Cuando faltaban sólo tres días para que la democracia celebre sus 40 años invistiendo una fórmula presidencial negacionista de los crímenes de la dictadura, un festival artístico puso el foco en la situación de los cientos de luchadores sociales que se encuentran judicializados por protestar. En particular, la de César Arakaki que al ser condenado a más de tres años debería cumplir la pena efectivamente en prisión.

La más maravillosa música

La inoxidable leyenda de la música de protesta social, Las Manos de Filippi abrió el festival en su versión sound system  con “Ballenas” dejando claro que por cada luchador preso habrá “un ejército de locos” peleando por sacarlo de la tumba. Antes de cerrar, el “Cabra” Hernán de Vega dedicó una rapeada versión de “Sr. Cobranza” a Willy Bronca tendiéndole un puente entre generaciones antes de heredarle el escenario.

"todos los artistas por ser trabajadores tenemos la responsabilidad de organizarnos y salir a luchar. Perseguir a los que luchan es lo que se busca con esta sentencia" @CabraCarlitos de @lmf_oficial pic.twitter.com/JIXayebx7P

— Prensa Obrera (@prensaobrera) December 7, 2023

Willy no sólo recogió el guante: demostró lo bien que le queda. Aire fresco en la escena rap -no sólo por sus líricas, sino también por el aporte de sus influencias jazzeras- eligió la austeridad total del canto a capella. Prefirió la comprensión de cada una de sus palabras demostrando no sólo la destreza musical de su fraseo sino que tenía mucho por decir. Inspirado por la muerte de George Floyd repasó los crímenes de la democracia local haciendo justicia con la memoria de “los 4 en San Miguel del Monte, Luis Espinosa, Walter Nadal, Santiago Maldonado y Jorge Julio López”.

#AHORA En Plaza de Mayo, se arma el festival por la absolución de César Arakaki y Daniel Ruiz. Tocan @lmf_oficial Willy Bronca y el cierre será con "Tintorero", la obra de teatro de César Arakaki. pic.twitter.com/n24dJ4tQuV

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¡Presentes!

Para explicar la situación de la causa contra Arakaki, Eduardo Penello (Apel) subió al escenario junto a una nutrida delegación de abogados y organismos de derechos humanos que se hicieron presentes en el festival en representación del Encuentro Memoria Verdad y Justicia, el Serpaj, la Correpi, el Encuentro Cachito Fukman, Apel  y Ceprodh.

Una delegación de diputados y legisladores del Frente de Izquierda Unidad (FIT-U) acompañó la jornada con la presencia de Romina Del Plá, Vanina Biasi, Guillermo Kane, Gabriel Solano, Nicolás Del Caño, Christian Castillo, Alejandrina Barry y Juan Carlos Giordano. Junto con Eduardo Belliboni también se hicieron presentes compañeros luchadores del Polo Obrero, delegaciones del PTS, la LSR y el MULCS.

"Buscaron chivos expiatorios, los delitos estaban ocurriendo dentro del Congreso. Afuera, los delitos los cometía la policía, que reprimió a una población que se movilizó indignada porque no quería reforma previsional ni laboral" @vaninabiasi pic.twitter.com/c96uJ4NcIf

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Asistieron también Néstor Rojas por la conducción de la CTA Autónoma, Horacio Roca de la dirección de la Asociación Argentina de Actores, delegaciones del Sutna, AGD, Ademys y la Junta Interna del Garrahan.

“Tintorero”

César Arakaki, actor. Condenado por los que querían hacer una reforma laboral y recibieron según su relato 14 toneladas de piedras. Condenado por los que en el juicio por lesiones no escucharon al policía lesionado reconocer que él no había sido su agresor.  Condenado por intimidación pública a los miles de manifestantes que aquel 18 de diciembre fueron intimidados y agredidos por la represión estatal. Condenado por causas prescriptas. Subió al escenario que la música había dejado caliente a defender el teatro y vaya que lo hizo.

“Tintorero” repasa su vida y el repaso contiene las heridas que dejaron las guerras imperialistas en su familia, los rasgos de una sensibilidad humana que lo convirtieron en un socialista íntegro. La obra desde su concepción fue pensada para la batalla. Austera en su diseño escenográfico se presta fácilmente a transformar espacios en su escenario, a salir de las salas. A devolver al teatro la interpelación popular.

La representación de Arakaki fue superlativa. Cautivó la atención de mil presentes que llevaban horas en el festival. Movilizó sus emociones y su conciencia. Enseñó historias. Arrancó sonrisas, consternación, aplausos y cantos. Para lograrlo luchó contra cualquier distracción que le pudiera provocar el ambiente o algún problema técnico y venció, con creces. En la merecida ovación que recibió se habrán mezclado los que a partir de ella abracen la lucha, con los que la necesitan también para recordar por qué luchamos.

El festival demostró que la obra será una de las principales armas de su ejército de locos.

¡Abajo la criminalización de la protesta! ¡Ningún preso por luchar!

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