Este 2 de noviembre salió a la luz por todas las plataformas el “estreno” de la última canción de los Beatles. John Lennon sólo con su piano la compuso a finales de los ’70 en el edificio Dakota de Nueva York, quedando registrada en un demo en cassette.

Posteriormente esta misma canción se trabajó para los recordados “Anthology” a mediados de los noventa, quedando a medio terminar por limitaciones tecnológicas de la época, no pudiendo eliminar el ruido de fondo de la grabación. Si bien, desde 2009 ya circulaba una versión no autorizada.

Se retomó en 2023 usando la inteligencia artificial, responsabilidad del cineasta Peter Jackson, separando la voz de John y en estudio se agregaron los demás instrumentos: las partes de guitarra de George Harrison que databan de 1995, piano, bajo, batería y cuerdas. El resultado es una gran canción de tintes oscuros, ritmo pausado y creciendo al final. Tal fue la repercusión mundial que, en menos de 4 horas superó el millón de “vistas” en YouTube.

El lanzamiento de este tema está acompañado por una nueva mezcla de “Love me do” como lado B.

La inteligencia artificial servirá sin duda para el desarrollo de la ciencia y el arte como es en este caso, rescatando la voz de Lennon, de una grabación pobre y de mala calidad a la maravilla sonora de esta canción. Aunque, en manos de los capitalistas, la misma I.A. significa despidos en masa y desarrollo armamentístico al servicio de incrementar las ganancias patronales y conquistar nuevos mercados.

A 60 años de su debut discográfico y 53 años de su separación, con esta última canción, The Beatles sigue dando que hablar.