En la tarde noche del pasado miércoles 15 se aprobó en la Legislatura de Chubut el proyecto oficial de zonificación minera, luego de su incorporación sorpresiva en una sesión ordinaria y en medio de una dura represión contra los manifestantes que se acercaron a rechazar esta maniobra, la cual se extendió durante toda la noche.

La incorporación de este proyecto para su tratamiento responde a que el mismo ya contaba con dictamen de comisión y corría el riesgo de perder estado parlamentario. En medio de las negociaciones del gobierno nacional con el FMI, el forzamiento de la votación del proyecto minero se inscribe en la agenda de garantías para el cumplimiento con el capital financiero, a expensas de la salud de la población y el medio ambiente.

Con 14 votos afirmativos contra 11 negativos la Legislatura de Chubut sancionó la norma que permite la minería metalífera química, de plata, cobre y plomo, en algunas zonas de la provincia. Un proyecto que responde a las apetencias de las multinacionales mineras, entre ellas la Pan American Silver, para la extracción de metales por medio del uso de xantato.

Los manifestantes fueron reprimidos por un contundente operativo policial, descargando decenas de cartuchos de balas de goma -lo que ha quedado constatado por las cámaras de los participantes- y dejando un saldo de más de 20 heridos y al menos tres detenidos, en lo que se convirtió en una cacería por la ciudad de Rawson.

El proyecto aprobado por la Legislatura, e impulsado por el gobernador Mariano Arcioni, implica una entrega del agua, los bienes naturales y recursos económicos y el territorio provincial a las multinacionales mineras. La aprobación bajo esta forma semiclandestina aún deberá superar la movilización de una causa popular que ya en el pasado dio cuenta de su fuerza y capacidad de acción.

Este jueves, la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones tiene convocada una movilización a Plaza de Mayo, a las 17 horas, en defensa del ambiente y los pueblos originarios, donde se incorporará el repudio a la represión y al proyecto de las mineras.

Los gobiernos capitalistas alinean su política y cierran filas para pactar con el FMI, poniendo como garantía el suelo, el ambiente y la calidad de vida de la población trabajadora. La lucha contra la megaminería y la depredación ambiental es una lucha también contra el plan de ajuste fondomonetarista, que abre las puertas para todo tipo de atropellos.