Del 1 al 3 de noviembre se realizarán elecciones estudiantiles en toda la UNLP. Se renuevan todas las conducciones de centros de estudiantes y los consejeros/as de cada facultad. En particular, en la Facultad de Artes, se conformó un frente entre el activismo y la izquierda, que tiene una lucha importante por dar.

Es evidente que, en general, lo que está en juego es la orientación que tomará el movimiento estudiantil frente a lo que viene. Sea de la mano de Milei, que plantea la privatización educativa con su sistema de vouchers, o de la mano de Massa, que es quien aplica el ajuste hoy en día, necesitamos centros que impulsen la organización democrática de les estudiantes y la lucha en defensa de la educación y por todos los reclamos pendientes.

En Artes, esto tomó una forma más concreta en las últimas semanas. La gestión del eterno decano Daniel Belinche reformó los 39 planes de estudio de la facultad de la noche a la mañana, sin mediar debate con la inmensa mayoría de estudiantes y docentes. Como ya explicamos, una parte de esas reformas implica recortes de contenidos, especialmente en materias de “formación general”.

Entre les estudiantes, el acompañamiento cerrado de la conducción del Cefa (Arte Para Todxs, frente que encabezan La Cámpora y el Miles) a las reformas sin promover ningún debate generó malestar. Frente a eso, las asambleas autoconvocadas volvieron a surgir como a principio de año por las condicionalidades. Estas asambleas convocaron a movilizar a la comisión de enseñanza y al Consejo Directivo (que aprobaron las reformas) para expresar una voz disidente que, en primer lugar, reclama un debate democrático.

Es importante criticar el papel que jugó Cronopios-Patria Grande, hoy minoría estudiantil en el Consejo Directivo por haber sido segunda fuerza el año pasado, que no impulsó el debate estudiantil y acompañó la gran mayoría de las reformas (solo cuestionaron los cambios en la “formación general”). En estas elecciones, Cronopios se presenta como “un modelo de centro más participativo” que el actual, pero no actuó en tal sentido en un momento tan importante como lo es el debate sobre los planes de estudio. Ni siquiera tomó parte en las asambleas autoconvocadas, a las que fueron invitados. Además, dicen ser algo distinto pero no olvidemos que Patria Grande también integra la gestión de la Universidad, con cargos en el rectorado, y el actual gobierno ajustador de Massa.

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En el espacio de las asambleas autoconvocadas también se avanzó en la discusión de problemas de gran arrastre en las carreras. Además de reclamos históricos como las bandas horarias, aparecieron cuestiones como el elevado costo de las herramientas y materiales necesarios para cursar o la extendida precarización laboral que la gestión encubre. Decenas de docentes dan clases ad honorem, los modelos para dibujo trabajan en completa precariedad (ni siquiera tienen contrato y cobran menos de 300 pesos la hora) y el plantel no docente no alcanza siquiera para atender más de 2 horas por día en el departamento de alumnos. Les estudiantes también denunciaron recortes de carga horaria en materias donde les docentes no cobran la cantidad de horas correspondientes, y distintos atropellos a derechos fijados en el reglamento de cursadas como la vulneración del segundo recuperatorio en diversas cátedras.

Les estudiantes perciben que detrás de ciertos avances, como la conquista de algunas aulas nuevas, se esconde una realidad crítica. A esto se suma la eliminación del curso de ingreso, reemplazado por una semana de charlas de bienvenida, que permitió a la gestión recortar horas docentes, y, de paso, eliminar una instancia que cumplía la función de retener matrícula.

Artes al Frente, la novedosa lista del activismo autoconvocado y la izquierda, surge justamente al calor del proceso de organización por todos estos reclamos, y en particular frente a las reformas de los planes de estudio. El camino de las asambleas autoconvocadas para debatir sobre las carreras y promover los reclamos que se derivan del ajuste de los gobiernos y el FMI sobre la educación, tiene que ser el motor de la organización estudiantil del Cefa. Abrir paso a esa perspectiva es el principal objetivo del frente común que se conformó. Es en ese sentido que daremos pelea en esta elección y frente a lo que se viene en la facultad y en el país.

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