Los estudiantes de la Untref impusieron el pasado jueves 10/10 la toma de la universidad a pesar de la negativa del centro de estudiantes. La histórica toma es el producto de toda una experiencia de lucha acumulada a lo largo del año y particularmente en la última semana. El rechazo a la motosierra de Milei sobre la universidad generó una enorme reacción que tomó forma concreta con la intervención de los estudiantes autoconvocados, quienes tras largas jornadas de lucha política le imprimieron una agenda de lucha a la universidad y al CeUntref (centro de estudiantes conducido por La Cámpora) con ruidazos, asambleas, vigilias, marcha al Congreso y la toma por todo el fin de semana largo.

Accionando como una clara burocracia estudiantil, La Cámpora jugó a contener cada paso hacia adelante que daban los estudiantes por defender la universidad. Tan solo esta semana pasaron de deslegitimar las acciones de lucha, bloquear e intentar quebrar las asambleas por “antiestatutarias”, cuando se autoconvocaban ante la negativa del centro a hacerlo, a intentar levantar la vigilia del día previo a la marcha universitaria a las 5 am, ya que “hasta esa hora el rector dio ¡permiso!”, y proyectar la sesión de Diputados que trató el veto, en contraposición a movilizar al Congreso.

En cada una de las oportunidades, más y más estudiantes se sumaban a las autoconvocatorias y acciones de lucha. Pero el día miércoles, horas luego de que el Congreso refrendara el veto de Milei, los estudiantes autoconvocados montaron una vigilia antes del cierre de la universidad. Algo había cambiado. El respaldo del Congreso al veto colocó la defensa de la universidad en el terreno de la acción directa de los estudiantes, docentes y trabajadores. Pero una vez más, el CeUntref rechazó la acción y se descargó contra los estudiantes acusándolos de violentos. Como si los estudiantes, defendiendo la universidad y su futuro fueran los malos, y no la “casta política” que vetaba el futuro de millones de pibxs junto a la policía de Bullrich que en esos momentos reprimía en el Congreso.

El jueves, una asamblea estudiantil autoconvocada debía sesionar a las 20hs para definir democráticamente los pasos a seguir, figurando en primer lugar la toma inmediata de la universidad. El CeUntref buscó pincharla convocando una reunión abierta a las 17:30hs para postergar las acciones de lucha, buscando calmar la enorme bronca estudiantil y la radicalización de la lucha. Sucede que, a diferencia de toda la etapa previa a que se refrendara el veto, el temor de La Cámpora era que la dirección del conflicto pasara de los rectores y las tranzas y rosca parlamentaria de sus bloques políticos a las manos directas de los estudiantes. Sin embargo, los estudiantes que permanecían en guardia dentro de la universidad, ante la amenaza de cerrarla a las 17.30hs, cuando se realizaría la “reunión abierta” del centro afuera del establecimiento, garantizaron la entrada y efectivizaron la toma. Ante los hechos consumados, una enorme asamblea a las 20hs refrendó la toma y el CeUntref debió ceder. Un enorme triunfo de los estudiantes que echaría leña al fuego de la rebelión universitaria, en sintonía con lo sucedido en la Universidad de La Matanza.

La disposición de los estudiantes a tomar en sus manos la pelea en defensa de la universidad es la conclusión de todo un año de intensa lucha. Las trabas que operó el CeUntref son el ejemplo más brutal del acatamiento al pie de la letra de las órdenes de “no patalear ante el veto por ser una herramienta constitucional” pregonadas por Máximo Kirchner en el acto de La Cámpora el 21 de septiembre, tras la ratificación del veto contra los jubilados. Es parte de la orientación de CFK que, en sus cartas públicas, se anota para reorganizar el peronismo bajo las banderas de la reducción del “déficit fiscal” y la “nueva realidad laboral” (reforma laboral). Sin el voto y las ausencias de los diputados de Unión por la Patria que responden al gobernador Raúl Jalil (Catamarca), y a los peronistas de Osvaldo Jaldo (Tucumán), el veto no se imponía. En dirección opuesta, la rebelión de los estudiantes universitarios se hace cada vez más fuerte, desbordando el conurbano bonaerense con las tomas de la UnLaM (La Matanza), Untref, UNGS (Universidad Nacional de General Sarmiento), y sigue la lista.

Volviendo a la Untref, el viernes se montó un festival para hacer crecer la toma durante el fin de semana y empezaron a coordinarse acciones en común con otras universidades. Hacia adelante se prepara una enorme asamblea general para el día lunes. La defensa de la universidad está en nuestras manos. Es necesario impulsar la toma indefinida, acciones que saquen la universidad a las calles de la zona y una dirección democrática electa por los estudiantes entre asamblea y asamblea.

La rebelión universitaria aparece como la punta de lanza de un nuevo escenario de lucha popular ante un gobierno que cae en imagen por hambrear al pueblo. El reclamo por la educación, la salud, el trabajo y las jubilaciones empieza a concentrarse en un grito común: ¡Fuera Milei!

¡Viva la toma de la Untref! Viva la rebelión universitaria.

A fondo con la lucha universitaria ¡Fuera Milei!

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