamos que los centros de estudiantes y los representantes estudiantiles en los consejos no pueden ser un apéndice de gobiernos que ajustan a la educación y autoridades que los acompañen. Esto vale para las gestiones alineadas directamente con el Rectorado y para aquellas que, como en Sociales y Filo, pregonan discursivamente una mirada distinta pero descargan sobre las condiciones de cursada y la infraestructura de las facultades un ajuste abundante.

Nuestro problema es concreto. Hay que sacar a las fuerzas del gobierno y de las autoridades (sean del color que sean) de los centros para estar mejor preparados en pos de enfrentar el ajuste en la universidad. En eso estamos.