La Orquesta Sinfónica Nacional viene luchando hace tiempo contra el brutal ajuste llevado adelante por el gobierno de Macri a pedido del FMI. Ese sentido, su secretario de Cultura, Pablo Avelluto, demuestra ser un excelente alumno.

La OSN y el Ballet Folklórico Nacional realizaron una protesta-concierto en la puerta de la secretaría donde plantearon todo un pliego de reivindicaciones para los trabajadores que están bajo la égida de Avelluto.

Allí reclamaron por los cientos de compañeros despedidos, programas y propuestas culturales dados de baja; achicamiento de los programas sobrevivientes, suspensión de giras y actuaciones de los elencos artísticos; falta de tareas para la mayoría de los trabajadores y ámbitos de trabajo inadecuados; problemas de infraestructura que afectan a los trabajadores y al patrimonio nacional. A todo esto, hay que sumarle las paritarias de miseria firmadas por UPCN que hace que más de la mitad de los trabajadores de Cultura cobren salarios que han quedado debajo de la línea de pobreza.

Ante esta crítica realidad, los trabajadores de la Cultura, durante la discusión del presupuesto de este año, actuamos, denunciamos y conseguimos que el Congreso de la Nación asigne 500 millones suplementarios al presupuesto 2019 de la Secretaría. La subejecución presupuestaria ha sido un modelo de gobierno, una decisión política que ha repercutido en cada uno de los trabajadores del área y en cada uno de los actores vinculados con la producción cultural en todas sus ramas. No sólo en términos reales es menor cada año lo que se invierte en Cultura, sino que además el encargado de ejecutarlo, Avelluto, cumple con ansias de buen alumno la no ejecución de partidas para que Macri y Dujovne puedan asegurarle el pago de deuda e intereses al FMI.

Los integrantes de la OSN exigieron la ejecución ya de los 500 millones de pesos asignados para Cultura y que se deje de subejecutar el resto del presupuesto asignado.

La concentración contó con el apoyo de diferentes juntas internas como así también de Músicos Organizados y de los diputados Romina Del Plá y Gabriel Solano, del FIT.