Las más de 200 recuperaciones de tierras en nuestro país son una expresión de la crisis que ha dejado a miles de familias sin vivienda. Se trata en su mayoría de terrenos ociosos o que solo sirven para la especulación inmobiliaria, mientras muchas familias no pueden pagar un alquiler.

En nuestra provincia esta lucha tiene un emblema y es Guernica. Las familias lograron detener las órdenes de desalojo, y corren los días hacia la nueva fecha fijada por la Justicia, este jueves 15. Mientras tanto, vecinos y vecinas de Guernica han elaborado una solución al conflicto y se encuentran en una intensa campaña para que el gobierno de la provincia de Buenos Aires dé una respuesta.

En este cuadro, rodear a Guernica de solidaridad es clave en la lucha por vivienda digna, pero dividió aguas en los centros de estudiantes de la Universidad de San Martín.

En la última asamblea del Centro de Estudiantes de Ciencia y Técnica (CECyT) una de las resoluciones fue una fuerte campaña sobre este conflicto. Nos pronunciamos y llamamos a los otros centros de estudiantes a pronunciarse. Más de 50 estudiantes se sumaron a una importante campaña de fotos; el jueves 8 nos movilizamos con el Encuentro Memoria Verdad y Justicia y el sábado 10 realizamos una gran jornada de colecta de donaciones en la puerta de la universidad, en la que decenas de estudiantes manifestaron su solidaridad acercando útiles, comida y ropa para las familias en lucha.

El resto de los centros de estudiantes, tanto los conducidos por armados ligados al gobierno como el dirigido por Nuevo Espacio, tomaron el camino contrario y se llaman al silencio. Un ejemplo es la conducción del Centro de Estudiantes de Humanidades (CEHum), compuesto por la José Martí y el MUI: mientras que esta dirección que se pinta de progre se había pronunciado instantáneamente cuando la policía exigía aumentos, mandando “fuerza” a Axel Kicillof, hoy hace silencio para no decir que es el mismo Kicillof quien no da otra respuesta a las familias más que desalojo y represión. La subordinación de la conducción del CEHum al gobierno de Alberto Fernández la ha llevado a una posición repudiable: defender un gobernador (que negociaba el aumento de la policía) pero guardar silencio frente a las familias que, empujadas a la miseria, toman en sus manos la tarea de pelear por un derecho tan elemental como lo es la vivienda digna.

Guernica es el emblema de una crisis social más general, y demuestra la impotencia de los centros ligados al gobierno para enfrentar esa crisis que tiene su pata también en la universidad. Los datos del Indec mostraron que casi el 50% de la población ha caído en la pobreza. Con 5 millones de nuevos pobres, el número total alcanza a las 20 millones de personas.

La defensa de un gobierno que se ha sometido al pago de la deuda externa y que ordena sus prioridades alrededor de un presupuesto nacional a la baja, es incompatible con la defensa de un centro de estudiantes que pelee tanto por vivienda como en defensa de la educación.

Dicho presupuesto no atiende ninguna de las necesidades sociales de la inmensa mayoría de la población: ni la vivienda, ni la educación. Además será pulverizado por la inflación. Para que no nos lleve puestos la deserción, debemos organizarnos de forma independiente a ese gobierno. En esa perspectiva, debemos pelear por centros de estudiantes cuyo objetivo sea organizarse en defensa de la educación pública, no defender al gobierno de turno.

En lo inmediato, convocamos a les estudiantes a venir a Guernica con nosotres a llevar las donaciones y rodear de solidaridad la lucha por vivienda digna.