Aniversarios

24/6/2022

El 27 de junio de 2002 fueron todxs piqueteros

La contundente respuesta popular contra la masacre del Puente Pueyrredón.

Movilización a Plaza de Mayo - 2002

El 27 de junio de 2002 se realizó una masiva movilización a Plaza de Mayo en repudio a la masacre perpetrada el día anterior por el gobierno de Duhalde en el Puente Pueyrredón, que se cobró la vida de los compañeros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, y que dejó además a centenares de heridxs con balas de plomo y de goma, también de los cortes de los otros puentes de los accesos a la capital que se realizaron aquel mismo día.

La marcha tuvo el enorme valor de ser una toma de partido de la población en favor de la lucha piquetera, y por lo tanto en contra de las mentiras del gobierno y los medios de comunicación sobre lo sucedido el día anterior en el puente. Recordemos que lo primero que intentó instalar el gobierno fue la idea de que “los piqueteros se mataron entre ellos”, como sostuvo Aníbal Fernández por entonces Secretario General de la Presidencia, quien además agregó que ellos sabían que esto iba a suceder, ya que en la Segunda Asamblea Nacional de Trabajadores se había hablado de “lucha armada”. Y cómo olvidar la histórica tapa de Clarín del propio 27 de junio: “La crisis causó 2 nuevas muertes”.

El propio 27, el clima represivo continuó y fue parte de la estrategia del gobierno para impedir que la marcha fuera masiva. Fuerzas de seguridad en los accesos a la ciudad y en las estaciones de tren, detenciones de compañerxs, y rumores de que los piqueteros tenían un plan organizado de saqueos. Hasta se dio asueto en la administración pública. Las 50.000 personas que acudieron entonces a la Plaza de Mayo le propinaron al gobierno de Duhalde una primera gran derrota.

¿Quiénes marcharon ese día?

La movilización fue encabezada por las organizaciones piqueteras que en ese momento se encontraban luchando: el Bloque Piquetero Nacional (encabezado por el Polo Obrero), el Mijp, la Coordinadora Aníbal Verón y Barrios de Pie. La consigna que enarbolaban era la del Argentinazo del 19 y 20 de diciembre: “que se vayan todos”.

Pero el dato clave fue la masiva participación de las Asambleas Populares de la Capital, quienes llevaron sus propias banderas y consignas: “Vinimos a rechazar la represión”, “a contestarle al gobierno”, “a decirle que le salió mal el intento de enfrentar a las asambleas con los piqueteros” (Página/12, 28 de junio de 2002). El mismo diario sostiene también que “hubo cientos de vecinos que habían dejado de ir a las asambleas que volvieron a marchar con ellas”.

Los cánticos aquella noche fueron muchos: el clásico de la época “que se vayan todos / que no quede ni uno solo”, y también otros nuevos y no tan nuevos como “Yo sabía / yo sabía / a los pibes / los mató la policía”, “piquete y cacerola / la lucha es una sola”. El principal de la noche y el que le dio la fisonomía a la marcha, fue “Ya lo veo / ya lo veo / esta noche / somos todos piqueteros”. Y lo fueron.

De la marcha también participó masivamente el movimiento estudiantil universitario (con la FUBA y la FULP a la cabeza) y el movimiento secundario. Los grandes ausentes fueron los mismos que el 20 de diciembre de 2001: la FTV de Luis D’Elía y la CCC, quienes se encontraban en plena tregua con el gobierno de Duhalde y sus gobernadores.

El fin del gobierno de Duhalde

Luego de la gran respuesta popular a la represión, la crisis política del gobierno se fue profundizando cuando empezaron a salir a la luz, gracias al trabajo de varios fotoperiodistas, las pruebas de las acciones criminales de los policías Fanchiotti y Acosta. También salió a la luz que lo sucedido el 26 de junio no fue un “exceso” de algunos miembros de la Bonaerense, como intentó presentar el gobierno, sino un plan represivo integral que incluyó a cuatro fuerzas de seguridad, entre ellas francotiradores e infiltrados. Felipé Solá, en ese momento gobernador de la Provincia de Buenos Aires, llegó a decir que “la Policía me mintió” respecto del uso de balas de plomo.

Las crisis del gobierno sin embargo era a esta altura imparable. El gobierno de Duhalde tuvo que dejar de lado sus intenciones de terminar el mandato de De La Rúa, y convocar a elecciones anticipadas. La movilización de masas que en el Argentinazo volteó al gobierno de De la Rúa, y luego al de Rodríguez Saá, le asestó también un fuerte golpe a Duhalde que se vio obligado a adelantar su retirada.

2002 – 2022

Pasaron 20 años de la Masacre de Avellaneda y sin embargo muchas cosas siguen igual en Argentina. En primer lugar muchos de los responsables del asesinato de Maxi y Darío siguen en cargos de gobierno. Sólo por nombrar algunos, Felipe Solá en aquel momento gobernador de Buenos Aires, fue el primer canciller del gobierno de Alberto Fernández. Aníbal Fernández, quien fue Secretario General de la presidencia de 2002, hoy es ministro de Seguridad de la Nación (también tuvo importantes cargos en los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández). Alfredo Atanasof, jefe de gabinete del gobierno de Duhalde cuando se produjo la masacre, es actualmente embajador en Bulgaria. Y la lista continúa.

En segundo lugar, también ahora como en 2002, crecen el hambre, la precarización, la inflación y la desocupación, y el gobierno le paga al FMI con esa miseria popular. Pero también nuevamente las y los trabajadores desocupados han puesto en pie un poderoso movimiento piquetero que discute y sale a las calles a enfrentar esta situación.

Vemos con total claridad que el problema es el régimen político que sostienen todxs quienes nos gobernaron en las últimas décadas. Por esto, en 2002 y en 2022 desde el Partido Obrero y el Polo Obrero seguimos llamando a la unidad de trabajadorxs ocupadxs y desocupadxs, en una lucha para terminar con este régimen social.

A 20 años del asesinato de Kosteki y Santillán, decimos: presentes, la lucha continúa.