Ambiente

10/8/2021

Río Luján: investigadores de la UNLu cuestionan las obras en la cuenca

A través de una misiva enviada al Comité de Cuenca del Río Luján a fines de julio, los doctores Adonis Giorgi y Claudia Feijoó, responsables del Instituto de Ecología y Desarrollo Sustentable (Inedes), efectúan contundentes críticas a los trabajos que se están desarrollando o a los que se planean hacer en la cuenca del Luján.
Este pronunciamiento por parte de especialistas de la Universidad Nacional de Luján fue en respuesta a la consulta pública promovida por el Municipio de Luján y el OPDS (organismo provincial ambiental) para que instituciones, profesionales, organizaciones y ciudadanos dirijan sus opiniones o inquietudes sobre las mismas.
El planteo de los especialistas de la UNLu es un refuerzo a los argumentos de los vecinos y colectivos que luchan en defensa del Río Luján y sus humedales y que reclaman las audiencias públicas en la que se puedan interpelar a los funcionarios y exponer las razones de porque estás obras hídricas son perjudiciales para el ambiente y que no resolverán el problema de las inundaciones.
Reproducimos a continuación la carta completa del Inedes- UNLu:
Estimados [Al Comité de Cuenca del Río Luján- Comilu]
ante todo, muchas gracias por la invitación a participar en la consulta pública.
Habiendo leído los documentos que se han puesto a disposición, deseamos destacar algunos aspectos que nos generan inquietud, ya que no se encuentran suficientemente fundamentados o no se conoce el objetivo buscado.
a) Se propone alojar los sedimentos en recintos preseleccionados, teniendo en cuenta la protección de suelos. ¿Cuál será el estado del suelo luego de la ubicación de los sedimentos del río en esos lugares? ¿Los recintos se cavarán en tierra? ¿Con qué profundidad? ¿Los recintos serán dispuestos en zonas bajas o altas? Con la información presentada resulta difícil evaluar el impacto de esta intervención. Asimismo, si la legislación permite la recuperación de cavas y áreas degradadas, ¿por qué no se eligió alguna de ellas para utilizarlas como recintos? Tampoco es clara la razón de la restricción de traslado a un máximo de 300 metros.
b) Patrimonio arqueológico y paleontológico: Según la normativa debería haber un paleontólogo y un arqueólogo contratados durante el proceso de obras para supervisar el proyecto y realizar el retiro de materiales valiosos. Sería recomendable que estos especialistas estén presentes durante las excavaciones para monitorear el hallazgo de piezas de interés que pueden no ser percibidas como tales por patrones y obreros debido a su desconocimiento del tema.
c) Paseo ribereño: Se supone que es un área conservada para el paseo al aire libre, la recreación y el contacto con la naturaleza. ¿Por qué usar materiales como hormigón, acero inoxidable, etc., en los tótems e indicadores? Nuestra recomendación es que se utilicen materiales naturales, algunos de los cuales pueden provenir de la misma área de obras. El empleo de infraestructura verde en áreas de esparcimiento es la práctica que actualmente se está imponiendo en los países desarrollados.
d) No se entiende la lógica de “mejorar el tramo medio a la altura de Olivera”. Es un área rural, escasamente habitada. ¿O se ha decidido comercializar las tierras para nuevas urbanizaciones en áreas cercanas a la ribera? Si así fuera, no es necesario realizar obras. Basta con no permitir el asentamiento de viviendas en el área de recurrencia de inundaciones de 10 o más años.
e) Tampoco se comprende por qué se desea modificar el cauce del río en los lotes 1 y 2. El lote 1 es eminentemente rural y no hay viviendas que pueden ser afectadas, mientras que el lote 2 presenta algunas urbanizaciones nuevas y un campo de golf. Si se mantienen a las viviendas por fuera del área de recurrencia de las inundaciones en un determinado tiempo (igual o mayor a 10 años, por ejemplo), las crecientes sólo producirán un impacto leve. Asimismo, durante eventos extremadamente inusuales se podrían otorgar subsidios para compensar a los residentes que se vean afectados. La continua profundización del cauce lleva a una desconexión cada vez mayor entre el río y su llanura de inundación, afectando a las zonas de almacenamiento naturales presentes en el área ribereña y aumentando el impacto de las inundaciones. Sería recomendable que los fondos de la obra se destinen a mejorar el manejo del lote 2 como, por ejemplo, el retiro de represas sobre el cauce del arroyo que corre por el barrio privado de la margen derecha, que alteran su conectividad longitudinal. Asimismo, sobre la margen izquierda hay una serie de lagunas artificiales que presentan cianobacterias, entre las cuales podría haber especies que generan toxicidad.
f) Creación de las ARTEH en arroyos de la cuenca alta: Se propone la construcción de represas de entre 2 y 5 metros de altura para “disminuir las zonas anegadas o afectadas debido a la escasa capacidad de conducción que presenta el cauce actual”. Según se entiende, se construye un área anegada para que otras no estén anegadas. Sin embargo, en los arroyos mencionados se observan zonas de humedales y pequeñas lagunas que están siendo drenadas y que podrían servir de áreas de almacenamiento transitorio naturales, sin necesidad de crear zonas artificiales para este fin. Debe recordarse que los humedales, además de retener agua, proveen una serie de servicios ecosistémicos como la conservación de la biodiversidad y la captación de dióxido de carbono. Asimismo, la coexistencia de tramos de corriente rápida o lenta crea una heterogeneidad ambiental que favorece la diversidad de nichos ecológicos y la persistencia de un mayor número de especies. El impacto de las obras debido a la modificación de la profundidad, pérdida de humedales, cambio en el clima térmico y reducción de la conectividad longitudinal producirá extinciones locales de las especies acuáticas y afectará los servicios ecosistémicos. Como especialistas en ecología fluvial, recomendamos fuertemente no construir las ARTEH, y usar los fondos para la restauración de los humedales degradados. Este es el manejo que recomiendan los especialistas a nivel mundial en la actualidad.
En definitiva, y aprovechando la oportunidad que nos brinda esta consulta pública, creemos importante comenzar a cambiar el paradigma eminentemente hidráulico que se aplica a las obras, para pasar a un manejo con una visión más ecológica, tratando de ir a favor de la naturaleza y no en contra ella. Al respecto adjuntamos un trabajo que hemos publicado recientemente, donde mostramos que las aplicación de un enfoque sólo hidráulico conduce a los sistemas fluviales a una trampa socioecológica de la que es difícil salir y que lleva a una degradación cada vez mayor de ríos y arroyos.
Por último, sería deseable que se amplíe el plazo para la consulta pública dado que el mismo se abrió durante las vacaciones y sin tiempo previo para ver los materiales con tranquilidad.
Un saludo cordial,
Dr. Adonis Giorgi, Director.
Dra. Claudia Feijoó, Vicedirectora.
Instituto de Ecología y Desarrollo Sustentable (INEDES, CONICET-UNLu)”.