El sábado 26 en la Plaza de Mayo se convoca una asamblea interfacultades del AMBA. Lo que inició como una convocatoria surgida del corazón de las tomas, fue sumando adhesiones en la UBA y UNA de CABA y además UNGS, Untref, Unsam y más facultades de la provincia de buenos aires.

Desde la Unión de Juventudes por el Socialismo no solo impulsamos la asamblea, sino que creemos que es una parada fundamental para seguir con nuestra lucha y llevarla hasta el triunfo. En esta nota queremos señalar algunos puntos que vamos a llevar a debate este sábado para empujar hacia adelante.

La lucha, sus obstáculos y sus desafíos

El movimiento estudiantil, que ha sido protagonista de las últimas semanas por sostener la lucha universitaria luego del veto de Milei, con el método de la asamblea, las tomas y los cortes de calle, tiene ahora el desafío de enfrentar un intento de desactivar el conflicto. 

¿Quiénes quieren desactivarlo? En primer lugar el gobierno, que ve en el apoyo popular que cosecha la lucha por el presupuesto universitario la manifestación de la caída de su imagen pública, del crecimiento en desaprobación a su “motosierra”. Es que el pueblo se ve reflejado en la miseria salarial de los docentes y trabajadores universitarios, y el gobierno teme un “efecto contagio” de reclamos salariales si pierde esta batalla.

En segundo lugar, las autoridades universitarias. Aquellas que cerraron el acuerdo en mayo que dejó fuera el salario de los trabajadores, las becas estudiantiles y la investigación científica. El caso del decano de Psicología que intentó frenar las asambleas y tomas mediante bajos artilugios, como cortar el suministro de agua o cerrar las puertas de las sedes, es ilustrativo. Ni que hablar de las patotas pejotistas del rector de la Unlam. Ellos solo chocan circunstancialmente con Milei por sus negocios con la caja de las universidades, pero no se sienten cómodas con un movimiento estudiantil activo, que fácilmente los puede identificar, con razón, como responsables de la situación universitaria.

Finalmente, tenemos a las burocracias sindicales y estudiantiles que pretenden mantener el conflicto en márgenes “controlados”. Esto no es porque no se den cuenta de que el gobierno tiene un programa incompatible con la universidad, sino porque obedecen la orientación política de sus bloques y partidos. En pocas palabras, cuando La Cámpora se une con la Franja Morada para aparatear la asamblea de medicina y levantar la toma, está siguiendo las indicaciones de Máximo Kirchner de “no patalear” porque el veto es una atribución presidencial.

Ellos tienen su mirada puesta en la infame interna de Cristina en el PJ, o en el caso de Patria Grande en la candidatura de Grabois del año que viene, no en desarrollar la lucha hasta ganar. La interfacultades tiene la tarea de formar un polo estudiantil de independencia política, que rechace esta orientación que nos ofrecen desde arriba y que sirva de contrapeso a la acción coordinada de la burocracia sindical, estudiantil y las autoridades para levantar las tomas y los paros.

Lo que llevamos a la asamblea

La asamblea interfacultades tiene que delimitarse de esta orientación de derrota de las direcciones que quieren frenarnos. Pero la consecuencia práctica de eso no es simplemente una declaración, sino señalar una orientación alternativa, que tenga como hoja de ruta una batería de iniciativas de lucha. 

Por esta razón llevamos como propuesta la realización de una jornada de cortes de calle y autopistas coordinada, con fecha a consensuar en la asamblea. Esta medida tiene el objetivo de lograr un impacto y visibilizar la lucha. La potencia de una jornada así quedó demostrada la semana pasada, cuando la “marcha de las velas” tuvo que ser adelantada por acuerdo de La Cámpora y la Franja para sobreponerse a los cortes votados en diversas asambleas.

Tenemos que votar una jornada de molinetazos y acciones en las principales estaciones del Amba, planteando el problema del boleto estudiantil. Los tarifazos del transporte, combinados con la creciente pobreza, hacen que miles de compañerxs no lleguen a las casas de estudio, y tengan que abandonarlas. Tenemos que arrancar un boleto estudiantil de manera urgente.

La exigencia de una nueva marcha federal universitaria es algo clave, ya que quedó demostrado de sobra la potencia callejera del movimiento universitario, al que se le suman crecientes sectores de trabajadores cuando convoca.

Finalmente, nuestra corriente cree que hay que defender las tomas que continúan frente al operativo para levantarlas. Hay que defenderlas como el método que nos permitió sostener esta lucha y radicalizar, y discutir cómo reforzarlas.

En ese sentido creemos que la potencialidad que tiene la asamblea no debe ser nublada por debates estériles. Llamamos a realizar un esfuerzo entre las agrupaciones participantes para no convertir la asamblea en un terreno de pelea, que perjudica la participación estudiantil, que es la que hay que estimular. Por eso organizamos la reunión abierta en el local del sindicato docente combativo AGD, para acordar el funcionamiento que permite la mayor libertad y participación.

Vamos por una asamblea nutrida de estudiantes, propuestas y energía. Si nos organizamos, extendemos la lucha y superamos las trabas de las direcciones cuyos intereses políticos los llevan a frenar, podemos ganar.

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