Ambiente
8/1/2025
El ajuste en el manejo del fuego vuelve incontrolables los incendios de la Patagonia
Recorte presupuestario y brigadistas precarizados.
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Focos ígneos en la zona de Los Manzanos.
El incendio en el Parque Nacional Nahuel Huapi no da tregua y ya arrasó con casi 3.000 hectáreas de bosque. Un fenómeno propiciado por el cambio climático que pone al descubierto el ajuste gubernamental a las partidas destinadas al manejo del fuego.
Para empezar, los diversos focos están siendo combatidos por 179 brigadistas, a quienes aún no se les ha renovado el contrato, al igual que a otros 400 que trabajan en las distintas áreas protegidas del país. La dirección de Parques Nacionales mantiene en la más absoluta incertidumbre laboral a aquellos que arriesgan su vida en la primera línea de fuego. Además de estar precarizados, estos trabajadores cobran salarios de pobreza, del orden de los $800 mil.
A su vez, la motosierra de Milei se ha ensañado especialmente con las partidas para el manejo del fuego. En los primeros ocho meses del 2024, las mismas cayeron 46,7% real en términos interanuales, y, además, solo se ejecutó el 40% de las mismas, según un informe de la Fundación de Ambiente y Recursos Naturales. A lo que se agrega la decisión del gobierno de eliminar el fondo fiduciario destinado a la protección ambiental de los bosques nativos. Sin ir más lejos, solo hay dos aviones hidrantes disponibles a nivel nacional.
Incluso, desde el 27 de diciembre 2024, el Servicio Nacional de Manejo del Fuego pasó de la Subsecretaría de Ambiente a estar bajo la órbita del Ministerio de Seguridad, lo cual reduce a los brigadistas a funcionar como una fuerza de combate del fuego y no de prevención. Lo anterior es propio de un gobierno negacionista del cambio climático, y, por lo tanto, incapaz de asociar este último con la proliferación de incendios forestales. A su vez, da vía libre cuando estos son intencionales en función favorecer los negocios agroganaderos e inmobiliarios que hay detrás de la desforestación y el desmonte.
En esta ocasión, los incendios que azotan a La Patagonia están estrechamente vinculados a los eventos climáticos extremos -como la mayor ocurrencia de olas de calor y de tormentas eléctricas- producto del cambio climático (El Destape, 2/1). A los propagados en el Parque Nacional Nahuel Huapi, al sur de Bariloche, se sumaron recientemente focos en el Parque Nacional Lanín, provincia de Neuquén, afectando especies nativas como Coihue, Radal, Maitenes y Caña Colihue.
Mientras faltan recursos para mitigar las llamas, como consecuencia del desfinanciamiento estatal, el director de Parques Nacionales, Cristian Larsen, utiliza fondos públicos para financiar almuerzos de $400 mil en los lugares más exclusivos de Bariloche. Un símbolo de la hipocresía del gobierno, que asumió batiendo el parche contra la casta política, pero una vez en el poder replica todos los vicios de la misma.
Es necesario organizar la lucha por más presupuesto para la preservación de bosques y el manejo del fuego. Esto incluye la adquisición de nuevos aviones hidrantes y el pase a planta permanente de los brigadistas e incorporación de más integrantes. Lo anterior implica enfrentar a fondo la motosierra de Milei, incompatible con la defensa del ambiente.