Ambiente

24/11/2020

DEPREDACIÓN AMBIENTAL

Córdoba: aguas turbias y más incendios en la provincia

Un plan que no maneja el fuego.

Luego de un fin de semana de temperaturas elevadas y viento, los bomberos combaten un incendio forestal que ocurre en paraje El Chamico, departamento de Pocho, al oeste de la provincia de Córdoba. Hasta hace unas horas, se habían quemado 50 hectáreas de pastos secos y monte natural. Desde la oficina policial departamental, afirman que arribaron bomberos de Córdoba capital para realizar las pericias pertinentes para el sumario judicial.

A pesar de que la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto que modifica la ley de Manejo del Fuego para impedir la utilización especulativa de tierras que hayan sufrido incendios forestales, estos no han cesado ni en los humedales ni en otras provincias. Desde sectores del campo afirman que, en caso de convertirse en ley en el Senado, los productores y propietarios de terrenos afectados presentarán una acción de amparo con el argumento de una arbitrariedad en la alteración del derecho a la propiedad.

Sobre quemado, llovido

Con las primeras precipitaciones luego de meses de sequía, el efecto fue el que ya todos anunciábamos: las sierras se lavaron arrastrando el material a los ríos y arroyos. Al no haber capa vegetal que actúe como filtro, el agua corrió por las laderas arrastrando material (cenizas, tierra) y contaminando los ríos. Con estas lluvias ocurrió una pérdida de suelo fértil que va a dificultar la regeneración posterior. Es lo que se conoce como escorrentía superficial. Y, por otro lado, está la contaminación de las aguas que se deriva de todo ese proceso de arrastres.

En otras palabras, ríos y otras masas de agua reciben grandes cantidades de lodos, cenizas y restos vegetales que causan daños también a los ecosistemas acuáticos, algunos irreversibles. La dimensión de estos fuegos desencadena una alteración del ciclo hidrológico de resultados negativos, tanto para la flora y la fauna acuáticas como para el ser humano. La contaminación impide su uso. Fue lo sucedido durante el último viernes y sábado, quedando el 70% de la población capitalina sin suministro del vital elemento ante el cierre de las compuertas de ingreso a la planta depuradora debido a la exagerada turbidez de la misma.

Lo que el agua traerá

Los incendios contribuyen a la eutrofización de los embalses ya que aportan cantidades crecientes de nitratos solubles y material en suspensión que arrastra minerales poco solubles de fósforo. Esto produce un aumento de la productividad biológica en los embalses en respuesta a un mayor aporte de nutrientes, lo que desencadena concentraciones de materia orgánica cuya descomposición supera la capacidad de autodepuración aeróbica del lago: se agota el oxígeno disuelto en las aguas y las masas algales se descomponen por putrefacción, con consecuencias deletéreas para el ecosistema lacustre y para el agua como recurso. En particular en el San Roque, la población de algas que proliferan en estas condiciones son productoras de hepatotoxinas.

Una vez más señalamos la cadena de responsabilidades de aquellos que, en el afán de negocios y facturación rápida, deliberadamente arrasan con la cobertura natural de la tierra y a posterior introducen cambios en el uso del suelo. En contraste con sus enormes ganancias monetarias, la familia trabajadora respira humo, se inunda y sufre consecuencias gástricas. Ni hablar del aumento del costo que implica comprar dos veces agua, la de la red y la provisión para beber. El capitalismo destruye el ambiente y las condiciones de vida de las familias trabajadoras.