El primer cuatrimestre de este año no fue uno más en el país y en la UBA. El gobierno de Milei buscó, y sigue buscando, darle un golpe de nocaut a la universidad. El presupuesto 0 de principio de año puso en jaque el funcionamiento de nuestra facultad en todos sus aspectos. Desde la insuficiencia de presupuesto para los gastos corrientes, pasando por el congelamiento del salario docente, hasta la liquidación de áreas de investigación y ciencia.

La respuesta no se hizo esperar: la marcha más grande de la historia reciente del movimiento educativo copó las calles el 23 de abril. Estudiantes, docentes, no docentes e investigadores llenamos las calles en defensa de la universidad.

Según informó AGD UBA el salario docente perdió 62 puntos desde que asumió Milei y que hoy tiene el cargo testigo ($280.015) por debajo de la línea de indigencia y los “gastos de funcionamiento” (menos del 10% del total del presupuesto universitario) tuvieron un aumento por única vez en una situación de catástrofe económica. También cuando los tarifazos y la crisis atacan de lleno a los estudiantes y la clase trabajadora. Es una miseria, una vergüenza sin precedentes responsabilidad de los sucesivos gobiernos y de las autoridades.

En el Consejo Superior, todos los rectores votaron por el levantamiento de la emergencia presupuestaria. Lo hicieron los radicales, como el de nuestra Facultad, Pablo Evelson. Pero también los del PJ que gobiernan con ellos (Gelpi, el rector, es del peronismo porteño). Estos sectores que arreglaron con Milei recibieron el apoyo también de las gestiones kirchneristas (Filo, Exactas, Sociales), que votaron a favor con la maniobra de mostrar reparos sobre una parte de la declaración.

Radicales y peronistas tienen un pacto de gobernabilidad con Milei. Lo vimos no solamente con la votación de la Ley Bases, la falta de quórum en la comisión de presupuesto educativo, sino que además sindicatos que responden al peronismo y sus agrupaciones estudiantiles decidieron clausurar la lucha.

Las autoridades son la vía de penetración de los intereses capitalistas al interior de la universidad, a través de los convenios con terceros, los posgrados arancelados, etc. Pactar con Milei les sirve para seguir en sus lugares de poder y desenvolver los negociados. Los intereses de estudiantes y docentes son otros: el salario, la cursada, las becas, el boleto educativo.

UBA: por una segunda marcha universitaria en el segundo cuatrimestre

Las claves políticas de una primera etapa de lucha. –

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La independencia política de los centros de estudiantes es la clave

En este sentido, la independencia política de los centros de estudiantes -de cualquiera de los partidos patronales y de las autoridades universitarias- es importantísima. De las 13 facultades de la UBA, solo 2 tenemos centros independientes: Farmacia y Bioquímica y Veterinarias. El resto de los centros está dirigido por Nuevo Espacio o variantes del peronismo-kirchnerismo. Estas agrupaciones funcionan como apéndices de las autoridades en todos lados, no buscan impulsar la lucha junto a los docentes por los intereses que defienden de fondo; sino atacar a los centros independientes.

En un aspectro más amplio, nuestra independencia política nos permitió luchar contra el gobierno de Milei y su política contra los trabajadores y la Universidad desde el día 0. En cada movilización contra la Ley Ómnibus y luego la Ley Bases, en apoyo a todxs los trabajadores estatales despedidos y el desguace de los institutos científicos como el Conicet y el Inti, en apoyo al movimiento piquetero que se organiza contra el hambre y contra la persecusión del gobierno. Como también nos permitió luchar en defensa de nuestro plan de estudios cuando Nuevo Espacio (radicales, minoría estudiantil en el consejo) votó junto con la gestión un plan que sumaba un módulo integrador, también por los promos y por todas las reivindicaciones estudiantiles

Cada una de estas iniciativas fueron en pos de poner en pie de lucha un movimiento contra el ataque a la Universidad, sin ataduras, desde comienzo de año. Pusimos en pie asambleas junto a docentes, clases públicas, cartelazos, semáforazos en conjunto con otras facultades y otros centros de estudiantes, volanteadas y pasadas por cursos, comisiones por el boleto educativo y el presupuesto, recorridas en los barrios y ollas populares para llevar nuestros conocimientos al servicio de las necesidades sociales.

En este segundo cuatrimestre, creemos que hay que reimpulsar este camino. queremos poner los centros de estudiantes al servicio de la lucha educativa. Nuevo Espacio defiende los intereses del gobierno y las autoridades, la orientación social de la privatización y mercantilización.

Seguir el camino de la lucha implica acompañar a nuestros docentes en su campaña por el no inicio, frente al desguace salarial. Necesitamos volver a poner en pie la experiencia de abril, en la perspectiva de derrotar al gobierno nacional.

Podríamos resumir la situación en pocas palabras: es Milei o la Universidad. El segundo cuatrimestre nos tiene que encontrar del lado correcto, con la política adecuada.

Por una segunda marcha universitaria.

Abajo el pacto del rectorado y las gestiones de la UBA con Milei.

Para el espionaje hay plata: Milei financia los “sótanos de la democracia”

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