Ambiente
20/5/2024
Vaca Muerta
Escándalo: la Justicia neuquina perdona a Comarsa la contaminación petrolera
Le redujo el embargo de 7 millones de dólares a solo 200 mil pesos.
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Las chimeneas de Comarsa contaminan los barrios aledaños.
La actividad petrolera convencional y no convencional produce una gran cantidad de residuos con alto grado de contaminación con elementos químicos nocivos, restos de hidrocarburos y hasta material radiactivo (recuperación secundaria o terciaria). Estos residuos constituyen el reflujo hacia la superficie de materiales que se inyectan al subsuelo para estimular la producción de hidrocarburos. En general, tienen la forma de lodos donde están los contaminantes mezclados con agua. El tratamiento de estos residuos abrió una veta de negocios para la instalación de plantas de tratamiento. Es así que se montaron algunas plantas cercanas a Vaca Muerta, entre ellas las de Comarsa, que a su vez contamina con sus chimeneas de humo a los barrios aledaños. La Justicia, que había a embargado a esta compañía en 7 millones de dólares por daños ambientales, ahora reduce esa cifra a apenas $200 mil.
Esta empresa se creó en el año 2008 y, según el Boletín Oficial de la Provincia del Neuquén, la sociedad fue denominada “Compañía de saneamiento y recuperación de materiales S.A.” y tiene como objeto social el tratamiento de residuos en general. La sociedad levantó una planta de tratamientos de dichos residuos en el Parque Industrial de la ciudad de Neuquén, bajo el nombre de Comarsa.
Muy tempranamente, por estar instalada a 500 metros de barrios densamente poblados, y por la emisión de gases desde sus chimeneas de los hornos de tratamiento, recibió denuncias por contaminación.
Estas denuncias incluso merecieron un pedido de informes desde la Legislatura, ante la gravedad de la situación. Desde los organismos de ambiente del Estado neuquino nunca se procedió a un real control, pero la empresa anunció el traslado de la planta desde la ciudad de Neuquén a la de Añelo, en un predio fuera del tejido urbano, para pilotear las denuncias.
Recién en el año 2014 (con los inicios de la explotación No Convencional y el pacto Chevrón) esas denuncias generaron una acusación penal de parte del Ministerio Público Fiscal. Este organismo constató la contaminación y otros fraudes de la empresa y fijó un embargo de 7 millones de dólares sobre los empresarios y directores para asegurar las tareas de remediación y los pagos de multas que nunca se pagaron.
Casi diez años después, en el 2023, durante su campaña electoral para su reelección, el actual intendente de la ciudad de Neuquén afirmó que iba a “recuperar estas 20 hectáreas para la ciudad, porque a quienes se les adjudicaron no pagaron un solo peso”, y se usaría ese predio para levantar “un estadio para 40.000 personas”. Pero a un año del anuncio de campaña, los 300.000 metros cúbicos de residuos contaminados que alberga Comarsa aún no se trasladaron y el pasivo ambiental es gigantesco. La empresa reconoció que violó acuerdos, que recibió residuos por encima de su capacidad de procesamiento y que repartió dividendos fingiendo ganancias.
Pero … el Estado y la eterna impunidad capitalista
En un reciente fallo de un Tribunal de Impugnación, dos jueces sobre tres, redujeron el monto del embargo a….¡¡$200.000 !!, o sea, el equivalente a una jubilación mínima, lo cual es un burla siniestra.
El fallo del Tribunal se fundamenta en un límite que la normativa provincial pone a las multas. Pero el embargo en millones de dólares, que había sido confirmado apenas hace tres meses atrás por un Tribunal de Revisión, es por el concepto de pasivo ambiental y la administración fraudulenta, con lo que la revisión y rebaja a una migaja es un guiño abierto a que la cuestión ambiental bien vale un plato de lentejas.
El hecho que las toneladas de material contaminado que tiene Comarsa en su predio del Parque Industrial provengan de empresas como YPF S.A., Chevrón, Exxon o Shell e incluyan sustancias radioactivas y metales pesados, demuestra que si la impunidad ambiental abierta y grosera puede darse ante un hecho público tan difundido, esa impunidad al interior de los yacimientos, donde los ingresos de personas son controlados y solo autorizados por las petroleras, debe alcanzar niveles inimaginables.
Casi como una broma macabra, precisamente, en esta semana se realizó la jornada “Argentina sustentable 2024”, que trató el tema “Energía y Ambiente”, donde participó el gobierno neuquino. Dentro de la jornada se trató el tema “basureros a cielo abierto”, donde los funcionarios neuquinos dijeron sin sonrojarse que “se va a desarrollar un programa de erradicación de los mismos” y que próximamente el tema se tratará en nuevas “jornadas” a realizarse en Cutral Có.
Respecto al aspecto ambiental y la emisión de gases invernadero en la actividad hidrocarburífera, el director provincial de Economía de la Energía, Mauricio Ferraris, dijo que van a “solicitar a las petroleras que informen su nivel de emisión de gases de efecto invernadero”. Es decir, confiar en un informe elaborado por las propias contaminadoras. Lo cual no debe sorprender porque luego de décadas de explotación hidrocarburífera en la provincia, las empresas siguen pagando sus regalías en base a sus propias declaraciones sobre los volúmenes extraídos.
Lo anterior configura a Vaca Muerta como el paraíso de los contaminadores y evasores del fisco.
Una elemental medida transicional como el control obrero de la producción, pondría un límite a esta barbarie capitalista.